MIERCOLES 24 DE MAYO DE 2000

Ť Los indicadores actuales son similares a los de 94, afirman economistas


México, al borde de la crisis sexenal

Ť Las condiciones están dadas para que estalle, coinciden especialistas de UNAM, UAM y Colmex

Mayela Delgadillo Bárcena Ť México se encuentra al borde de una crisis sexenal que sólo espera que cuatro o cinco de los grandes colocadores o tenedores de deuda mexicana abandonen el mercado para estallar, o que algunas de las variables macroeconómicas se disparen por presiones internas o externas, coincidieron especialistas en economía de la UNAM, UAM y El Colegio de México (Colmex).

Las condiciones macroeconómicas están dadas para una nueva crisis, la única pregunta que se hacen es cuándo explotará. Existe un nivel de sobrevaluación del peso, déficit comercial, sobreendeudamiento en dólares por parte de las empresas, y elevación de tasas de interés, todos estos indicadores en condiciones similares a los que existían en 1994.

El blindaje financiero otorgado a México y con el que se respalda el gobierno para evitar la crisis, no servirá ''para nada'' en el caso de una corrida financiera.

Alejandro Nadal, investigador del Colmex, precisó que en su opinión el gobierno mexicano todavía tiene un margen de maniobra para evadir la crisis; sin embargo, coincidió con el resto de los economistas en que lo único que se está haciendo es ganar tiempo, porque tarde que temprano el proyecto va a tronar.

''El modelo neoliberal no es proyecto que requiera más tiempo o reformas para ver resultados. Es un modelo que tiene inconsistencias y contradicciones que lo hacen inviable'', expresó Nadal.

Durante el XVI Seminario de Economía Mexicana sobre Política económica para el desarrollo sostenido con equidad: Agenda 2000-2006, organizado por la UNAM, Eugenia Correa Vázquez, especialista en economía financiera de esta institución, apuntó que una de las alternativas que tiene México para ''ganar tiempo'' antes de que se presente la crisis es que los mercados internacionales estén dispuestos a otorgar refinanciamiento a las deudas o mayores préstamos para sostener la economía nacional.

Sin embargo, el comportamiento de instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM) apuntan en el sentido de restringir los créditos.

Arturo Huerta, economista de la UNAM, señaló que no hay condiciones productivas en el país que permitan una estabilidad sostenida de la economía, y que el funcionamiento de la nación sigue estando supeditado a la entrada de capitales extranjeros de corto plazo, por lo cual --y ante la incertidumbre financiera que priva en los mercados internacionales-- México es altamente vulnerable a cualquier cambio.

El momento de truene de la economía puede no estar muy lejos, según percibe Correa Vázquez, sobre todo porque en noviembre se tiene previsto un incremento de uno por ciento de las tasas de interés en Estados Unidos --lo cual se agregaría a los ajustes que se están teniendo en estos meses--. ''Esto hará a Estados Unidos más atractivo para invertir ante los ojos de los capitales financieros, y como México depende de estos, lo anterior también puede convertirse en detonador de la crisis''.

El BdeM responde a necesidades de EU

Durante el seminario se realizaron duras críticas a la actividad del Banco de México, el cual, en opinión de los ponentes, es independiente del gobierno pero también de las necesidades del país, pero en cambio responde a las necesidades macroeconómicas que requiere Estados Unidos para que una crisis mexicana no desestabilice al país vecino.

Carlos Rozo, especialista en economía internacional de la UAM, apuntó que a pesar del esquema del ahorro de pensiones, esto no ha tenido un impacto sobre el ahorro nacional, por lo que el desarrollo del país sólo puede ser sustentado en los capitales especulativos.

Marcos Chávez, investigador del Colmex, remató diciendo que el proyecto económico actual no ofrece bienestar social ni cubre las necesidades productivas a largo plazo, por lo que en el mejor de los casos --si no detona antes--, se heredará la crisis para que estalle en el próximo sexenio.