JUEVES 18 DE MAYO DE 2000
* "Se incendia" el norte de Argentina, alerta legisladora oficialista
Trabajadores queman oficina de la legislatura local en El Chaco
* Destrozaron comercios, autos y la casa de diputado * Violenta represión policial deja dos heridos
Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 17 de mayo * Enfurecidos trabajadores estatales apedrearon y quemaron una oficina de la legislatura local, la casa de un diputado, algunos comercios y automóviles, después de una violenta represión policial a protestas contra una nueva ley de ajuste en la provincia de El Chaco, que dejó al menos dos heridos.
"El norte (de Argentina) se incendia, no se trata de un punto hoy y mañana otro", declaró la diputada Elisa Carrió, de la centrista Unión Cívica Radical (UCR), que junto con el centroizquierdista Frente País Solidario conforma la Alianza gobernante que asumió en diciembre pasado.
Esta nueva revuelta provincial se produce cuando el desamparo social se puso de manifiesto en esta capital tras el mayor temporal que se recuerde en los últimos cien años, que provocó severos daños también en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, que dejó casi 100 mil evacuados y pérdidas millonarias.
Las escenas violentas que hace menos de una semana se vivieron en General Mosconi, en la provincia norteña de Salta, se repitieron este día en Resistencia, capital de El Chaco, donde se entabló una verdadera batalla entre los manifestantes que participaban en una protesta de gremios estatales y los policías, que utilizaron armas de fuego, perdigones de goma, chorros de agua y gases lacrimógenos.
La marcha había sido convocada por el ala combativa de la Confederación General del Trabajo y la Central Argentina de Trabajadores, para impedir que los legisladores votaran una ley de ajuste impulsada por el gobierno chaqueño de Angel Rozas, de la Unión Cívica Radical.
Los dirigentes sindicales dijeron que la policía comenzó la represión cuando estaban marchando pacíficamente, lo que provocó entonces la violenta respuesta.
Algunos manifestantes arrojaron bombas molotov contra ventanas de la legislatura y la municipalidad, originándose varios incendios, mientras un grupo de personas, aún no identificadas, quemó la casa del legislador Guillermo Agüero, de la Alianza, cuya familia alcanzó a ponerse a salvo huyendo por una puerta trasera.
Sin embargo, la ley de ajuste, solicitada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), fue finalmente votada, frente a lo cual los gremios dispusieron un paro para mañana en toda la provincia.
En Buenos Aires, sindicalistas y fuerzas de izquierda se manifestaron esta noche frente a la Casa de El Chaco, en protesta por la "extremadamente violenta" represión policial, y exigieron que el gobierno del presidente Fernando de la Rúa abandone "la mano dura con los trabajadores y ponga mano dura contra el FMI".
En tanto, en la sureña Neuquén, mientras un grupo de mujeres desocupadas abandonaba un corte de ruta, otros desempleados cortaron carreteras aislando Cutral-Co y Plaza Huincul, ambas poblaciones fantasmas tras las privatizaciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales decidida durante los 10 años del gobierno anterior, del peronista Carlos Menem.
En esas localidades la falta de empleo afecta a 80 por ciento de la población.
En la norteña Jujuy, trabajadores municipales de una intendencia y desocupados de Alto Horno Zapla cortaron dos rutas, para reclamar empleos.
Así, el conflicto social que en los últimos tiempos del gobierno de Menem se extendía por el país volvió a reaparecer en toda su intensidad, después de un tiempo de espera donde se creyó que la llegada de una nueva administración daría las respuestas antes negadas.
Esta situación está creando problemas dentro de la propia Alianza, que se expresaron recientemente con el rechazo de varios legisladores a la ley de reforma laboral, exigida también por el FMI.
Otro incidente se registró luego que el subsecretario de Acción Social, Melchor Posse, de la UCR, dijo ayer que podría aumentarse el haber mínimo de un millón de jubilados, lo que luego fue desmentido por el propio presidente De la Rúa.
La titular de ese ministerio, Graciela Fernández Meijide, denunció por su parte que "nunca en la historia de Argentina hubo una miseria estructural" como ahora.
Pero sostuvo que las dificultades que tiene su cartera para atender las necesidades se deben a que maneja sólo 30 por ciento de todos los planes sociales, ya que el resto se entrega directamente a las provincias, donde --sostuvo-- "el desvío de fondos se ha convertido en un hábito".