SABADO 20 DE MAYO DE 2000

* Autoridades y activistas locales culpan al SIN y a la Patrulla Fronteriza


La política migratoria de EU, causa de la crisis en el sur de Arizona

* El representante Jim Kolbe critica la decisión del gobierno de México de contratar abogados

Jim Cason y David Brooks, corresponsales; David Aponte, enviado, Washington, 19 de mayo * La crisis migratoria en el sur de Arizona ųasí como los enfrentamientos entre rancheros e inmigrantesų es el resultado predecible de las políticas de control que se han aplicado a lo largo de la línea divisoria con México, afirmaron autoridades locales y defensores de los derechos civiles.

Mientras tanto, el representante federal por Arizona, Jim Kolbe, cuestionó este viernes la decisión del gobierno mexicano de contratar abogados para demandar a los rancheros de su estado, lo que consideró como una respuesta unilateral ''no productiva''. Kolbe, posiblemente el más firme defensor de México en el Congreso, declaró que ''en vez de abordar la causa de raíz del problema de la migración, el gobierno mexicano está desperdiciando su tiempo y sus recursos al contratar un bufete legal para demandar a los rancheros''.

El representante consideró que no hay un amplio movimiento de ciudadanos que estén tomando la ley en sus propias manos, y que hay mucha información distorsionada sobre lo que ocurre en el sur de Arizona. Más de 500 mil inmigrantes, señaló, fueron detenidos el año pasado en un condado cuya población es de 90 mil. Los residentes, sostuvo, ''están frustrados y yo estoy frustrado''.

Pero para muchos de los residentes del sur de Arizona, el problema es el resultado de políticas diseñadas en Washington. ''Lo que estamos viendo son las consecuencias planeadas, y sí, digo planeadas, de la estrategia de control fronterizo del Servicio de Inmigración y Naturalización (SIN)'', declaró recientemente el sheriff Larry Dever, del condado Cochise.

Los empujan hacia nosotros...

''Sus esfuerzos de impedir el tránsito por El Paso, Texas, y San Diego, California, han empujado a esta gente (los inmigrantes) hacia nosotros''. El sheriff, rancheros locales y varios funcionarios públicos en el estado, se han quejado de que aun cuando el número de inmigrantes que llegaban al sur de Arizona se incrementó en forma drástica hace 18 meses, el SIN no respondió a la situación.

Funcionarios del SIN niegan que hayan establecido deliberadamente un sistema para canalizar inmigrantes hacia el sur de Arizona, pero reconocen que una vez que se descubrió este problema el gobierno federal se tardó en actuar. ''No siempre podemos responder igual de rápido que los contrabandistas'', declaró la víspera la comisionada del SIN, Doris Meissner. Pero señaló que el organismo a su cargo está respondiendo ya a esa situación.

No obstante, varios defensores de derechos civiles denunciaron esta semana, en entrevistas con La Jornada, que la política de la Patrulla Fronteriza de reforzar un punto de entrada y canalizar así a los inmigrantes a otras partes de la frontera, crea situaciones peligrosas. ''La Patrulla Fronteriza ha admitido que tiene una política de canalizar a gente por diferentes puntos de la frontera'', explicó el abogado de derechos humanos, Jesús Romo, desde sus oficinas en Arizona. ''Después fortalecen ese punto e intentan detener la migración con fuerza extrema''. Romo, quien trabaja en el Proyecto de Derechos Fronterizos de Arizona-Derechos Humanos, indicó que esta política sólo exacerba los conflictos e incrementa el riesgo de violaciones de los derechos humanos.

El abogado señaló que inicialmente el gobierno de Bill Clinton enfocó sus esfuerzos de control fronterizo en El Paso y San Diego, y poco después en Nogales. ''En Agua Prieta y Naco (las autoridades) dejaron entender a la gente que no se estaba aplicando la ley. Durante medio año, no arrestaron a nadie'', comentó Romo. Todo esto, afirmó, es una manipulación política del SIN dentro de la burocracia federal. ''Esta política tiene el propósito de conseguir más agentes, más equipo (para Inmigración)'', dijo.

Esta táctica funciona, indicó, cuando los residentes se molestan por el creciente flujo de migrantes, se quejan ante sus congresistas, que entonces promueven iniciativas para entregar más fondos y recursos al SIN. Funcionarios de Inmigración admiten que sus esfuerzos de control fronterizo han tenido como resultado un creciente flujo migratorio hacia Arizona, pero niegan que sea resultado de algún ''plan'' para canalizar migrantes hacia esa zona o para manipular al Congreso a fin de obtener mayores recursos.

De hecho, varios oficiales del SIN afirman en privado ser más bien víctimas de la manipulación del Congreso. No obstante, reconocieron que durante años sabían que los migrantes se dirigían a Arizona. Romo cree que el resultado es una intensificación de los conflictos y el peligro de incidentes violentos. Particularmente preocupante para el funcionario es que el problema sigue sin solución inmediata. ''Tenemos un gran número de inmigrantes pasando por aquí y como resultado muchas violaciones de los derechos humanos. Ahora están reforzando los esfuerzos en esta zona y la migración está cambiando nuevamente de dirección''. Según Romo, los puntos de cruce que ahora son los favoritos, ya que hay menos seguridad pública, son Del Río y Piedras Negras, en la frontera con Texas.

En efecto, dice, este proceso sólo genera nuevos ciclos parecidos. Hasta que las premisas fundamentales de la política migratoria actual sean cambiadas, las situaciones peligrosas se multiplicarán, si no en esta zona, en otra.