MARTES 23 DE MAYO DE 2000

Ť Intercambian críticas en el noticiario de López Dóriga


Ayer, round de sombra entre Fox y Labastida por televisión

Ť Aceptan propuesta de Cárdenas de concretar nuevo encuentro

Miguel Angel Velázquez Ť Ayudado por su mano derecha para sostener un V de la victoria que se empezó a desvanecer, Vicente Fox terminaba en algo que podría llamarse el ensayo de un debate; pero no, fue en serio, un round de sombra en el cual uno era el árbitro, el juez, el que ponía orden y los otros dos se gruñían, se tiraban la tarascada, se descalificaban.

Como debe ser, pasó por televisión. Aparecieron en recuadros que subían y bajaban como las encuestas. Frente al televidente, Cuauhtémoc Cárdenas a la izquierda y Fox y Francisco Labastida a su derecha.

Labastida, aparentemente tranquilo; Fox visiblemente inquieto nervioso, se pasaba la lengua una y otra vez sobre los labios para aliviar, seguramente, la resequedad.

Se dijeron, Labastida y Fox, de todo, pero lo mismo: si uno representa la corrupción, si el otro la mentira y la ignorancia hasta de la historia del país.

Mientras, Cuauhtémoc Cárdenas, con un tiro de cámara desfavorable, que lo hacía verse alejado, hablaba de cosas raras para sus contrincantes.

Se refirió, por ejemplo, a principios, y nadie le contradijo; del oscurantismo de Fox, y éste lo pasó por alto, seguramente porque no lo comprendió, y remató contra los últimos gobiernos priístas. Labastida simplemente huyó, pero principalmente propuso, reiteró en serio, hacer un debate y dejar de lado el show.

Entonces, Fox, el ex vendedor de Coca Cola, acorralado, temeroso, desarmado por las acusaciones de Labastida, largó el insulto y predijo para el candidato del PRI un futuro igual al pasado foxista: el de vendedor.

Hablaba y hablaba el ex vendedor, mientras Joaquín López Dóriga, el conductor del noticiario que convocó a los candidatos a la Presidencia de la República, le dejaba decir y decir, tal vez por aquello de que el fox por su boca muere, pero cortaba a Labastida y Cárdenas en sus turnos.

En tanto, durante el tiempo del mismo noticiario, la gente respondía a una pregunta, mediante la cual en el fondo se trataba de saber si al televidente le importaba o no el debate.

La respuesta a la pregunta concreta de si el debate cambiaría su decisión de voto fue en 80 por ciento negativa, es decir, el encuentro entre los candidatos no modificará la intención del voto.

Así, sacando cuentas, se podría decir: debate sí, para el show, para el morbo pero no para decidir el futuro político de los convocados por el Canal de las Estrellas.

Al final, Labastida y Fox aceptaron la propuesta de Cárdenas para hallar los caminos necesarios que den tránsito a un encuentro de ideas sobre la forma de gobernar México.

Los tres se despedían de los televidentes con la promesa de volverse a encontrar y los candidatos del PRI y el PAN seguramente harán lo mismo. El insulto y la descalificación para alimentar el morbo.

Total, el tiempo se terminó. Fox hacía la V de la victoria y para sostener su mano, seguramente débil, se ayudaba con el otro brazo, y Labastida seguían en el ataque. Un Cárdenas sereno, pero con el gesto adusto, amenazó con seguir proponiendo un gobierno diferente.

Y no fue todo, después, en otra estación de televisión, Fox reiteró su respeto por Cárdenas y su admiración por el general Lázaro Cárdenas, quien, dijo, nacionalizó el petróleo en 1936.

Cuauhtémoc lo dejó terminar y tranquilo lo corrigió: la nacionalización petrolera fue en 1938, no en 1936: "No conoces la historia de México". Fox calló y cayó...

Ayer por la noche, el show cumplió con su cometido. El rating, la verdad suprema, triunfó.


Ť IFE: necesario, abatir la proporción de funcionarios de casilla sustituidos


La estrategia de capacitación electoral debe reforzarse

Alonso Urrutia Ť Los consejeros electorales Emilio Zebadúa y Jesús Cantú advirtieron ayer que es importante reforzar la estrategia de capacitación electoral y abatir la proporción de funcionarios de casilla sustituidos para reducir el riesgo de que el 2 de julio existan errores en el cómputo de votos, lograr más transparencia en el proceso y un mayor apego a los procedimientos establecidos en la ley.

Con ello, dijeron durante una reunión privada con los representantes de los vocales ejecutivos de las 32 entidades, se eliminarían al máximo las posibilidades de impugnación legal de los partidos a los resultados y la posible anulación de éstos.

Zebadúa añadió que lograr que los ciudadanos insaculados sean los que finalmente se responsabilicen de las mesas de casilla está directamente asociado con "la calidad de la elección".

Fue claro en señalar que si bien existen los procedimientos legales para sustituir funcionarios, "en la medida en que se tiene que realizar un mayor número de cambios en esta estructura donde participan los ciudadanos, se reduce el control de calidad de los comicios".

Subrayó que entre las tareas pendientes en lo que resta del proceso, la integración de los ciudadanos como funcionarios de casilla "es el eslabón más débil", por lo cual el IFE ha diseñado toda una estrategia fundada en la capacitación a domicilio, pues realizarla en módulos era una de las causas principales de la deserción de ciudadanos.

Cantú comentó en entrevista que en 1997, alrededor de 28 por ciento de los ciudadanos que fueron insaculados para ser funcionarios de casilla debieron ser sustituidos por diversas razones.

No obstante, puntualizó que el comportamiento fue muy desigual, pues mientras en Sonora, en un distrito electoral se debió sustituir a 60 por ciento de los ciudadanos y se tuvo un promedio estatal de 40 por ciento, en Aguascalientes, en un distrito esta proporción fue 1.1 por ciento y a nivel estatal el promedio fue de 3.6 puntos porcentuales.

Explicó que existen diversas formas de sustitución de funcionarios, llegando al caso extremo de incorporar a los ciudadanos que estén formados en la fila el día de la jornada para complementar la integración de los encargados de casilla.

Agregó que en 1997, 10 por ciento de estos funcionarios debió ser sustituido el mismo día de la jornada electoral; 8 por ciento fue remplazado una semana antes y otro 10 por ciento durante los días previos. Es claro, comentó, que entre menos cambios haya, existe una mayor calidad de la elección, pero quienes fueron sustituidos con tiempo pudieron ser capacitados para su desempeño como funcionarios.

Comentó que la meta de este año es abatir a 15 por ciento esas modificaciones para lograr que el mayor número de funcionarios de casilla lleguen con los niveles de capacitación óptimos.

De acuerdo con la estrategia de capacitación electoral, se prevé que las sustituciones no se den el día de la jornada ni una semana antes para lograr la capacitación de los ciudadanos.

Zebadúa explicó que la importancia de apegarse a los procedimientos originales de la ley electoral es que la insaculación de ciudadanos garantiza transparencia en la integración de los funcionarios de casilla e impide que algún partido pudiera infiltrar militantes en esta parte de la estructura.

De igual forma, ello garantiza que reciban dos capacitaciones y así tengan la preparación para apegar su actuación a los procedimientos fijados por la ley. Evidentemente, ello se liga directamente con mayores garantías de que el desarrollo de la contienda se realice a nivel de las casillas, con pleno apego a la legalidad.

Cantú externó que si bien no está en riesgo la organización electoral, el objetivo de la nueva orientación en la estrategia de capacitación electoral es lograr una mayor calidad en la elección.