MARTES 23 DE MAYO DE 2000

Ť Visita Mireya Moscoso a Zedillo, en Los Pinos


Acuerdo de libre comercio, objetivo de México y Panamá

Ť Firman convenios en materia de educación y turismo, entre otros

Jesús Aranda Ť Los presidentes de México y Panamá confirmaron ayer su voluntad de reanudar las negociaciones con miras a lograr un acuerdo de libre comercio entre ambas naciones.

A diferencia de otras ocasiones en las que el recibimiento oficial de mandatarios tiene como escenario el Palacio Nacional, en esta ocasión, Ernesto Zedillo y su esposa Nilda Patricia rindieron los honores correspondientes a la presidenta de Panamá, Mireya Elisa Moscoso Rodríguez, en la residencia oficial de Los Pinos.

El plantón de maestros que ya lleva varios días en el Zócalo capitalino impidió que la ceremonia protocolaria de bienvenida se realizara en el majestuoso patio de Palacio Nacional; el cambio de escenario no afectó sin embargo la sobriedad del acto, aunque los contingentes de escolares y de militares que participaron fueron más reducidos porque el espacio fue también menor.

Acompañado de su esposa, Nilda Patricia Velasco de Zedillo, el jefe del Ejecutivo destacó en su discurso de bienvenida la firme decisión de México y Panamá de trabajar por la democracia, el progreso y la justicia.

"Ambos países aspiramos a un mismo futuro de prosperidad y de auténtica cooperación entre las naciones", apuntó Zedillo.

Luego de destacar la próxima reanudación de las negociaciones, con miras a avanzar en el establecimiento de tratados comerciales con las naciones de Centroamérica, el Presidente mexicano afirmó: "sabemos, por experiencia, que los acuerdos de libre comercio se traducen en más y mejores empleos, en más mejores oportunidades de inversión productiva y en mejores ingresos para la ciudadanía".

Por otro lado, Zedillo recordó su reciente visita a tierras panameñas, con motivo de la ceremonia de transferencia del Canal de Panamá. En ese acto trascendental para toda nuestra América "culminó la lucha que por tantos años sostuvo el pueblo panameño, hasta alcanzar, con toda justicia, el control soberano sobre la totalidad de su territorio"

Los mexicanos admiramos y apoyamos en todo momento el patriotismo del pueblo panameño y "su invencible decisión de asegurar la plena autonomía de su nación", indicó el primer mandatario.

En respuesta, Mireya Moscoso, quien ocupa este cargo desde el primero de septiembre de 1999, agradeció la invitación del gobierno y pueblo de México, y señaló en su discurso que su viaje a nuestro país había iniciado desde el martes pasado, y explicó por qué:

"Tuve la oportunidad de acudir a un precioso concierto que dieron en mi país, tres de los más grandes artistas que ha dado el continente americano: José José, Marco Antonio Muñiz y Armando Manzanero".

Moscoso, quien de acuerdo con información oficial de su país, "estuvo casada por 25 años con el doctor Arnulfo Arias -tres veces presidente de Panamá-, de quien aprendió todo lo referente a la política", agregó que el objetivo principal de su visita a México es el de servir de vínculo para que los representantes diplomáticos y comerciales de ambos países den paso a la formulación rápida de una agenda que permita perfeccionar una relación sólida basada en el respeto mutuo, la cooperación amistosa y el comercio bilateral.

Ello, con la certeza de que el fortalecimiento de las relaciones bilaterales, la cooperación y la integración regional representan los mecanismos idóneos para ir desmontando las condiciones que mantienen sumida en la pobreza a las grandes mayorías de nuestras sociedades, indicó la presidenta de Panamá.

Después de la ceremonia protocolaria, ambos mandatarios y sus comitivas ingresaron al salón Adolfo López Mateos de Los Pinos, en donde las delegaciones firmaron convenios de cooperación en materia de turismo, protección ambiental, cooperación técnica entre instituciones bancarias y comerciales oficiales y en materia educativa.

Condecoraciones

Por la noche, el presidente Zedillo ofreció una cena a Mireya Moscoso, en la cual el jefe del Ejecutivo anunció su decisión de imponer a su invitada el Gran Collar de la Orden Mexicana del Aguila Azteca, que es la condecoración más alta que otorga nuestro país a un jefe de Estado.

Por su parte, la presidenta panameña condecoró al presidente Zedillo con la Gran Cruz Extraordinaria Vasco Núñez de Balboa.

Ambos mandatarios destacaron que estas condecoraciones simbolizan el respeto y el afecto de las dos naciones que están hermanadas por la historia, la lengua y la cultura.