VIERNES 26 DE MAYO DE 2000
* Creen militares que Lagos va a "colaborar" para una solución: Izurieta
Acatará el ejército las resoluciones de la justicia en el caso Pinochet
* Pide hijo del ex dictador la intervención del presidente para evitar una "sublevación" castrense
Enrique Gutiérrez Aicardi, corresponsal, y agencias, Santiago, 25 de mayo * El ejército chileno afirmó que acatará las resoluciones del Poder Judicial en torno a Augusto Pinochet, pero dijo confiar en que el presidente Ricardo Lagos va a "colaborar" en la solución de los problemas que afrontan las fuerzas armadas.
En tanto se informaba que Lagos y su gabinete en pleno habían analizado el desafuero del senador vitalicio que habría adoptado la Corte de Apelaciones esta semana, el hijo mayor del ex dictador, Augusto Pinochet Hiriart, pidió al presidente socialista su intervención en favor de su padre para evitar situaciones que puedan derivar en una "sublevación" militar.
Pero el gobierno rechazó de inmediato las declaraciones del primogénito de Pinochet hechas al canal 13 de televisión, al calificar lo anterior el vocero gubernamental, Claudio Huepe, como "un exceso inaceptable".
Aseveró el funcionario que "no hay ninguna base" de comparación entre la situación actual y la que llevó al golpe de Estado de septiembre de 1973.
"El presidente Lagos tiene las atribuciones suficientes y, en un determinado momento, va a tener que intervenir con un corte político", añadió Pinochet Hiriart, pese a que el mandatario ha dicho que no intervendrá porque se trata de un caso en manos de la justicia y que sólo respetará los fallos que esa instancia adopte.
Pero el hijo mayor sostuvo que el enjuiciamiento a su padre va a dividir profundamente a Chile, y que "cuando el país crece con una semilla de este estilo puede llegar a resultados como fueron los del 11 de septiembre" de 1973, fecha en que Pinochet encabezó el cruento golpe militar contra el presidente Salvador Allende.
Aunque Pinochet siempre dijo que no tenía por qué pedir perdón a las familias de los detenidos desaparecidos, el hijo del ex dictador expresó que con su padre "no ha habido perdón cristiano y debiera haberlo".
Acotó que para que un país se reconcilie y vuelva a funcionar, "tiene que olvidar las heridas hacia atrás", y remarcó que su padre tiene "muy buena opinión del presidente Ricardo Lagos".
El mandatario desestimó la visita que la víspera efectuó a la residencia de Pinochet el comandante en jefe del ejército, general Ricardo Izurieta, al considerar tal hecho como "una deferencia" de alguien que siempre ha estado cercano de otra persona, en momentos en que el otro está en una situación difícil.
La prensa local calificó dicha visita como un apoyo de la "familia militar" a Pinochet.
Sin embargo, Lagos dijo que le parecía "muy bien" y como un "gesto solidario", en tanto que el ministro del Interior, José Miguel Insulza, comentó que era una "deferencia" ante lo cual nadie puede objetar nada y merece respeto.
A su vez, el general Izurieta aseguró que su fuerza "va a respetar las decisiones del Poder Judicial" y que, como todas las fuerzas armadas, está "detrás" de Lagos.
Agregó el jefe del ejército haber conversado con el presidente varias veces y que éste le ha dicho que comprende la situación de los militares y "que nosotros estamos detrás de él, lo que es cierto".
Por ello, dijo confiar en el presidente ya que en este momento la institución castrense siente "un gran dolor" por la situación judicial a la que se enfrenta su caudillo.
Y si bien afirmó que "el ejército siempre ha respetado y va a respetar las resoluciones del Poder Judicial", advirtió que el fallo oficial aún no se ha emitido.
Izurieta insistió en que lo que está ocurriendo "es muy lamentable y paradojal", y luego alabó al ex dictador al apuntar que "trabajó y entregó mucho a este país. La obra fundacional de él es el sistema institucional que en estos momentos no está rigiendo; pero eso nos duele mucho... Yo me atrevería a decir que (en el ejército) estamos preocupados".
Sectores militares de la pasada dictadura y de la derecha han criticado a comunistas y socialistas y sostienen que lo que se hace a Pinochet no se encamina a la verdad y la justicia sino a la venganza y el odio, y que así no se va a lograr la paz social.
En contraposición, organizaciones de derechos humanos efectuaron anoche una marcha de unas mil personas en las calles céntricas de Santiago, para reafirmar que se haga justicia, y se dijo que el desafuero de Pinochet era esperado por ellos desde hace mucho tiempo.