MARTES 23 DE MAYO DE 2000
Ť Cinco muertos y 24 heridos; Israel asegura que sus tropas no abrieron fuego
Disparan contra libaneses que volvían a zonas evacuadas por el ELS
Ť Huyen cientos de milicianos que apoyaban la ocupación y Barak anuncia que los acogerá
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Beirut, 22 de mayo Ť Al menos cinco civiles murieron, entre ellos un niño de siete años, y 24 más resultaron heridos, al ser atacados por tropas israelíes cuando unas 500 personas, muchas de ellas portando banderas de la guerrilla chiíta pro iraní Hezbollah, trataron de ingresar a las aldeas de Houla, Tallousa y Markaba, en la autoproclamada "zona de seguridad" de Israel, evacuadas poco antes por milicianos del pro israelí Ejército de Líbano Sur (ELS).
Autoridades israelíes afirmaron que ninguna de sus tropas abrió fuego contra los desplazados que intentaban volver a sus localidades, y dijo que fue el ELS el que disparó contra la multitud.
Cientos de milicianos de este ejército, que durante años apoyó a las fuerzas de ocupación israelíes en Líbano, seguían hoy huyendo hacia Israel vestidos de civiles, pues desde que Tel Aviv anunció su intención de replegarse del sur de Líbano, Beirut advirtió que ninguno de ellos gozaría de amnistía y serían juzgados por traición a la patria. A su vez, Hezbollah prometió matar a todos los combatientes del ELS que no se entregaran a la justicia.
Por lo pronto, el gobierno israelí del primer ministro, Ehud Barak, anunció ya la creación de un centro de acogida para los milicianos del ELS, en el norte de Israel. Mientras, el gabinete de seguridad se reunió para analizar la posibilidad de acelerar la retirada de sus fuerzas en el sur libanés, ahora que éstas no contarán con el apoyo de su ejército aliado.
Corresponsales en la "zona de seguridad", afirmaron que esta región se encuentra ahora dividida debido al repliegue del ELS, que entre ayer y hoy ha abandonado ocho poblados. Un comunicado de la comandancia del ELS explicó que dio la orden de empezar a evacuar sus posiciones "por motivos éticos", pero afirmó que está dispuesto a regresar si dichas aldeas eran tomadas por Hezbollah.
Sin embargo, analistas coinciden en que el ELS se ha "derrumbado" completamente. Cientos de sus miembros ya se han entregado a la guerrilla de Hezbollah o a las autoridades libanesas, y muchos más han solicitado asilo a Israel, alegando que no se entregarán a un país que no es "soberano", en alusión a la ocupación siria en Líbano.
Así, testigos afirmaron que soldados israelíes en tierra y desde un helicóptero dispararon sobre la multitud que se acercaba a los poblados que hoy evacuó el ELS, aunque autoridades israelíes afirmaron que esos disparos fueron obra de la milicia pro israelí, y que se debieron a que los desplazados eran escoltados por combatientes de Hezbollah, quienes amenazaban con ingresar a zonas todavía ocupadas por Israel.
Barak afirmó que la guerrilla de Hezbollah no debe aprovechar la situación del ELS ni la retirada de las tropas israelíes para atacar a Israel pues, de lo contrario, "habrá una respuesta muy dolorosa" por parte de Tel Aviv. Luego que el domingo dos obuses cayeron en un descampado en el norte de Israel, los habitantes de esta región recibieron la advertencia de resguardarse en refugios subterráneos hasta nueva orden.
Mientras tanto, el gabinete de seguridad israelí celebraba hoy una reunión de emergencia para analizar la posibilidad de retirar a las tropas de la "zona de seguridad". Barak afirmó que espera una "firme apoyo" al repliegue por parte de la Organización de Naciones Unidas, donde el Consejo de Seguridad se reunió este lunes para analizar su postura hacia el repliegue.
Tel Aviv recomendó a la ONU elevar de 4 mil 500 a 7 mil 935 el número de tropas estacionadas en Líbano, puesto que tras el repliegue este cuerpo será el único encargado de evitar que combatientes de Hezbollah se acerquen a la frontera israelí.
Trascendió que el que esta recomendación se cumpla depende de que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, logre que los gobiernos de Israel, Siria y Líbano ortorguen "garantías de seguridad explícitas" para los cascos azules.
A su vez, las autoridades palestinas impidieron a 300 manifestantes atacar a soldados israelíes apostados cerca de Belén, y clausuraron una estación de televisión en Cisjordania que, al parecer, estaba "glorificando" los enfrentamientos en favor de la excarcelación de sus compatriotas presos en Israel, y que se prolongaron durante ocho días, hasta el día de ayer, con un saldo de al menos cinco muertos y más de 500 heridos.