VIERNES 19 DE MAYO DE 2000
* Envía al Parlamento un paquete de iniciativas
Intenta Putin reducir el poder de los dirigentes regionales
* Nombra a sus representantes personales en los 7 super distritos
Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 18 de mayo * El presidente Vladimir Putin envió este jueves al Parlamento ruso un paquete de iniciativas de ley que buscan reducir el poder de los líderes regionales, nombró a sus representantes personales en los siete super distritos que agruparán a las 89 repúblicas y regiones de la Federación y concluyó la formación del nuevo gobierno.
Después de haber sostenido una larga y por momentos áspera reunión con un grupo de 26 líderes regionales, Putin explicó anoche, en mensaje televisivo a la nación, el sentido de su propuesta.
Tres son los elementos medulares: modificar el criterio de formación de la Cámara alta, de modo que los jefes de los ejecutivos y legislativos regionales dejen de ser por omisión miembros del Consejo de la Federación, ocupando sus escaños representantes nombrados por ellos, que legislarían de tiempo completo.
En segundo lugar, otorgar al presidente la posibilidad de destituir a los líderes regionales y de disolver las asambleas legislativas, en caso de que adopten leyes que se contradigan con la Constitución federal.
Y, por último, conceder a los líderes regionales el derecho de remover a funcionarios de instancias inferiores, el equivalente local de los presidentes municipales.
Hasta donde ha podido saberse, durante la mencionada reunión, Putin encontró un fuerte rechazo a su idea de designar a los gobernantes regionales, que finalmente lo hizo desistir de la misma.
Las opiniones recogidas por La Jornada apuntan a que no habría mayor problema para que las iniciativas de ley presentadas por Putin sean aprobadas, con las adiciones y enmiendas del caso, por la Cámara baja (en una primera etapa se requieren sólo 226 votos). Más conflictivo se perfila el panorama en la Cámara alta, cuyos actuales integrantes firmarían de hecho su acta de defunción como legisladores, perdiendo de paso el fuero que tanto aprecian muchos de ellos.
En caso de que el Consejo de la Federación rechazara las respectivas leyes, queda el recurso de que la Duma supere el veto con dos tercios de sus votos, abriendo una espiral de confrontación que, más temprano que tarde, terminaría en la disolución de la Cámara alta.
El verdadero problema es el tiempo, ya que los proyectos de ley promovidos por Putin requieren precisiones importantes y, aun si el Parlamento los aprobara antes del receso de verano, prevalece la opinión de que la reforma sería instrumentada sólo hasta fin de año.
La propuesta del presidente contiene formulaciones ambiguas, que seguramente provocarán encendidos debates, y es muy probable que los líderes regionales tratarán de desvirtuar, con sus enmiendas, el riesgo de ser destituidos.
No es claro, por ejemplo, si será facultad del presidente remover a los líderes regionales a través de un decreto o se tendrá que definir un complicado procedimiento constitucional, similar al que existe para destituir al presidente, en la práctica inaplicable.
Por ahora, salta a la vista la intención de reforzar el poder del Kremlin sobre las regiones y no puede desvincularse del reciente decreto que implanta siete super distritos federales, que estarán encabezados por representantes personales de Putin.
Como era previsible, de los siete, cinco tienen rango de general y sólo dos son civiles. El general del FSB (sucesor del KGB) Gueorgui Poltavchenko representará a Putin en el distrito central; el general del FSB, Viktor Cherkesov, en el Noroccidental; el general del ejército Víktor Kazantsev, en el norte del Cáucaso; el ex primer ministro Serguei Kiriyenko, en el Volga; el general y ex viceministro del Interior, Piotr Latishev, en los Urales; el ex ministro para la Comunidad de Estados Independientes Leonid Drachevski, en Siberia: y el general del ejército Konstantin Pulikovski, en el Extremo Oriente.
Kasianov, ratificado
Mijail Kasianov, propuesto por el presidente Vladimir Putin, fue ratificado ayer como primer ministro por los diputados de la Duma, en una sesión casi de trámite, previsible por la composición de la Cámara baja. La votación fue favorable a Kasianov con un margen muy por encima del mínimo requerido (226 votos), pues logró 325 a favor, 55 en contra y 15 abstenciones, que es el mejor resultado de los 9 jefes de gobierno de la era postsoviética.
A sus 42 años, Kasianov se convierte en el tercer primer ministro más joven de 1991 a la fecha, dado que Yegor Gaidar y Serguei Kiriyenko tenían 36 años cuando asumieron el mismo cargo. La ratificación tan fácil de Kasianov, incluso superó en 8 votos el récord establecido por Evgueni Primakov, se debió a una paradoja: el carecer de programa de gobierno, lo que reconoció con honestidad desde la tribuna de la Duma.
Este hecho anormal influyó de manera decisiva en los resultados, como demuestra la distribución de votos entre las distintas fracciones parlamentarias, porque le permitió a Kasianov ofrecer, en reuniones previas con unos y otros, los planteamientos que cada cual quería escuchar y que, en sentido estricto, no comprometen a nada.
Al margen de que el gabinete llegue a ser o no un dócil instrumento del Kremlin, al escoger a Kasianov, Putin se convirtió a sí mismo en una suerte de rehén del proyecto de continuidad, entendido sobre todo como compromiso de respetar su impunidad, del grupo que lo llevó a la presidencia. Aunque sea sólo una posibilidad teórica, hay que anotar que la Constitución establece que Kasianov asumiría las riendas del país, en caso de muerte, incapacidad o renuncia del presidente.
Papel determinante de La Familia
En la composición del nuevo gabinete hay muy pocas caras nuevas. Aleksei Kudrin, que era el candidato a jefe de gobierno de los grupos de San Petersburgo y Alfa, fue nombrado viceprimer ministro y titular de Finanzas. Del mismo equipo son Guerman Gref, ministro de Desarrollo Económico y Comercio, y Leonid Reiman, en Comunicaciones.
En cambio, además de imponer a su candidato a primer ministro, sorprende la capacidad demostrada por La Familia para mantener todas las carteras que tenía en el anterior gobierno: Interior, Información y Prensa, Vías Férreas, Energía Atómica y Energéticos y Combustibles.
En este sentido, más significativa aún fue la designación de Vladimir Ustinov como nuevo procurador general de Rusia. El martes, los miembros del Consejo de la Federación recibieron claras señales del Kremlin de que el candidato de Putin a procurador general era Dmitri Kozak, miembro del grupo de San Petersburgo más allegado al presidente.
Aparentemente, el presidente ya había firmado el nombramiento, pero todo indica que La Familia no estuvo de acuerdo en confiar la procuraduría general a Kozak, quien tiene más virtud que su lealtad a Putin, y logró que el presidente designara a Ustinov.