LUNES 22 DE MAYO DE 2000
Ť Hubo de todo: incidentes al comienzo, juego ríspido y duelo Sánchez-Cabrera
Pumas imparable; venció a Rayos 2-1 (6-4) y va contra el Santos
Ť Los necaxistas repartieron golpes y patadas Ť López, Cabrera y Vigna, expulsados
Marlene Santos A. Ť Pumas sacó la casta y con categoría remontó el marcador para vencer 2-1 (6-4 global) al Necaxa, y avanzar a semifinales, donde enfrentará a Santos. Fue un partido vibrante, en el que los auriazules pusieron el ejemplo a los veteranos rayos al jugar con la cabeza fría.
Sin embargo los visitantes, al sentir que la calificación se les iba, hicieron blanco de sus agresiones a los delanteros Jesús Olalde, Luis Ignacio González y al desquiciante Antonio Sancho, por lo que terminaron con ocho hombres al sufrir tres expulsiones.
El estadio olímpico México'68 lució rebosante de aficionados, quienes tuvieron que esperar una hora más bajo el intenso sol, pues por incidentes ocurridos afuera del inmueble el cotejo se retrasó. Sin embargo, la emotividad al momento de entonar el himno de la UNAM hizo vibrar al estadio que enseguida volcó el apoyo incondicional hacia los suyos.
En los primeros minutos los necaxistas controlaron las acciones, se adueñaron del balón e impusieron su ritmo, sobre todo después del gol de Alex Aguinaga, quien por el centro recibió un pase de Sergio Vázquez; Luis Pérez hizo un movimiento que distrajo a los zagueros y Alex sacó tiro raso que sorprendió al portero Sergio Bernal.
El cotejo pintó sus primeros rasgos de violencia, mientras la actuación se equilibró con llegadas hacia ambas porterías, y aunque predominaba el ritmo semilento de Rayos, un error dio al traste con la labor de los necaxistas: Al minuto 41 Hernán Vigna se hizo expulsar con el segundo cartón amarillo.
Hugo Sánchez ingresó a Raúl Alpízar y a Jaime Lozano para el segundo tiempo, y retornó a la formación que le había dado resultados en los últimos partidos. Al 64, Jesús Olalde puso el 1-1 que acabó con las esperanzas de Rayos, cuando remató con la cabeza un centro remitido por el Gonzo González.
Al minuto 76, Ignacio Ambriz dio un caballazo a Sancho, cuando éste había brincado para recibir el balón. El resultado fue un gran chichón en la frente y cartón amarillo para Ambriz. Al minuto 84, Olalde replicó la agresión con otro tanto, el definitivo 2-1 a pase de Sancho.
Pero enseguida (al 89), el apodado Golalde se llevó un recuerdo de Markus López, una patada en la sien derecha que le dejó un chipote similar al de Sancho. Markus fue expulsado y en la confusión Hugo Sánchez insultó a Salvador Cabrera; éste salió a encararlo y al regresar recibió su segundo cartón amarillo; cuando ya se iba se abalanzó de nuevo sobre Hugo que corrió a su banca.
Reporteros, fotógrafos y uniformados rodearon a los rijosos; Raúl Arias, técnico visitante, empujó a un policía y otros necaxistas corrían sobre Cabrera hasta que Aguinaga lo tomó del hombro y lo encaminó al vestidor. Al final y con los ánimos caldeados, el grito era uno solo: "šHugo, Hugo, Hugo!".
Ť Acusó a los rojiblancos de llegar con la intención de lesionar a sus pupilos
Mis jugadores son machos inteligentes: Hugo
Hugo Sánchez rebosaba felicidad. "Estoy contento, špor supuesto! Orgulloso por la garra que mostró el equipo. Los jugadores, a pesar de su juventud, tienen experiencia, madurez y la inteligencia suficiente para no dejarse enganchar con las provocaciones. Y después de ir perdiendo, reaccionaron. Los felicito no sólo a ellos sino a la afición, que anotó su gol".
El entrenador de Pumas aseguró que Rayos llegó "predispuesto a llevarse a alguien entre las patas" con sus faltas, lo que lo colocó en riesgo de perder a algún elemento por lesión de cara a semifinales.
Añadió que Necaxa se quiso justificar de mil maneras, una de ellas pidiendo el retraso del juego, "Ver tantas banderas azules, el logotipo puma asusta a cualquiera... Se está viviendo una epidemia de miedo escénico en Ciudad Universitaria y el nerviosismo los invadió a ellos", subrayó.
Destacó que en la charla táctica pidió "no entrar en provocaciones. Ellos lo entendieron, reaccionaron como hombres, porque tengo unos machos que han reaccionado como tales, pero que a la vez fueron inteligentes porque no hubo expulsados... Mis jugadores han demostrado que los tienen bien puestos".
Dijo que Salvador Cabrera lo estuvo insultando y ahí Hugo mostró sus dotes histriónicas para dar su versión, "cuando remontamos le pregunté: Ƒtodavía sigo siendo lo que antes me estabas diciendo. Ese fue el detonante para que se sintiera ofendido", señaló.
Olalde, aparte del hematoma presentaba rasguños en el cuello, y señaló: "esperábamos futbol, no luchas. Esto no es de compañeros, ni de amigos, es de mala leche".
Arias aceptó que la debacle de su equipo se inició con la expulsión de Vigna, pero no puso pretextos ante la derrota. Señaló que antes de hablar de refuerzos verá qué pasa con su propio contrato.
Ť Se pospuso una hora
Agreden a Rayos y retrasan el acceso de su camión al estadio
Antes del partido, unos 250 jóvenes que se dijeron estudiantes de CCH obstaculizaron el paso del autobús en que se transportó el Necaxa con piedras sobre el asfalto en el circuito que rodea el estado y se negaron a retirarse. Pintaron el vehículo y se subieron al techo para brincar y cimbrarlo de manera amenazante.
Los agresores se dijeron miembros de la "porra oficial" y aseguraban que Manuel Negrete, director de Deportes de la UNAM, les había prometido boletos. Finalmente, el vicepresidente de Pumas, Javier Jiménez Espriú, confesó: "les di algunos boletos". Rayos pudo ingresar a las 11:45 horas y propuso iniciar el cotejo a las 14:00 horas.
Tras negociaciones entre ambas directivas, el visor de la primera división, de la Comisión de Arbitraje y el silbante Antonio Marrufo, se acordó que el juego comenzara a las 13:00 horas.
Tras el cotejo, Jiménez Espriú negó que hubiesen fallado las medidas de seguridad, y que Pumas haya incumplido el reglamento que lo obliga a garantizar el bienestar del visitante, porque dijo que los hechos ocurrieron afuera, y que "ahí la seguridad correspondía a las autoridades" capitalinas.
A pesar de que sobre la pista de tartán aún estaban las piedras que los aficionados lanzaron sobre los necaxistas, cuando éstos calentaban, el directivo insistió en que en ningún momento se vio en peligro la integridad de los rojiblancos. Asimismo negó otro hecho evidente, el sobrecupo.
Raúl Arias, técnico de Rayos, relató: "Nunca había vivido tal inseguridad", y pidió tomar medidas antes de que ocurra una tragedia. Aclaró que jugaron para no defraudar a la gente. "Después de la tensión vivida, lo importante ahora es salir con vida de aquí... Pero no jugamos bajo protesta ni tampoco vamos a llorar", indicó.