JUEVES 18 DE MAYO DE 2000
* El estado dejó de ser "paradigma del enfrentamiento", afirma el Presidente
Zedillo: hay "paz social" en Chiapas
* Subraya la asignación de recursos económicos "como nunca antes" para programas sociales
Rosa Elvira Vargas, enviada, Tapachula, Chis., 17 de mayo * En Chiapas hoy, según el presidente Ernesto Zedillo, "hay fundamentalmente paz social''. Para ilustrar su aserto dijo que el Estado mexicano aportó en este sexenio recursos "como nunca antes'' para programas sociales y para solucionar problemas como el de la propiedad agraria, que era "una de las causas de los enfrentamientos, de la violencia''. Esta entidad, afirmó, ya no representa, el "paradigma del enfrentamiento''.
Con "gran satisfacción'' destacó además que hoy sólo por excepción se dan casos aislados donde el conflicto o el enfrentamiento se da por razones de tierra. Los problemas sociales, los más graves, apuntó, "no se resuelven con oratoria, ni siquiera con promesas que pueden sonar muy buenas, pero que si no tienen sustento en una buena economía, entonces son promesas que no habrán de cumplirse''.
Aseguró que esa paz social que hoy tiene la entidad se debe a que el gobierno atendió problemas postergados por muchos años y porque se han tenido los recursos para que 60 mil familias chiapanecas reciban la tierra "por la que antes se enfrentaban, por la que incluso antes se mataban''.
Otra muestra de que en Chiapas las cosas han cambiado, planteó, es que mientras hasta hace poco la entidad representaba "el paradigma del desacato al estado de derecho en el país, hoy eso ha cambiado radicalmente''. Así, al realizar una nueva defensa a ultranza de la responsabilidad con la que, estableció, ha procedido su gobierno para hacer crecer la economía y darle a la misma una "verdadera dimensión humana'', Zedillo debió admitir sin embargo que los problemas de la pobreza no se resuelven en un sexenio, "a veces ni siquiera en una generación''.
En menos de un mes desde su última visita, el mandatario regresó a Chiapas y en uno de los puntos marcados por la agenda llegó a Mazatán, otro de los imponentes paisajes que la naturaleza plantó en este territorio, y donde, pegadito al mar y cerca de los manglares, presentó los programas de manejo de las reservas de la biosfera La Encrucijada y La Sepultura.
Al inicio del recorrido, en el ambiente sofocante y húmedo de esta población, Zedillo planteó que con la entrega, como en este caso, del nuevo sistema integral de abastecimiento de agua potable ųdañado casi totalmente durante las inundaciones de 1998-- queda claro que su gobierno ha tenido las políticas y los recursos adecuados para enfrentar "la verdadera amenaza de Chiapas: el atraso, la desigualdad y la injusticia''.
Así, desde donde también aseguran que empieza México, el jefe del Ejecutivo se refirió a los indicadores económicos que apenas el martes difundieron las autoridades de Hacienda, y resaltó que la economía está creciendo porque se aplican políticas correctas.
Se dirigió a quienes al advertir el énfasis que se pone en la política económica piensan que "se han confundido los fines con los medios'' y puntualizó que tener una economía sana no es fundamental en sí mismo, sino una vía sin la cual no se podría avanzar en lo social y hacerle frente a los problemas.
"Esto hay que decirlo una y otra vez'', recalcó, pues una buena economía sirve para tener los recursos necesarios para combatir la pobreza, la desigualdad y la injusticia: aquí en Chiapas está la "verdadera dimensión humana, el rostro y el corazón'' de la política.
Zedillo que con la de hoy lleva durante su gestión 33 giras a esta entidad, recibió, como es usual, decenas de peticiones. Unas a través de oficios y cartas, y otras por pancartas y la denuncia directa de los afectados. Así, en una de las calles de Tapachula, un hombre solitario mostró al paso de la comitiva presidencial, un cartel: "la luz nos está dejando a oscuras''. Luego, un grupo de estudiantes de la escuela de enfermería, y que ya en otras ocasiones lo han abordado, le pidieron la edificación de su plantel, ahora que éste ya está oficializado.
Durante esta gira, el mandatario también entregó el nuevo palacio de justicia del Soconusco. En Mazatán, más tarde, los pescadores de la región le hicieron ver la importancia de conservar el mangle rojo, el blanco, el botoncillo, el madresal, las poblaciones de zapote de agua y las grandes extensiones de tulares y palmeras con que les ha regalado la naturaleza.
Román Sánchez García, representante de los cooperativistas, dijo al mandatario que además de lo importante que esos recursos resultan para su actividad económica, también les sirven como una barrera contra fenómenos meteorológicos . Aquí, en La Encrucijada y en La Sepultura, todavía hay águilas pescadoras, pelícanos blancos y cafés, garzas, patos de ala blanca, tigres, monos araña, venados de cola blanca, perritos de agua. Todo eso, dijo el hombre con sus palabras sencillas y claras, debe cuidarse, conservarse.
En el acto de Alianza para el Campo, Zedillo destacó que ahora los agricultores chiapanecos ya no se limitan a sembrar "para irla pasando''; habló de los apoyos que se han canalizado para la siembra de palma de aceite y las ayudas para los caficultores.
Informó también que Chiapas ha recibido en estos años cerca de 9 por ciento de todos los recursos nacionales destinados a la Alianza y que a precios actuales representan cerca de 5 mil 200 millones de pesos.
* Denuncian una campaña de hostigamiento contra el municipio autónomo
Se mantiene el asedio militar sobre Polhó
Hermann Bellinghausen, enviado, Polhó, Chis. 17 de mayo * Desde las primeras horas de hoy el hostigamiento militar y policiaco sobre Polhó ha sido intenso por tierra y por aire. Igual pero distinto de los días anteriores. La situación fue particularmente dramática entre las diez y las doce de la mañana en el Campamento 2, cercano al beneficio de café de Majomut, ocupado por el Ejército desde hace dos años y medio. Los helicópteros pasaban rozando los árboles por encima de las casas, "como si fueran a bajar", dice a La Jornada el vocero del municipio autónomo.
Se trataba de helicópteros militares, pero "desde temprano estuvo pasándonos encima un helicópero blanco y gris que debe ser de la Policía Federal Preventiva", agrega. "Los niños de Campamento 2 se asustaron mucho".
"Hoy en la madrugada, a la 1:30, empezaron a moverse los carros del Ejército y las policías aquí enfrente. Iban y venían, como sin necesidad, para que creyéramos que iban a entrar en la comunidad. Así se estuvieron hasta que amaneció y entonces llegaron los helicópteros" dice el vocero a un lado de la tienda comunitaria, en un cobertizo decorado con fotos de marchas de apoyo a los zapatistas y las imágenes de dos estudiantes de la UNAM que estuvieron presos, y aunque ya no lo están, dicen todavía "libertad a los presos políticos".
Dos grandes mantas amarillas repiten, a escasos metros una de la otra, una misma frase: "Polhó no es Los Pinos, aquí no se esconden asesinos". Pasan incesantemente camiones transportando tropas del Ejército federal, así como vehículos cargados de agentes de Seguridad Pública, o bien camionetas de vidrios polarizados y sin placas, cargadas de judiciales federales. Indistintamente, por separado o formando convoy, con más constancia que método, pasan también los judiciales estatales, y sólo ocasionalmente vehículos grises, recién salidos de la agencia, y quizás por lo mismo todavía sin placas, transportando a miembros de la Policía Federal Preventiva.
"Nos tienen dicho que los de la PFP no se muestran mucho, que están revueltos con los soldados y los policías, y no traen su uniforme", señala el vocero del concejo municipal. "Por eso los de la Seguridad Pública del estado se ven muy diferentes, porque son en relidad preventivos", declara el representante tzotzil.
De cualquier manera, el patrullaje es constante sobre la carretera que va a a Pantelhó y rodea en semicírculo la parte exterior de Polhó, el campamento de refugiados mexicanos más grande del mundo. El gobierno estatal mantiene la amenaza de "entrar" en cualquier momento para aprehender a los asesinos que participarpn en la emboscada en Tzanembolom hace diez días, quienes según el procurador estatal (y sólo según él) se ocultarían entre los refugiados zapatistas, procedentes de distintas partes de Chenalhó.
"Aquí no hay criminales", dice el vocero, quien solicita ser mencionado así, por su cargo y no por su nombre. Su camiseta blanca lleva impresa en el pecho, a la altura del corazón, una versión heavy metal de la Cruz de Santiago, sus cuatro extremos afilados como lanzas. "La gente no ha salido a ninguna parte, y menos a matar, como dice el gobierno". Mariano Jiménez Jiménez, acusado por uno de los heridos en la emboscada y por el procurador chiapaneco, "se encontraba aquí el domingo 7 desde temprano en un rezo de ancianos, todos sabemos que no estaba en donde fue la emboscada".
Tzanembolom queda en las inmediaciones de Pantelhó, no muy cerca de aquí. Es una de las comunidades de Chenalhó controladas por paramilitares priístas. Un buen número de desplazados a esta cabecera municipal autónoma provienen de allí, pues desde 1997 fueron despojados de tierras y casas y tuvieron que huir para salvar tan siquiera la vida.
Invocando reiteradamente una "pérdida de valores" de las comunidades indígenas, el procurador Eduardo Montoya Liévano ha insistido en que los autónomos "protegen" a los pistoleros que mataron a tres personas e hirieron a dos en el camino que va de Tzanembolom a Pantelhó el pasado día 7. Dando por buenas las acusaciones de Mariano Gómez Gómez, herido en la emboscada, Montoya considera culpable a Mariano Jiménez Jiménez, y con base en eso propicia los patrullajes de las corporaciones mencionadas arriba, con la amenaza explícita de incursionar en la comunidad zapatista, donde viven unas 8 mil personas.
El melodramático operativo en las colonias chamulas de San Cristóbal de las Casas en días pasados, para perseguir al grupo Guardián de mi Hermano, que se supone trafica drogas y armas, nada tenía que ver con Chenalhó, pero sirvió de "muestra" de cómo operarían la PFP y el Ejército en Polhó. Ese grupo, no asociado con el gobierno, es perseguible siempre que hace falta. En cambio, el gobierno no admite la existencia de paramilitares en Chenalhó.
El vocero de los autónomos dice: "En Tzanembolom hay gente de los paramilitares de Máscara Roja. Sus jefes son medio mestizos, de la familia Guillén" (a la que pertenecía Carmen Gómez Guillén, una de las víctimas de la emboscada). Y menciona a José Eulogio Gómez Guillén y a Emilio Rodríguez Méndez como cabezas de ese grupo. El esposo de la mujer asesinada, Mariano Gómez Gómez, el cual resultó herido, es quien acusa a Mariano Jiménez, y da base legal al asedio sobre Polhó.
De Mariano Gómez, el vocero autónomo dice que es conocido "como muy deudor, pide prestado mucho dinero y no paga, mata ganado y no paga. Ahora andaba pidiendo anticipo a Yabteclum por una carga que apenas iba a traer". Dejando claro que esta persona tiene problemas y cuentas pendientes con los propios prístas de la región, añade: "Los compañeros desplazados de Tzanembolom dicen que Mariano Gómez transportaba mariguana para la policía y los soldados".
Al parecer, se repite el esquema de El Bosque: los problemas y violencia entre príistas sirven de pretexto para culpar y perseguir a los indígenas en resistencia, cuya "participación" en emboscadas como la de Tzanembolom no ha sido probada, pero aun así han sido perseguidos a sangre y fuego (recuérdense los ataques a Unión Progreso y Chavajebal en 1998).
El representante del concejo autónomo recuerda que hace una semana, después del ataque, el presidente municipal constitucional de Chenalhó, Mariano Pérez Arias, "vino a preguntar si los asesinos eran de nuestra gente. Allí lo informó de todo el juez autónomo y Pérez Arias aceptó que no tenía pruebas de que Mariano Jiménez fuera culpable".
Como el pretexto no prendía, vino la supuesta balacera en Chalchihuitan al otro día, según versión difundida por la PJE. "Esa la tuvieron que inventar. Así se ve el engaño que les quiso hacer el gobierno a los príistas", dice el vocero. El propio procurador Montoya Liévano, contradiciendo las versiones de la dependencia que dirige, calificó de "farsa" el segundo "ataque". Ya para entonces, los prístas de Chalchihuitan habían protestado contra sus correligionarios de Chenalhó por traerles sus problemas.
Por lo pronto, el asedio sobre Polhó se mantiene. Esta tarde, un vigía con binoculares y vistiendo una vistosa camiseta negra de Guns and Roses, apostado entre el campamento de "servicio social" del Ejército sobre Polhó, y la base instalada en Majomut, denotaba la variopinta vigilancia que aflije a los refugiados de Polhó. Podía ser un militar, o un policía. Hoy en día, el asunto de sus uniformes no deja de ser, a veces, un tanto difuso.