DOMINGO 21 DE MAYO DE 2000
* Busca no sólo alfabetizar, sino que el adulto acredite primaria y secundaria
Educación para la Vida, propuesta del INEA contra el rezago educativo
* Los porcentajes de analfabetismo se han ubicado en las últimas décadas en 6 millones de personas
Gabriela Fonseca /I * Actualmente, 55 por ciento de la población mexicana mayor de 15 años no ha concluido la secundaria, pues no ha tenido acceso a la educación básica gratuita que se garantiza en la Constitución. ''Cuando hablamos de educación, hablamos de un elemento de cohesión de la sociedad, necesario para integrarla en el marco de productividad y a los países, en la modernidad, en plena globalización. Por ello es un error creer que la educación para adultos es una cuestión altruista o humanitaria'', afirmó el director de Planeación y Evaluación del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), René González Cantú.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), comentó Cantú, México, Turquía y Portugal se encuentran entre los países donde la mayor parte de la población no ha concluido la secundaria. Y esta y otras organizaciones mundiales consideran que sólo cuando la mayoría de la población ha terminado la educación básica, puede decirse que un país cuenta con un requisito mínimo para lograr una viabilidad económica.
A su vez, el director general del INEA, José Antonio Carranza, señaló que la instrucción para adultos ha sido vista durante décadas como un esfuerzo por la alfabetización, siendo que el rezago educativo de quienes no concluyeron la educación básica es más generalizado.
Los porcentajes de analfabetismo en el país se han ubicado, en las últimas décadas, siempre alrededor de 6 millones de individuos. Según el censo de 1999, 89.6 por ciento de la población mayor de 15 años sabe leer y escribir, aunque parte de ellos podrían volverse analfabetas con el tiempo.
El INEA comenzó en 1995 un proceso de reforma del instituto, para convertirse en el medio que supla las carencias de la población adulta que vive en el rezago educativo, y no sólo para combatir el analfabetismo.
El resultado de esta reforma es el modelo Educación para la Vida, que consta de 41 módulos encaminados a alfabetizar al adulto, lograr que éste acredite la primaria y la secundaria, pero al mismo tiempo obtenga elementos que mejoren, de manera inmediata, la calidad de su vida e incluso le ayuden a capacitarse en algún oficio o continuar con su educación.
Según Carranza, el principal reto de la educación para adultos consiste ''primero en atraer al adulto, y después motivarlo para poder retenerlo'', y para lograrlo es necesario tratar de impartirle una educación que le sea útil para mejorar su calidad de vida en lo inmediato.
Por ello, debió ampliarse el concepto de educación para adultos, bajo el entendido de que no se trata sólo de alfabetización. Carranza señaló que actualmente el analfabetismo es un problema grave, pero no tan generalizado como podría pensarse, y que la tasa de analfabetismo en México siempre aparece mayor que la de otros países, pero esto se debe a que las encuestas de la Unesco o la OCDE sólo incluyen a la población analfabeta de entre 15 y 60 años de edad, mientras que las del INEA incluyen a todos los mayores de 15 años.
En 1999, la tasa de analfabetismo fue de 10.2 por ciento de la población, equivalente a 6.6 millones de personas. Veinte años antes, el número de analfabetas era de 6.7 millones de personas, que equivalía a 25.9 por ciento de la población total de ese año. La proporción de analfabetas ha disminuido conforme aumenta la población, pero el número total de personas que no saben leer ni escribir se mantiene constante.
Se ha logrado disminuir el analfabetismo consistentemente en la población más joven, pero no se ha logrado que el índice de analfabetismo descienda de los 6 millones. En parte, explica González Cantú, esto se debe a que personas que no lograron pasar del tercer año de instrucción primaria tienden a olvidar todo lo aprendido por falta de uso, en lo que se considera otro aspecto del rezago educativo.
En zonas indígenas, la labor del INEA lleva más tiempo, pues se busca alfabetizar, primero, en la lengua materna, y posteriormente impartir la primaria y secundaria bilingüe.
El INEA ideó, como parte de su reforma interna, elaborar exámenes de colocación para adultos con la intención de personalizar su aprendizaje, detectar habilidades y deficiencias que tenían los adultos que no concluyeron su educación básica, en lo que fue el primer acto de reconocimiento del aprendizaje que logra el individuo a lo largo de su vida.
Carranza y González Cantú señalaron que puede haber casos en que una persona incluso acredite la primaria en este examen; también existen casos en los que la persona sabe leer, pero no escribir. Carranza señaló que estas pruebas consisten en ejercicios de lógica matemática, operaciones, lectura, y que muchas de las fallas del individuo se concentran en situaciones de memoria, y no en cuestiones operativas. Esto permite, incluso, que algunas de sus materias de primaria o secundaria se den por acreditadas, lo que logra que el alumno sea consciente de sus deficiencias y se concentre en remediarlas.
La carrera contra la ignorancia
El Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) propone no sólo impartir una educación básica sólida, sino crear las bases para que el individuo se autoeduque a lo largo de la vida. El instituto prioriza que la población no envejezca en el rezago educativo, pues la falta de uso de conocimientos adquiridos hace que la persona tienda a desalfabetizarse. También está comprobado que, a cierta edad, la educación ya no surte efecto. El director de Planeación del INEA, René González Cantú, compara este proceso con el del aprendizaje de una lengua extranjera: ''Cualquiera que la aprenda, si no la emplea la olvida, y aprenderla después de cierta edad es prácticamente imposible''.
El proceso de desalfabetización está relacionado con el grado de escolaridad que se alcanzó. En total, 67 por ciento de quienes acreditaron sólo el primer grado de primaria, se volverán analfabetas, y ocurrirá lo mismo con 20 por ciento de quienes lograron concluir el segundo grado. De quienes llegaron al tercer grado de primaria, sólo 7 por ciento se volverá analfabeta. Al parecer, a partir del cuarto grado de primaria es difícil que el individuo olvide todo lo aprendido.
Es también más fácil que una persona pierda su alfabetización, por ejemplo, en un medio rural en el que existen menos anuncios, publicaciones y mensajes escritos que en uno urbano. Expertos de la educación para adultos han llegado a decir que, a final de cuentas, las revistas de historietas contribuyen a que cierto nivel de alfabetización se mantenga.
Sin embargo, el INEA considera ''alfabetizables muy difíciles'' a los mayores de 65 años, que equivalen a 2.7 millones del total de 6 millones de analfabetas. Son ''alfabetizables difíciles'' las personas de entre 45 y 65 años de edad, es decir, 2.3 millones del total de analfabetas. Sin embargo, en todo individuo existen distintos grados de motivación para continuar la educación. González Cantú señala, por ejemplo, que las madres jóvenes son de los grupos que tienden a continuar su educación, pues tienen interés en ayudar a sus hijos en las tareas escolares.
González Cantú agregó que, si bien se considera un reto el motivar a los adultos, cuando éstos logran finalmente reconocer palabras en signos que antes no comprendían ''se les abre el mundo, les cambia la vida totalmente''.