En tanto, un paro decretado por la Asociación del Poder Legislativo para protestar por la supresión de la Imprenta del Congreso tenía un alto grado de acatamiento y afectaba la actividad de ambas Cámaras.
MIERCOLES 31 DE MAYO DE 2000
Ť Reacción positiva de los grupos empresariales
Paros y bloqueos, respuesta al plan de ajuste en Argentina
Ť Descarta la Iglesia católica su asistencia a la marcha contra el FMI
Ť Admite el gobierno que no habrá reactivación económica inmediata
Afp, Ap y Reuters, Buenos Aires, 30 de mayo Ť Paros, protestas y cortes de ruta ocurrieron hoy en Argentina, un día después de que el gobierno de la socialdemócrata Alianza anunciara un durísimo ajuste económico con recortes en gastos del Estado.
La Iglesia católica local, por su lado, advirtió sobre "una enorme situación de inequidad", y reiteró que apoya todos "los reclamos de justicia social", aunque aclaró que sus miembros no irán mañana a una marcha de repudio al ajuste y a una misión de monitoreo del Fondo Monetario Interacional (FMI).
En tanto, un paro decretado por la Asociación del Poder Legislativo para protestar por la supresión de la Imprenta del Congreso tenía un alto grado de acatamiento y afectaba la actividad de ambas Cámaras.
Empleados de Télam, a su vez, habían ocupado las instalaciones a esa agencia de noticias gubernamental en protesta por la decisión del gobierno de vender el edificio y eliminar el área de publicidad.
En la provincia de Entre Ríos, unos 3 mil productores arroceros cortaron la ruta nacional 18, en reclamo de medidas para superar la crisis que padece el sector. Mientras, en esta capital, un millar de trabajadores y empresarios de buques congeladores marcharon hacia la Casa de Gobierno para reclamar el levantamiento de la veda a la pesca de merluza en el mar argentino, adoptada recientemente luego que la entrega indiscrminada de permisos durante los 10 años del anterior gobierno de Carlos Menem puso a esa especie en peligro de extinción.
Además, este miércoles los empleados bancarios paralizarán la actividad bursátil y financiara, al plegarse al mitin del sector rebelde de la Confederación General del Trabajo contra la misión del FMI.
"Cada uno de los argentinos debe mirar su propio corazón para preguntarse si no está participando en mayor o menor grado en la construcción de esa red de inmoralidad que conduce a la pobreza y favorece tantas formas de violencia y egoísmo", sostuvo en este contexto, la declaración eclesiástica divulgada este martes.
Al mal humor social reinante se sumó una polémica por el romance entre el hijo del presidente Fernando De la Rúa y la cantante colombiana Shakira, difundido ampliamente por revistas del corazón, con fotos de los lujosos paseos de ambos. El secretario de Comunicación y Cultura, Darío Lopérfido, debió explicar que Antonio de la Rúa, de 26 años, y asesor sin sueldo de su padre, no utilizó dinero del Estado para esos viajes y negó las "cifras exageradas" que publicaron los medios sobre el viaje a Miami. "La estadía no la pagó Antonio, fue invitado por Shakira,", aclaró.
Pero también hubo reacciones positivas al ajuste que pretende ahorrar 938 millones de dólares para cumplir las metas con el FMI, rebajando salarios de empleados estatales y eliminando y fusionando organismos: las de grupos empresariales, financieros, comerciales y empresas privatizadas que preparan mañana un acto paralelo a la protesta sindical.
Sin embargo, estos organismos coincidieron en que no habrá reactivación económica a corto plazo, lo cual fue admitido también por el jefe de gabinete, Rodoflo Terragno, pese a lo cual los índices de la Bolsa de Valores repuntaban.
El ministro de Economía, José Luis Machinea, quien se prepara a viajar mañana a Estados Unidos para presentar el ajuste ante inversionistas, aseguró a su vez que sin el ajuste se ponía en juego la convertibilidad de la moneda argentina, que equipara el peso con el dólar.
El ex presidente Menem, que aplicó en sus 10 años de gestión una dura política económica neoliberal a un alto costo social y a quien el gobierno echa la culpa por la grave situación fiscal heredada en diciembre pasado, insistió por su parte en que una salida a la crisis es la "dolarización de la economía".