La Jornada sábado 27 de mayo de 2000

EL TONTO DEL PUEBLO Ť Jaime Avilés
ƑOtro déspota en Los Pinos?

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Fantasía A. Montado a caballo en el lomo de sus promesas de campaña -entre éstas, respetar los acuerdos de San Andrés--, Vicente Fox toma posesión como presidente de la República y menos de treinta días más tarde convoca a la dirigencia del EZLN a dialogar con el nuevo gobierno. Para garantizar la seriedad del gesto, Fox acude al encuentro como jefe de la delegación oficial acompañado de presidentes e intelectuales de América Latina. Ante cámaras y micrófonos que transmiten vía satélite desde el Aguascalientes de Oventic, pronuncia un discurso llano y directo como un anuncio de Coca cola en Nochebuena. Ovacionado por los miembros de su comitiva -que le echarán porras, coordinados por Denise Maerker--, el orgulloso patrón del Rancho San Cristóbal torna a su silla junto a Marcos pero no sonríe para la prensa.

Mientras el comandante Tacho sube al estrado y ajusta el micrófono a la altura de su máscara, uno de los fotógrafos piensa: ''Algo en la cara de Fox me recuerda a Octavio Paz, cuando en el fragor de 1994 confesaba, públicamente, a sus íntimos: 'la lectura de los periódicos en estos días me provoca a menudo un bostezo invencible'''. No sé por qué, se dice el que lo observa, pero oigo hablar a Fox y automáticamente escucho esas palabras. Carece de aquello que los priistas llamaban "emoción social" y los católicos de izquierda "compromiso con el dolor espiritual de los pobres".

Distraído por tales reflexiones, el fotógrafo no escucha la réplica de los rebeldes, que han solicitado un lapso prudente para analizar en detalle la propuesta del supremo gobierno del PAN. Fox pide el micrófono y dice: "El conflicto de Chiapas se tiene que arreglar hoy aquí. De aquí tienen que salir nuevos acuerdos". El comandante David se levanta y responde: "Que nuestro primer acuerdo sea volver a reunirnos dentro de tres días". Fox ladea el bigote y dice, cabizbajo, de cejas fúnebres y sin voltear hacia ellos:

--Hoy...

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Fantasía B. Desde anoche, los tres candidatos punteros se hallan en estado de empate técnico. Ahora hay 30 por ciento de electores potenciales para cada quien. Al cabo de la mesa redonda que acabamos de presenciar y que Ricardo Rocha fue llamado a conducir en honor a la justicia, la carrera presidencial se ha convertido en la telenovela del momento, en la liguilla de la política, y no se decidirá en las urnas si antes no se resuelve en la pantalla chica.

--La gente se hartó de ver spots, concluyen, todos a una, los representantes de Cuauhtémoc Cárdenas, Francisco Labastida y Fox.

Cada cual medita por su cuenta, oye a su representado y coincide con los demás en que la reunión del histórico martes 23 de mayo cambió para siempre el estilo de las campañas electorales en México. Tres políticos posaron ante las cámaras y micrófonos de la prensa y charlaron en vivo para ponerse de acuerdo. Eso fue todo. Por pequeño que parezca, fue un paso enorme. Ahora los candidatos ya no son maniquíes animados que recitan frases medio huecas o medio llenas. Ahora se han transformado en personajes de carne y hueso: el hacendado mandón, gruñón y truculento; el representante del régimen, que sigue acatando la consigna zedillista de ''aquí no vinimos a lucirnos''; y el único de los tres que no usa escolta, habla como la gente común y corriente, bromea con elegancia, combate con suavidad al terco y arropa al tercero en discordia, que se muestra débil y parece vencido.

En consecuencia de todo lo anterior, los ''manejadores'' de Cárdenas, Fox y Labastida acuerdan realizar cinco debates de aquí al dos de julio. El último, precisan, tendrá lugar el 28 de junio, día en que finaliza el período legal para difundir propaganda.

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Fantasía C. El tonto del pueblo de Tecamacharco presenta una nueva iniciativa política. La redacta así: ''Semana a semana, a través de los debates que han sostenido hasta ahora los candidatos presidenciales, hemos descubierto que Fox no es el hombre sereno e industrioso que engañó a tanta gente durante tanto tiempo, sino que tiene el carácter intransigente de Ernesto Zedillo, los oídos sordos de Carlos Salinas y el corazón implacable y frío de Miguel de la Madrid...

''Al mismo tiempo, hemos corroborado que Labastida carece de imaginación política, iniciativa propia, coherencia verbal y fuerza de carácter. En este período hemos podido convencernos en conciencia de que Fox representa los intereses de los empresarios más ávidos de obtener ganancias rápidas y fáciles para equipararse al de los magnates protegidos por el PRI. En forma simultánea hemos llegado a sentir, incluso en lo más hondo del alma, que Labastida es incapaz de prolongar el ciclo del mismo grupo dominante por otros seis años sin provocar grandes fracturas sociales...

''Por lo tanto, ha llegado el momento de plantearle a los mexicanos un camino corto, bien pavimentado y seguro para pactar una verdadera transición a la democracia. Señoras y señores, que Labastida renuncie a favor de Cárdenas y lo reconozca abiertamente como el político mexicano más indicado para administrar el cambio de régimen en paz. He dicho. Gracias (aplausos grabados)''.

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Fantasía D. Tras la reconciliación de todos los dinosaurios del sistema y de todos los mapaches expertos que integran el aparato electoral de la dictadura, el PRI gana las elecciones del 2 de julio utilizando trapisondas como la que se describe a continuación y que fue recogida por un lector de esta página en el municipio de Ecatepec, estado de México.

Ante el desánimo y los rencores que envenenan y desmovilizan a las fuerzas priístas de aquellos rumbos, los ''promotores del voto'' van de puerta en puerta y de casa en casa, explicando los cambios que ha traído consigo el alumbramiento del llamado ''nuevo'' PRI.

--Mire, señor, mire, señora, las cosas ya no son como antes. Antes, los ciudadanos votábamos por el partido que nos daba más simpatías, más regalos, más beneficios, más Progresa y más bienestar para la familia. Hoy tenemos que votar cruzando o tachando el escudo del partido que nos caiga más gordo.

--Ay, licenciado, Ƒy qué tal que sea el PRI?

--Pues tacha el escudo del PRI para que el IFE ya lo elimine.

Con estafas como éstas, que sin duda no faltarán el 2 de julio, Francisco Labastida, vamos a suponer, gana la Presidencia, toma posesión y... ƑY qué va a proponer o decir a propósito de Chiapas, si cuando asumió la Secretaría de Gobernación había entre cinco y ocho grupos paramilitares en el conflicto y cuando dejó el cargo había trece? No se requiere de mucha imaginación para fabular este escenario. Con Labastida en el poder, la guerra del régimen contra los más pobres de los pobres se prolongaría seis años más, en el mejor de los casos, y en el peor se transformaría en una matanza perpetua durante muchos días, semanas, meses, probablemente años.

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Fox: el voto de la paranoia. Hasta aquí las fantasías, el más legítimo de los ejercicios ciudadanos en tiempos de lucha electoral. Lo cierto es que faltan cinco semanas para el dos de julio y tal como lo predijo Paco Ignacio Taibo II, las campañas han dado un giro insólito. El martes 25 de abril, atado de pies y manos por sus muy visibles y notorias limitaciones, Labastida agotó las expectativas de quienes confiaban en él como un mal necesario pero eficaz para mantener el país dentro de la ruta sobre la cuerda floja en que Salinas se lo entregó a Zedillo y éste ha conseguido arrastrar hasta el desastre en que se encuentra hoy, todavía sin desintegrarse pero con muchas grietas, más numerosas y más profundas.

Desechada la opción Labastida tras el debate de hace cuatro semanas, surgió Fox como un auténtico fenómeno de masas, en apariencia imparable. Aunque el doctor Julio Moguel se había tomado la atingencia de señalar a la prensa: ''Fox es un globo y tarde o temprano se va a desinflar''. Y Fox, en efecto, se ha desinflado (por suerte) más bien temprano. Rencoroso, terco, lleno de marrullerías, el 23 de mayo perdió bruscamente lo que bruscamente había ganado el 25 de abril.

Hay que reconstruir la historia. La mañana del 23 de mayo, Fox se levantó de un humor de los mil diablos porque hacía cuarenta y ocho horas por lo menos que los medios lo bombardeaban, acusándolo personalmente de haber cancelado el segundo debate de la primavera. Así que empuñó un celular con la mano derecha, y otro con la izquierda, en alarde malabarista llamó a Cárdenas y a Labastida al mismo tiempo y si bien se proponía enlazarlos y desafiarlos en vivo, lanzando sus palabras al aire a través de los reporteros de radio que lo atendían, tuvo que permanecer largas horas con las orejas tapadas por los modernos aparatos, oyendo el trajín rutinario de las oficinas del PRI y del PRD en donde nadie corrió a contestarle, como no fueran las secretarias que le repetían:

--Cuelgue, el ingeniero (o el licenciado) se comunicará con usted en quince minutos...

El pretendido golpe escénico que planeaba se le revirtió cuando sus interlocutores cogieron la bocina del teléfono y aceptaron verlo de inmediato. A petición de Fox, la reunión fue pactada en la casa de Cárdenas. Siempre jugando a las barajas con trampa, Fox comió en un restaurante de Polanco y demoró su llegada para dar tiempo a que entrara Labastida y permaneciera a solas con el anfitrión, como era inevitable de acuerdo con la inercia de las leyes de la hospitalidad. Al confirmar que los dos habían mordido el anzuelo, se hizo presente en la mansión de Aristóteles pero no se dirigió al despacho donde lo aguradaban sus competidores sino que prefirió apoltronarse ante la mesa donde se celebraría la más insólita rueda de prensa que hayamos visto (los mexicanos) jamás. En esa pequeña emboscada se basaría para denunciar, ipso facto, la supuesta alianza entre Cuauhtémoc y el candidato de la dictadura.

Con esa decisión repentina, que destruyó lo que hasta ese día era el mejor recurso argumental de su campaña -''el voto útil''--, Fox estrenó la paranoia como oferta política, y la coalición del PAN-Verde se hizo eco de ésta en seguida. Por desgracia, no advirtieron a tiempo que la paranoia es una grave perturbación mental, no la mejor virtud de un estadista.

6

No sólo Fox perdió ese día. Escribo estas líneas horas antes del debate de anoche y sólo hay, me dice el tonto del pueblo, una manera de saber quién lo ha ganado. Si desde hoy prospera la idea de sentar a los candidatos a celebrar nuevas polémicas, ello querrá decir que la emisión fue un éxito -en términos de telenovela--, pero que el empate técnico en la franja de 30 por ciento es una realidad.

Si desde hoy, como a lo largo de todo el sexenio, la propaganda oficial se renueva en contra de Cárdenas a través de todos los medios, ello querrá decir que desde luego el abanderado de la Alianza por México se levantó anoche con el triunfo y deberá desplegar un esfuerzo extraordinario para buscar la más suave de las transiciones, pidiendo sensatamente la declinación de Labastida para negociar, en paz, el impostergable desmantelamiento de la dictadura.

Si a partir de hoy Porfirio Muñoz Ledo se pone a tronar contra Cárdenas pero en esta gritería no lo acompaña la propaganda oficial del régimen, ello querrá decir que Fox, anoche, logró recobrar lo que se le había esfumado el martes, y que Labastida se precipita imparablemente al tercer lugar.

Estas, para el tonto del pueblo, son hipótesis de trabajo que el periodista se ve obligado a colocar sobre la mesa del laboratorio, para no hablar de los otros grandes perdedores del pasado martes, Ciro Gómez Leyva, Tv Azteca y su pequeña filial, Canal 40, que se situaron descaradamente en el bando de Fox pues no desconocen que el ''nuevo'' PRI, en realidad, se llama PAN-Verde...

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