LUNES 29 DE MAYO DE 2000
* Gutiérrez Vega, Cross y otros recordaron en Bellas Artes al tabasqueño
La poesía de Becerra alcanzó la sinceridad sin medida
Arturo Jiménez * Una afirmación contundente, una pregunta inquietante y una constante referencia trágica -las tres en temas diversos y alrededor de José Carlos Becerra, 1936-1970- flotaron ayer en el ambiente húmedo y sofocante, como el de Tabasco, de la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes:
Su obra se ubica en el terreno de la sinceridad, el único posible para la poesía; Ƒqué no habría escrito si hubiera estado aquí por más tiempo?; y, la muerte de un joven y brillante poeta mexicano (vivió 34 años) en una carretera italiana frente al mar Jónico.
Tarde dominguera de revelaciones exhumadas, a 30 años del fallecimiento del poeta tabasqueño, hijo, alumno y transgresor de la herencia de Carlos Pellicer, Hugo Gutiérrez Vega dijo:
"Ningún poeta de la generación de José Carlos Becerra alcanzó su perfección retórica, pero su poesía va más allá de las habilidades formales y la intensidad emocional, y llega a ese territorio de sinceridad sin medida que Darío consideraba el único espacio posible para ese género literario.
"Fue un poeta fiel a los emblemas de su tiempo, a los mitos de su momento histórico -por ejemplo, el 68 y Vietnam-. Su poema 'El halcón maltés' se suma al compendio de ese heroico impulso por acercarse a una totalidad que nos ha sido negada y de la cual apenas avisoramos algunos destellos y aferramos unos cuantos fragmentos.
"José Carlos amó todo lo vivo, y por eso cuando pensaba en las vidas de sus muertos decía: 'Ahora, un poco de flores para mí, de las que te llevan; también en mí hay algo tuyo a lo que deberían dar flores; ese algo es el niño que fui; ya nada nos une a los tres: a ti, a mí, a ese niño'".
Entreveradas las participaciones de Gutiérrez Vega, Elsa Cross y Alvaro Ruiz Abreu con la lectura de poemas de José Carlos Becerra por parte de Myriam Moscona, ésta, quien lo considera uno de los poetas mexicanos más admirables, leyó, entre otros, "Vía Beneto" y "Roma", los cuales presagiaban la muerte trágica.
Gutiérrez Vega recordó la estancia con el poeta en el Londres de los años sesenta, mientras éste esperaba una carta de José Lezama Lima con los comentarios a Oscura palabra y Relación de los hechos.
Esa misiva del escritor cubano, llena de entusiasmos y sugerencias, sería recibida por Gutiérrez Vega dos semanas después de la muerte de José Carlos. Pero el poeta tabasqueño esperaba también la llegada de Octavio Paz, quien emocionó e impresionó a Becerra con sus comentarios a poemas como "El halcón maltés", "Batman" y "La corona de hierro".
Poeta y periodista, Gutiérrez Vega comentó que Becerra construyó los poemas de su primera etapa con largos versículos de acento bíblico y, en cambio, el manuscrito que devolvió la policía italiana, encontrado en el auto convertible del accidente, contenía piezas de formato pequeño y versos de pocas sílabas.
Rememoró además las nostalgias tabasqueñas de Becerra, su interés por la accidentada historia política de su estado y su afanoso trabajo de escritor. "Le importaba más la poesía que su propia reputación de poeta, aunque por lo general sucede al contrario", dijo, y agregó:
"Para él el arte era más grande que el artista. Esta condición de su espíritu le ahorraba las tensiones provenientes de la politiquería cultural, del poder literario y la lucha por alcanzarlo, arrebatarlo y conservarlo".
Belleza, dolor, tragedia
Elsa Cross, tras la inútil pero inquietante pregunta acerca de qué más hubiera escrito Becerra, ubicó a la persona y al poeta: "La asociación constante de la belleza y el dolor fue el elemento más poderoso de la poesía de José Carlos. Fue poeta trágico, no sólo por su muerte sino por la forma en que miró la vida. Y el impulso inicial y central de su expresión fue el canto".
Luego de que Moscona leyera un fragmento de "Declaración de otoño" ("yo no camino sobre las aguas, camino sobre las hojas secas que caen de mis hombros"), Ruiz Abreu, biógrafo de Becerra, hizo un recuento de la vida y la obra del poeta.