VIERNES 26 DE MAYO DE 2000
* La belleza americana recurrió al play back; Jaguares, de lo mejor
Decepcionante participación de Christina Aguilera en Aca Fest
* El público debió aguantar una premiación deportiva para disfrutar a las estrellas
Jorge Caballero, enviado, Acapulco, Gro., 25 de mayo * El segundo día de actividades del Aca Fest 2000 resultó desastroso. Tan mal estuvo que lo mejor de la noche fue el grupo de rock pop Jaguares. La esperada participación de la belleza americana Christina Aguilera resultó un fiasco, pues empleó play back en la interpretación de sus rolas. Por si fuera poco, el estoico público guerrerense, unas tres mil almas, casi todas jóvenes, padeció la pésima organización de la segunda Entrega de Premios Televisa Deportes.
Tras anunciar la dichosa premiación, aparecieron las Vaqueritas de Dallas, porristas del famoso equipo de futbol americano, que bailaron su coreografía a ritmo punchis-punchis, acompañadas de sus pompones azules y plateados. La epidermis y las cabelleras de las chicas dejaban ver que había de todos sabores: chocolate, caramelo, vainilla, fresa, zarzamora con queso, miel y mantequilla. Sus movimientos escénicos eran, por decirlo de tres formas, angelicales, candentes e intensos. Se separaban, se unían, balilaban a la cancán, giraban, daban vueltas, flotaban... Debían ser de otro planeta, o por lo menos sus movimientos no habían sido contemplados por el ojo humano de estos lares en directo. Concluyeron con un split colectivo que dejó anonapendejados a propios y extraños. Cosa extraña: no pidieron otra.
Luego, Antonio de Valdés y Liza Echeverría, encargados de la conducción del acto, volvían a la carga con su desfile de "celebridades del deporte", pero nadie prestaba mucha atención. Dieron premios a las glorias olímpicas, como Carlos Girón, Carlos Mercenario y Ernesto Canto, entre otros, y a lo mejor de la NBA (Eduardo Nájera, entre ellos).
Luego llegó el primer momento musical con el dueto formado por Alessandra y el chico que toca los teclados. Ellos, acompañados por bailarines, nos dieron una probada del nuevo concepto acústico que están manejando, con arreglos rapeados/ reggaeseados. Ella lucía una mini que dejaba al descubierto sus gruesos muslos. Con sus bailes, la mini se volvió mini-mini y se asomó parte de la carnosidad gluteal.
Volvieron los improvisados conductores con sus premios. Ahora el público presionó con chiflidos la libre actuación de sus estrellas musicales.
Bonita, bonita, no es...
Los malestares se desvanecieron cuando la güerita Christina Aguilera pisó el escenario. Los gritos de los teenagers taladraban duro los tímpanos. La sensual virgen (she self dixit) apareció rodeada de tres machos: vestía una mini camuflada a tablas marca Gucci. Sus accesorios: un naco cinturón rosa mexicano, botas altas negras y blusa verde. La televisión miente, pues la adolescente bonita no es, con excepción de sus hermosos ojos oceánicos.
Comienza la primera canción. Una pista. Ella baila, se mueve, gesticula como si estuviera cantando de verdad. Sus músicos se burlan y hacen sus instrumentos como quieren, con posiciones que hacen imposible la ejecución. La tercera rola fue su primer sencillo: Genio in a bottle. El trastorno que provoca es selectivo... Sólo para los gustosos del pop suave de nulo contenido y para dos o tres cretinos. Ya ha tomado tres veces agua purificada. Lo mejor fue la cuarta canción, que Christina hizo favor de cantar en español: Contigo a la distancia, en versión karaoke.
Continuó la entrega de premios. A los conductores no les dieron bien el orden de sus tarjetas y se equivocaron en varias ocasiones. El sonido se escuchaba mal. El público, ya harto, comenzó a gritar: ''šJa-gua-res!''. Quince minutos después, Saúl salió vestido con ropas indias. Los macizos guerrerenses se agolpan frente al escenario. Organizan el slam dance. Comienzan con Afuera. Al término, Saúl dice: "Bienvenidos, jaguares. Gracias a ti hemos estado en la lucha y con mucha luz". Interpretan Dime jaguar. El equipo de seguridad se sacó de onda con el baile de los chavos y pensó que de verdad estaban peleando. Fue necesaria la participación del líder para calmar los ánimos. Se aventaron varias rolas más: Cuéntame tu vida y La célula que explota, entre ellas.
Incluso, una chica se coló al escenario y se le hincó a Saúl. El la levanta y la abraza. La seguridad quiere sacarla, pero él los aleja. Esa actitud sirvió como colofón a este concierto, que dejó claro que el boleto se pagó para ver a Jaguares.