MIERCOLES 17 DE MAYO DE 2000

Ť Admite De la Rúa su preocupación por la situación social en Argentina


Cuatro niños muertos en Buenos Aires por las lluvias

Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 16 de mayo Ť El gobierno del presidente Fernando de la Rúa, que hoy manifestó su preocupación por los problemas sociales que atraviesa el país, se vio obligado a decretar este mediodía el estado de emergencia ante la furia de un temporal de lluvias y vientos huracanados que hasta el momento ha dejado cuatro niños muertos, varios heridos y más de 25 mil desalojados en la capital argentina, sus alrededores y varias provincias.

"Apocalipsis ya", titulaba un diario el recuento de los daños provocados por el temporal, que comenzó el sábado y continúa desde entonces. El viento arrancó de raíz unos cien árboles que cayeron sobre casas y automóviles, mientras que por la lluvia varias estaciones del Metro resultaron inundadas, por lo que se interrumpió el servicio.

argeinunda El peronista Carlos Ruckauf, gobernador de la provincia de Buenos Aires, también decretó la emergencia cuando el Río de la Plata había crecido tres metros en las últimas horas amenazando la costa, y las olas saltaban sobre una de las principales avenidas en la costera capitalina, frente al aeroparque Jorge Newbery.

En Rosario, pronvincia de Santa Fe, la tragedia cobró la vida de tres niños cuando un árbol cayó sobre un pabellón de la Sociedad Rural en la que se habían refugiado centenares de desalojados.

El gobierno capitalino, por su parte, pidió a la población que evite salir de sus casas, mientras se suspendieron clases en escuelas y universidades, así como el servicio eléctrico en algunos barrios anegados. Muchas calles se han convertido en ríos, e incluso se debió recurrir a buzos para rescatar a automovilistas atrapados.

Algunos derrumbes, como el de una mampara del moderno hotel Panamericano, causaron heridos y destruyeron automóviles en pleno centro porteño, frente al Obelisco. Los vientos de más de 80 Km por hora doblaron antenas e hicieron volar varios anuncios espectaculares.

Las lluvias, las más copiosas en los últimos cien años y que podrían provocar grandes pérdidas en las cosechas de granos, desplazaron hoy cualquier otra noticia, como la llegada del nuevo director del Fondo Monetario Internacional, Horst Koehler, quien aseguró que la política económica argentina, pese a la recesión que sufre el país, "va por buen camino".

Koehler fue más lejos al decir que no le interesan las "convulsiones sociales ni las desigualdades económicas", como las que atraviesa el país, con hombres y mujeres, incluso niños, que bloquean caminos en localidades del interior como último recurso, ante la desesperación por la falta de trabajo.

El propio De la Rúa admitió hoy su preocupación por la situación social recibida en diciembre del gobierno de su antecesor, el peronista Carlos Menem, quien en 10 años de gestión -en los que contó con el apoyo del FMI- promovió una apertura económica y privatizaciones sin control, sin reparar en costos sociales.

Sin embargo, el mandatario dijo que se cumplirán los compromisos con el FMI, aun cuando muchos funcionarios del gobierno de la socialdemócrata Alianza han criticado la política de ajuste fiscal que impone ese organismo. Y el ex presidente Raúl Alfonsín, que pertenece al mismo partido de De la Rúa, dijo hoy, aunque a título personal, que los planes fondomonetaristas "nos han llevado al desastre".