MARTES 23 DE MAYO DE 2000

Ť Autor de un libro sobre ese arte en el que se incluyen textos de Dario Fo

Con todo y boom, los payasos sufren una crisis de calidad en México: Ceballos

Ť Falta de preparación y de escuelas especializadas, factores que perjudican esa tradición

Ť Existen nacionales que triunfan en el extranjero, pero aquí no se les hace caso, señala

Arturo Jiménez Ť Pese al boom cuantitativo actual, el mundo de los payasos enfrenta en México una crisis de calidad artística hasta el grado de afirmarse que ya se ha desprendido de su origen: las artes escénicas.

Entre las causas destacan la falta de preparación y de escuelas especializadas, señala en entrevista Edgar Ceballos, autor de El libro de oro de los payasos. Los más famosos y divertidos sketches de circo, con selección de textos y presentación suyas, y notas de Dario Fo y Ferdinando Taviani.

Editado por Escenología, ese volumen es el primer acercamiento teórico a este arte, cuyas raíces se remontan a más de 5 mil años, e incluye además una recopilación de muchísimos sketches clásicos de la gran tradición del payaso o clow mexicano, cuando serlo era un arte de la provocación.

''En México, la educación del payaso ha sido vista con malos ojos por las instituciones y no existe una escuela que los capacite, contrario a lo que ocurre en países como Brasil, que cuenta con 28 escuelas de circo con su apartado especial de payasos", dice Ceballos.

''La educación en las artes escénicas -y en general, quizá exceptuando la música y la danza- todavía se practica de manera empírica. Si bien no existe la tradición de las tablas en el caso de los actores o la tradición de las grandes familias, como en el circo, esas profesiones se ejercen de manera empírica.

''Es casi como una tradición chamánica: un grupo de personas se reúne alrededor del chamán, junto a la fogata, y se van transmitiendo las cosas. En el arte de los payasos ha sucedido lo mismo, aun cuando México, tuvo los mejores payasos del mundo.

''Todavía nos acordamos de Ricardo Bell, toda una leyenda desde la última década del siglo XIX hasta la Revolución mexicana; fue el gran señor del Circo Rin. Han existido otros payasos y gente del circo que han triunfado fuera del país, por ejemplo, los Colodi, unos trapecistas. Actualmente sabemos de mexicanos con éxito en el extranjero y que aquí no les hacen caso."

Simplicidad de recursos e imaginación

Este libro, señala Edgar Ceballos, intentó rescatar la tradición dramatúrgica de los payasos mexicanos más importantes del siglo, herederos de esa importante tradición europea.

-Entonces, Ƒel mundo de los payasos en México está en crisis?

-Más bien experimenta un boom, porque vemos payasos en la televisión, los teatros, los cabarets, las fiestas infantiles, hasta en las calles. Sólo en México existen más de diez hermandades de payasos y hay un sindicato en cada estado de la República, pero el problema es la calidad.

Los textos de Fo, dramaturgo, Nobel de Literatura y estudioso del arte del payaso italiano, ya fueron publicados y se presenta una selección de material, pero el de Taviani lo escribió para esta obra de Ceballos.

Por su parte, Federico Serrano, autor con Sol Alvarez de uno de los apéndices del libro y promotor del Circo Atayde Hermanos, señala que el término payaso surgió en Italia en el siglo XIX, un tanto en referencia al vestuario. Pero aclara que la figura del bufón ha existido en todas las culturas antiguas: China, Grecia, Roma, Mesoamérica.

Para Fellini, dice Serrano, el payaso es la sombra del hombre, ''y de alguna manera nos reflejamos en ese personaje, y él nos devuelve una imagen crítica de nosotros mismos, en el mejor de los casos, porque esto es algo que en México se ha perdido mucho".

El libro de oro de los payasos se presentó el domingo en el Museo de Culturas Populares como es debido, con payasos, como Jesús Díaz y Gerson Martínez, un deleite de ingenio, integrantes del Escuadrón del Jitomate Bola y alumnos de Anatoli Lokachtchouk; y Madelaine Sierra, quien dirigida por el mimo Juan Gabriel Moreno mostró algunas claves del humor: simplicidad de recursos e imaginación.

Moreno, entre los presentadores del libro, se remontó a la génesis del payaso actual, desde el mimo de la antigüedad hasta los bufones, juglares y arlequines, e hizo una crítica al comercialismo actual en ese oficio. Rafael Vega, también mimo, llamó a renovar el arte teatral del payaso.