VIERNES 26 DE MAYO DE 2000
* ƑY quiénes son los que vienen? *
Ernesto Márquez * Lo primero que se destaca del Festival Caribe Internacional es el cuidado y respeto que por la diversidad musical. Otra cosa que se valora de este renovado encuentro es el equilibrio que guarda entre lo tradicional necesario y las manifestaciones contemporáneas.
Así, tenemos al grupo Arista Son, representación colombiana liderada por el compositor y cantante Aristaco Perea, un legendario músico de la zona del Choco (la región negra más importante de Colombia) que no sólo ha mantenido la tradición nativa, sino que ha incorporado a su quehacer la de otras regiones del área como son cubano, merengue dominicano, palé palé haitiano, salsa urbana y bolero, entre otras tantas expresiones. Este negro chocano, de bastón y panamá, ha estado un tanto reservado al entorno de su país, por lo que su presencia en este festival es, además de un acierto, será aleccionadora para entender ese ajiaco que decimos. A sus 70 años acaba de grabar su primer disco.
El calypso, género de Trinidad y Tobago que se desprende de las viejas canciones de trabajo y de la música de carnavales, viene representada por el colectivo Eclips-E. Un grupo jovencísimo, de apenas un año de toque y rol, pero con mucho camino recorrido por sus 10 integrantes. Su líder, el cantante Lyndo Jojo Legal, es un veterano de mil batallas carnavaleras y uno de los exponentes insignias del género trinitario en el exterior. Esta agrupación se destaca por una forma de hacer música que revisa todos los géneros nativos y los expone con una actitud de avanzada. Identificada como la Dulce Inspiración, quizá esto sea por la música, aunque yo me inclinaría más por la cantante Donna Simon que no sólo es un sueño sino uno de los grandes descubrimientos vocales del Caribe, esta agrupación establece justamente el puente deseado entre la tradición y la contemporaneidad.
Y si de tradición y contemporaneidad hablamos, en cuanto al planteamiento y desarrollo musical de herencia afro, aquí están los de Chuchumbé, el más justo representante de nuestra identidad musical afromestiza proveniente de la región del Papaloapan; un grupo que ha llevado la música jarocha a distintos foros con resultados exultantes con sus versiones de son jarocho y versadas, en las que incluyen instrumentos de origen afro, como la marímbula o marimbol senegalés.
Dos momentos especiales
Jimmy Cliff es uno de los pioneros del reggae, quien en los sesenta, junto a Bob Marley y Peter Tosh, puso las bases de este movimiento musical en Jamaica. Alejado del rastafarismo, religión inculcada por Marcus Garvey, cuya filosofía estaba sustentada fundamentalmente en el regreso a Africa y en la adoración de la figura de Haile Selasie, emperador de Etiopía en los cuarenta, fue considerado como un cantante light, fue de la onda más pura del género. Sin embargo, su enorme peso musical ha logrado que todas aquellas descalificaciones se tornaran en manifiestos de entusiasmo por su figura, al grado de ser considerado el más importante músico de Jamaica y embajador ''plenipotenciario del reggae''.
Inner Circle ųconocidos ampliamente por su éxito Lalalaláų interpreta un reggae ligero y melosón, pero con el ritmo suficiente como para hacer bailar a un elefante. Radicados en el gabacho, su música se ha enriquecido con el rock y elementos del hip hop, por lo que son muy programados en las discotecas. Ellos hacen énfasis en el desarrollo escénico, en el que destaca, y no por lo voluminoso, su cantante, de desgarbada figura y voz pastosa.
Lucky Dub, y aquí me pongo de pie, es sin duda la gran personalidad del encuentro.
Originario de Emelo, Sudáfrica, hizo su debut tocando mbaqang, un ritmo local, y poco después, inspirado por Alpha Blondie, pionero del movimiento reggae en Africa, abrazó el género y lo ha llevado a momentos verdaderamente exultantes. Su primer álbum de reggae, Rastas never die, empezó por demostrar una peronalísima interpretación del género jamaiquino con un tempo más acelerado, una línea coral agresiva y una lírica combativa de la que se ha servido para denunciar las injusticias sociales en su país. En los ámbitos reggaeceros africanos se le compara con el desaparecido Peter Tosh y a su sólida banda, The Sclaves, con el primer The Wailers. El maestrazo Dub es todo un icono para la juventud afro. Sus giras por el continente negro y el Caribe provocan tumultos y llenos impresionantes. Su atractiva figura le ha valido para trabajar como modelo de ropa masculina e incursionar en el cine, pero eso no le ha hecho perder de vista su compromiso con el reggae y su mensaje.
Caribe caliente
Las noches dedicadas al baile del caribe hispano serán iniciadas por el dominicano Chichi Peralta, un joven vocalista y percusionista egresado de la banda de Juan Luis Guerra que ha impuesto éxitos como Amor narcótico y Me enamoré, muy difundidas entre nosotros.
Considerado en su país una de las grandes figuras del ritmo quisqueyano, se ha esforzado por darle otro rostro a esas músicas, a veces plenas de chabacanería. Su música, dicen, es una caja de sorpresas, con canciones elegantes en las que se destacan una profundidad temática y audaces arreglos orquestales en los que lo mismo utiliza una sinfónica que un combo tradicional.
La representación cubana no podía ser mejor: Barbarito Torres es uno de los grandes cultivadores de la música campesina. Inmejorable interprete del laud (instrumento clave en este quehacer) ha planteado desde su grupo y con el apoyo de su familia (hay que escuchar a su hermana, cualquier parecido en la voz con la reina del punto guajiro Celina González es más que mera coincidencia) ha planteado el rescate y la dignificación de este género, un tanto menospreciado en la isla. Por su parte, don Pio Leyva es un sonero de estirpe pródigo para el montuno y enjundioso en las guarachas. Estas dos personalidades ya están inscritas en el libro de oro de la música popular cubana, y no tanto por su afortunada participación en el proyecto Buena Vista Social Club, sino por su enorme trayectoria de bondades y aciertos en la musifilia cubana.
Bobbie Cruz y Richie Ray representan los mejores momentos de la salsa neoyorquina. El primero desde el piano y el segundo como destacado cantante, fueron pioneros de esa forma de hacer el canto Caribe. Richie es un pianista de touche agresivo que en sus inspiraciones incorpora fragmentos de música clásica y frases jazzísticas, mientras que Richie se destaca por esa agresividad canora infrecuente hoy en día. A los dos se les dedicará un homenaje
Fiesta Total
Pero la fiesta es total, y tanto en el Parque Reforma de Cancún como en la explanada del Palacio de Gobierno de Chetumal, así como en el parque Principal de Ciudad del Carmen, los ritmos del Caribe se harán presente para el goce de la clientela peninsular. En estas tres sedes estarán Tania Libertad, con un programa de danzones, acompañada por la Orquesta Sinfónica Miguel Hidalgo, dirigida por el maestro Fernando Lozano; Astrid Hadad, con su espectáculo La bien pagá; el grupo de salsa cubana Yumuri y sus Hermanos; el merenguero dominicano Sergio Vargas; el ensamble de música y danzas brasileñas Malê Debalê, Adalberto Alvares y su Son, y los ya referidos Arista Son y Chuchumbé.