VIERNES 19 DE MAYO DE 2000
* Interpretó 16 canciones la noche del miércoles en el Hard
Motorhead desquició a los melenudos
Juan José Olivares * Los motores se encendieron a toda su capacidad la noche del miércoles, en el Hard Rock Live, con la presentación de la bandotota de metal Motorhead.
Ellos son como los vinos: entre más viejos, mejores. Los Motorhead convirtieron las cabezas de los matudos presentes en motorizadas tatemas que no dejaron de decir: yes, yes, pa'rriba y pa'bajo, con 16 potentes rolotas, que prendieron hasta a los barmanes que atienden el negocio.
Luego de tocar desde 1975, el sonido de la banda es el mismo, aunque el único que se mantiene es el bajista y líder Lemmy Klimster, porque antes la lira la tocaba Larry Walace y la bataca, Lucas Fox ("rucos, nel, para nada, se oyen chido").
Ahora la agrupación, con "uno de los mejores bateristas del mundo", Mikkey Dee, no se cansó de pegarle con odio a los tambores y platillos para que sacaran chispas en cada canción, mientras que el guitarro Phil Campbell, movía sus dedos como verdadero subhumano rabioso.
Se escucharon sus tradicionales rolas, así como las del nuevo disco, We are Motorhead, para que los lacios pelos, incesantes, armonizaran con el ambiente netamente metal-rock. Hasta un cover de Sex Pistols, God save de queen, prendió a la banda que no dejó de corear las canciones, la voz inquisidora y los dezplantes de Lemmy, que decía: ai don espik espanish, but de nex song is... y se esuchó Orgasmatron, una impudicia que mostró la jerarquía de este grupo, que fue de los fundadores en gringolandia de esta forma de hacer rock llamada šmetalll.
A las 14 canciones se retiraron, provocando el tradicional, "šculeros!, šculeros!'', pero era un hecho que regresarían, y los hicieron con dos de sus viejos éxitos, uno de éstos el tradicional Overkill, que fulminó aún más a los extasiados cuerpos.