VIERNES 19 DE MAYO DE 2000

* Su situación, en manos de la justicia, aseguró


Lagos, dispuesto a perdonar a Pinochet por razones de Estado

Enrique Gutiérrez, corresponsal, y agencias, Santiago, 18 de mayo * El presidente chileno, Ricardo Lagos, dijo este jueves que está dispuesto a hacer un gesto en favor del ex dictador Augusto Pinochet "por razones de Estado", aunque reiteró que la situación del aún senador vitalicio está en manos de la justicia.

Lagos dejó en claro que el hipotético gesto en favor de Pinochet no se refiere a la situación judicial que enfrenta, un proceso que podría culminar en el levantamiento de su inmunidad y un juicio por las violaciones de los derechos humanos bajo su régimen, indicó Ap.

"Dejemos a los tribunales hacer su tarea", insistió Lagos, quien hoy comenzó una visita oficial a Argentina.

Ap precisó que la pregunta sobre el eventual gesto "por razones de Estado" en favor de Pinochet no aludía a la situación judicial específica del ex dictador.

"Las razones de Estado, obviamente que obligan a un presidente a intervenir, y es un elemento que tiene que evaluar. Entiendo que soy presidente de los 15 millones de chilenos. Quiero que miremos hacia adelante", dijo Lagos en una entrevista.

De esta manera, el gobernante respondió a una consulta si intervendría en favor del ex dictador como lo hizo su antecesor, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, en 1995 para que fuera terminada una investigación por el pago de 3 millones de dólares al hijo mayor de Pinochet, que en dos ocasiones hizo público su malestar.

Señaló que el próximo domingo, al rendir su informe anual al país, entregará una nación mirando al futuro. "No llegué al poder para administrar las nostalgias del pasado", indicó el mandatario socialista.

"Heredo una situación que tengo que abordar. Por lo tanto, los chilenos saben que si tengo que dar un paso, lo voy a dar en función del interés superior del país", añadió el mandatario.

Tras señalar que fueron superadas las diferencias surgidas a raíz de un publicitado encuentro de los jefes militares el lunes pasado, indicó que la inquietud castrense por la suerte de Augusto Pinochet ha complicado "muy poco" a su gobierno, que comenzó el pasado 11 de marzo.

Reconoció que la molestia por los intentos judiciales para someter a juicio a Pinochet por el secuestro de 19 prisioneros, previo desafuero de su cargo de senador vitalicio, involucra a muchos uniformados chilenos, y "de ahí entonces que la expresión de disconformidad es más compleja y difícil" de enfrentar.

A todo esto, los diputados socialistas Fanny Pollarolo y Sergio Aguiló pidieron al presidente de la pinochetista Unión Demócrata Independiente, el también diputado Pablo Longueira, que interceda ante Pinochet para que el ex dictador levante un supuesto juramento secreto que estaría impidiendo a "los militares en retiro y ex funcionarios del régimen militar revelar el lugar donde están los restos de los detenidos desaparecidos".

Longueira calificó esta semana como una "chacota" (broma) la serie de 102 querellas --hoy llegaron a 103-- contra Pinochet, y señaló que se sabía que todos los desaparecidos estaban muertos, y no secuestrados como dice la justicia.

Por su parte, el abogado de derechos humanos Hugo Gutiérrez pidió al juez Juan Guzmán que interrogue a Longueira, para que diga dónde están los restos de los detenidos desaparecidos.

En Buenos Aires, el presidente Ricardo Lagos instó a su par argentino, Fernando de la Rúa, a sellar una "alianza estratégica" para enfrentar en conjunto los desafíos de la globalización.