MIERCOLES 17 DE MAYO DE 2000
Ť Llegó a México para ofrecer ''su lenguaje más allá de la palabra''
La humanidad subsiste de milagro, pero la esperanza sigue, dice Marcel Marceau
Ť Hoy actúa en Puebla, después en Monterrey, Saltillo, Cancún y por supuesto en el DF
Ť Bip es un personaje importante porque se trata de mi reminiscencia del siglo XX, afirma
Angel Vargas Ť No obstante que se le considera una leyenda viva, Marcel Marceau no deja de ser el mimo de siempre.
De 77 años, el célebre artista francés llegó ayer a México para ofrecer casi una decena de presentaciones en diversas ciudades del país, entre ellas Puebla (hoy), Monterrey, Saltillo y, por supuesto, la capital de la República. Viene de realizar una gira por algunas naciones centroamericanas, la primera que hace a la región en su más de medio siglo de trayectoria.
Si bien lo de Marceau es el arte silente de los gestos y los movimientos corporales -cuyo ejercicio le ha valido amplio prestigio internacional-, cuando habla se devela humanista.
Y ahí quedan como pruebas su definición de que la pantomima es el grito del silencio ''que, como la música, no dice nada pero explica todo", o el señalamiento de que su entrañable personaje Bip fue creado, en 1947, como la respuesta de un hombre creyente en la esperanza aun después de haber intervenido de manera directa en hechos bélicos.
Combate lleno de energía
Tomado del libro de Charles Dickens, Great expectations, Bip es muy importante para mí, dijo, porque se trata de mi reminiscencia del siglo XX, desde que participé en la Resistencia francesa hasta que fui soldado en el Ejército francés a los 20 años y estuve en la campaña en Alemania.
''Cuando terminó la guerra (la segunda conflagración) pensé que sería la última, pero continuaron por todas partes del mundo. Quizá este sea el siglo más cruel de todos. Cada vez avanza más la ciencia y se suma el número de armas nucleares; es un milagro que la humanidad no haya sido destruida. Pero la esperanza sigue, y Bip cuenta los genocidios de todas las épocas, pero también las esperanzas", señaló.
En conferencia, aclaró que el paso de los años más que mermar sus capacidades las ha afinado, además de ser factor fundamental en su proceso de evolución artística: ''Me puse viejo sólo a nivel del rostro, pero mi cuerpo sigue siendo joven. Lo mío es un combate lleno de energía".
Tras explicar que resulta muy difícil hablar sobre los alcances de la pantomima, porque ''es un lenguaje más allá de la palabra", Marceau se refirió al arte del mimo. Apuntó que si los artistas de danza deben estar suspendidos en el aire, los de la mímica deben estar ligados al suelo, ''un poco como el flamenco gitano; sin embargo nuestro cuerpo debe tener una pesadez alada".
Preocupado porque sus obras subrayen los contrastes humanos, es decir, aquello que por tratar de ocultarse se evidencia más, el artista apuntó que en uno de los dos programas que presentará en México, además de mimodramas clásicos, el público encontrará novedades, como su creación sobre los siete pecados capitales.
Además de las dos funciones del viernes y el sábado próximos en el teatro Metropolitan de la ciudad de México, Marceau anunció que luego de viajar a Monterrey, Saltillo y Cancún, regresará al DF para ofrecer una presentación que será pública y en foro abierto, dijo. El Instituto de Cultura de la Ciudad de México informó ayer que se realizan las gestiones con el mimo, por lo cual no se puede dar como un hecho esa tercera función.