MIERCOLES 24 DE MAYO DE 2000

Ť Comentaron la serie Moneros y monitos


Hacer un diccionario ilustrado de la Familia Burrón, pide Jesusa

Ť Coproducida por Tv-UNAM y la empresa Calacas y Palomas

Merry Mac Masters Ť Colmar una ''laguna literaria" en México, en el sentido de realizar un diccionario ilustrado de la Familia Burrón, tanto de términos reales como aquellos inventados por Gabriel Vargas, fue el compromiso que la actriz Jesusa Rodríguez pidió a ''las personas que más saben de comic" -a su lado estaba el sociólogo Armando Bartra, durante la presentación anteanoche, en la Cineteca Nacional, de la segunda parte de la serie Moneros y monitos, una coproducción de Tv-UNAM y la empresa Calacas y Palomas.

Invitada para hablar como ''lectora de historieta", Jesusa afirmó que el valor más grande de los 18 programas es poder saber ''quiénes son estos terroristas de clóset", que a pesar de lo audaz de sus caricaturas ''son muy tímidos, generalmente". Como "carmelitas descalzas, de mordida de rebozo, no quieren decir nada, ni hablar con nadie, ni se atreven a salir en público". La actriz reconoció, no obstante, que personas como Magú y El Fisgón se han dedicado a presentar sus libros de una forma más lúdica, volviéndose ''casi tan buenos como Fox".

Si se habla mucho de que la caricatura se hace para tocar temas políticos, actualmente se está ante un fenómeno inverso: ahora los políticos recurren a ella. Como ejemplo, Jesusa presentó un comic del candidato presidencial panista Vicente Fox, todavía sin publicar, que consideró una joya, ''totalmente hecha por analfabetas, gente de su gabinete más cercana".

Otra joya, continuó, es la historieta Una vida ejemplar. Labastida 2000, que reparte el candidato presidencial del PRI. En esta ''copia exacta" de las vidas ejemplares de los santos y de sabios como Marie Curie y Louis Pasteur, ''se la pelan a Labastida", señaló.

moneros-monitos-presentacion-1- A su vez Armando Bartra aseguró que la historieta, en términos generales, es invisible porque no es material de reflexión. A pesar de que en el siglo XX, ''los mexicanos leímos cientos de millones de historietas, y me quedo corto, no se estudian, ni se reseñan, ni se historian, ni siquiera se guardan". El sociólogo dijo que en los años cincuenta de un solo pasquín, que salía diario y en domingo dos veces, se podía publicar medio millón de ejemplares, que eran leídos múltiples veces, luego se encuadernaban y se rentaban hasta que se caían en pedazos.

Pero, en el fin de siglo mexicano el lector es ''una especie en extinción al igual que la historieta de masas". Sin embargo, dentro de esta agonía ha habido un ''renacimiento" de la historieta bajo otras modalidades, indicó Bartra, aunque se trata de sectores minoritarios en principio por el precio del ejemplar. Apuntó que el ''mayor problema" con el comic estadunidense o japonés es su condición de coleccionable. En México, agregó, algunos moneros alternativos perseveran en el vicio de seguir haciendo historietas.

Al término de sus palabras fueron proyectados los capítulos Del verbo al mono e Iconografía del relajo. También estuvieron presentes Leopoldo Best, director de la serie, y Juan Manuel Aurrecoechea, guionista e investigador.