MARTES 23 DE MAYO DE 2000
Ť Inusual audiencia pontificia en la Plaza de San Pedro
Pide el Papa a mexicanos valentía para difundir el Evangelio en toda la nación
Ť Por segundo día consecutivo, Juan Pablo II se reunió con prelados mexicanos
José Antonio Román, enviado, Ciudad del Vaticano, 22 de mayo Ť En un hecho poco usual, el papa Juan Pablo II recibió nada menos que en la Plaza de San Pedro a miles de peregrinos mexicanos en audiencia especial. Ahí, ante los retablos de los mártires canonizados la víspera --aún colocados sobre la fachada de la Basílica-- les pidió "valentía" para testimoniar el Evangelio en "calles y plazas, valles y montañas de toda la nación".
Por segundo día consecutivo, el pontífice se reunió con obispos y peregrinos mexicanos. Los llamó a no dejar apagar la luz de su fe, pues México "sigue necesitándola para poder construir una sociedad más justa, fraterna y solidaria".
En la audiencia, que tradicionalmente se realizan en la Sala Paulo VI, dijo que pese a los "avatares de la historia", el pueblo de México ha demostrado su "fuerte arraigo" en la fe católica, además de que siempre se ha distinguido por su gran amor a Dios, a la virgen, a la Iglesia y al Papa.
A los casi 15 mil peregrinos mexicanos que el pasado domingo presenciaron la canonización de los nuevos santos, les pidió regresar a su país con el compromiso de renovar su fidelidad a la Iglesia y de dar siempre y en todas partes un testimonio valiente de la vida cristiana. "Hagan que la palabra de Cristo llegue a los que aún la ignoran".
Tras agradecerles su presencia en la canonización de Cristóbal Magallanes y sus 24 compañeros mártires, del cura José María Yermo y Parrés, y de María de Jesús Sacramentado, Juan Pablo II dijo que la Iglesia ve proclamada "la gloria de sus hijos suyos y de su noble patria". Los convocó además a seguir defendiendo las causas de la vida, la familia, los pobres y los necesitados.
Rompe el Papa el protocolo en deferencia hacia los mexicanos
Este lunes, el Papa hizo cosas inusuales como deferencia hacia los mexicanos. Además de conceder la audiencia especial, Juan Pablo II se trasladó por la tarde al Colegio Mexicano para comer con los obispos y sacerdotes mexicanos, además de arribar y salir de la Plaza de San Pedro en auto descubierto, recorriendo el perímetro de ésta a bordo del vehículo.
Aunque el número de feligreses presente este día a la audiencia no se comparó con los mas de 35 mil feligreses que asistieron a la misa de canonización oficiada el domingo pasado, los gritos y vivas al Papa se hicieron escuchar.
Con el telón de fondo de las canciones Amigo y La guadalupana, una y otra vez se escuchaba: "El papa/hermano/ya eres mexicano", y "Juan Pablo/segundo/ te quiere todo el mundo".
Durante la audiencia, recordó que Jalisco, Zacatecas, Durango, Chihuahua, Guanajuato, Morelos, Guerrero y Colima son las tierras de origen de los nuevos santos. "El recuerdo de sus personas y de su generosa y heroica entrega sigue vivo, y su gloria será imperecedera".
El Papa agradeció la presencia de peregrinos, sacerdotes, obispos, arzobispos y cardenales, y dijo que le recordaban las "entrañables jornadas" que vivió en México durante los cuatro viajes apostólicos que ha realizado a ese país a lo largo de sus casi 22 años de pontificado.
Así, al recordar su ultima gira mexicana, a finales de enero de 1999, presentó la exhortación postsinodal Ecclesia in America, en la Basílica de Guadalupe. "Bajo su amparo puse la vida de todas las comunidades eclesiales del continente con la esperanza de que los bendiga con nuevos y abundantes frutos de santidad".
Momentos antes, el arzobispo de Guadalajara, cardenal Juan Sandoval Iñiguez, agradeció en nombre de la Iglesia y de los fieles mexicanos el que este país fuera tomado en cuenta al dedicársele un día especial en el contexto de las celebraciones del Gran Jubileo.
Dijo que el siglo veinte es "el de los mártires", y que los nuevos santos mexicanos reafirman su compromiso no sólo de ser intercesores por toda la Iglesia ante dios, sino también son modelos a imitar, ejemplo que "nos debe ayudar".
Previamente, y también en la Plaza de San Pedro, se realizo la primera misa de los nuevos santos mexicanos, en la que el presidente de la Comisión para la Causa de los Santos del Episcopado Mexicano, Arturo Szimansky, dijo que las enseñanzas que dejan estos mártires es que los cristianos "no deben ser del montón", sino comprometerse a seguir a Cristo.
Fue al término esta misa cuando el Papa arribo a la Plaza de San Pedro a bordo de un Mercedes Benz descubierto, lo que provocó la alegría desbordada de los peregrinos que, como pocas, lo pudieron ver de cerca, tanto por el numero de presentes --mucho menor al de la misa del domingo-- como por el trayecto del vehículo descubierto por el perímetro de la Plaza de San Pedro.