SABADO 20 DE MAYO DE 2000
Ť Habla Milton Nascimento, intérprete brasileño que retorna a México
El misterio de las montañas hacia el mar, encanto de ser de Minas Gerais
Ť Con mi concierto en el Zócalo, veré a los ojos a las personas sinceras, dice a La Jornada
Ť Siempre he cantado con quienes amo, señala el compositor y poeta cuya música sonríe
Pablo Espinosa Ť Hay poetas que sin bombos ni trompetas van saliendo de recónditos altillos, de paredes de silencios, de redonda con puntillo. Salen de agujeros mal tapados y proyectos no alcanzados, cansados, que regresan en fantasmas de colores a pintarte las ojeras y a pedirte que no llores.
Milton Nascimento es un poeta cuya música sonríe. El párrafo anterior pertenece a Guardanapos de papel, tercer track de uno de sus dos discos más recientes, titulado simplemente Nascimento, y que es uno de los más hermosos que alguna vez se hayan grabado sobre el planeta Tierra.
Milton, como es llamado cariñosamente, es un músico que uno escucha y enseguida ama. Es un músico de música amorosa y su encanto sonoro captura la sonrisa de Dios, que precisamente está en la MUSICA.
Infatigable militante de las mejores causas sociales
Milton sonríe. Está en México de vuelta. Feliz porque como lo ha hecho en fechas recientes en lugares populosos de Italia, Suiza y Francia, este domingo, a las 13:00 horas, hará una única, histórica presentación en el Zócalo capitalino, en un concierto organizado por el Instituto de Cultura de la Ciudad de México. Dice Milton a La Jornada: ''Será un concierto bonito porque veré a los ojos, mientras cante, a la gente que es sincera, a la que deveras quiera oír mi música, porque no tiene que pagar por ella".
Milton nació, hace 57 años, en Minas Gerais, que no significa otra cosa que Minas Generales, pero la música de pronunciar Minas Gerais evoca, de golpe e hipnotismo, la imagen de piedras preciosas y el fulgor del oro sin codicia, ecos anteriores al posterior florecimiento del barroco en viejas ciudades como Ouro Preto, Congonhas y Diamantina. Poesía que no se agota.
Milton, cuya música sonríe y despierta a Psique y a Cupido unidos, integró en la sustanciosa década de los sesenta una santísima trinidad con su hijo putativo (digámoslo así, para ilustrar influencia de uno sobre otro y demostrar la grandeza miltoniana) Chico Buarque de Holanda, quien luego de aprender del ejemplo de Milton (que desde siempre ha sido un militante de causas sociales, entre ellas el respeto a los negros e indios brasileños, a las mujeres de todo el mundo) que con sambas y tropicalismos se pueden también expresar luchas sociales, escribió Apesar de Vocé y Vai Passar, dos himnos de la resistencia social, de la militancia, que le valieron, a Chico Buarque, al mismo tiempo que la celebridad planetaria, el exilio temporal. La otra arista de esta santísima laica y tropicalísima santidad es una reina que nos gobierna desde su sonrisa en otro mundo: Elis Regina, madre nutricia de todos nosotros que la adoramos y también del hijo adoptivo (sus padres, ambos blancos) Milton Nascimento, quien le rinde pleitesía en este resumen: ''Ella era mi camino, mi portavoz".
Milton está en México. Sonríe porque su trayectoria es de sonrisas: una música alada de la que hará un recorrido en su concierto en el Zócalo que nadie debe perderse. La Jornada tuvo el privilegio de una nueva charla con este músico angelizado:
-Naciste en el mismo sitio que Drummond de Andrade, que Guimaraes Rosa, Ƒcómo ostentas tal signo de identidad, sobre todo con una música que no responde al estereotipo folclórico de la música brasileña?
-Minas Gerais posee cosas muy diferentes, ciertamente, respecto de los otros estados brasileños: siempre aparece una persona con un lenguaje nuevo en cualquier manifestación del arte, de la cultura. Cuando yo comencé a hablar con música, no sabía siquiera de la existencia de Drummond de Andrade ni de Guimaraes Rosa. Tenía 14 años cuando comencé a hablar con música. Después leí a esos dos autores y me percaté de algo que me había sucedido y que era bello e interesante: la primera música que hice y con la que me hice famoso se llama Travesía y con el tiempo me percaté que travesía es la última palabra de uno de los libros de Joao Guimaraes Rosa.
''El encanto de nacer y de vivir en Minas Gerais es el misterio de las montañas. Uno siempre tiene el anhelo de subir a las montañas para alcanzar el mar.''
Aprecio por un público que no es selecto
-Han pasado 30 años, Milton, de cuando empezaste a hablar con música frente a un público, Ƒcómo lo festejas?, Ƒcómo es el mundo diferente?
-Todo lo que hago, como dices, tiene que ver con la gente. Habla directamente con y de personas y lo que sucede en la vida de esas personas. Así que la única diferencia que encuentro ahora es, en efecto, han pasado 30 años ya y que las personas para las que y de las que escribí entonces son ahora papás e incluso abuelos. Lo que sigue igual son las diferencias sociales, pero todas ellas caben todavía en mi música, por eso me gusta mucho la idea de dar un concierto este domingo en la plaza pública de México, en una plaza abierta sin que la gente tenga que pagar por escucharme hablar con música. Eso es algo que me hace muy feliz, tener contacto con un público total, que no es selecto.
-ƑQué música, de las muchas de Milton, oiremos?
-Un recorrido, una selección de toda mi música, desde que comencé hasta ahora, incluyendo un par de músicas de Crooner (su más reciente disco) que por cierto fue una idea que comenzó como un juego y que resultó algo muy interesante: las personas que cantan de noche no son muy respetadas y eso fue precisamente lo que me llamó la atención: vestirme de crooner, ser un crooner, cantar de noche.
-ƑY luego de tal divertimento, cómo es el retorno a la poesía, a Elis Regina, a las atmósferas Milton Nascimento?
-Siempre he cantado con las personas que he querido y amado, pero con Gilberto Gil solamente lo había hecho una ocasión. Así que ahora estamos haciendo un disco entero, juntos. En este preciso momento él está en el estudio de grabación y cómo quisiera poder enviar mi parte vía satélite (ríe Milton, siempre ríe). Es un rencuentro en muchos sentidos, entre ellos un recuerdo de la primera vez que hicimos música juntos, hace muchos años en Sao Paulo. Es un rencuentro de muchas y bonitas emociones y por eso será un disco bien bonito.
Nadie se pierda, mientras tanto, la poesía estremecedora de este ángel de color oscuro y alma brillantísima que habla con música y así lo hará este domingo en el Zócalo.
Milton está de retorno en México. Es por eso que los ángeles sonríen.