MARTES 16 DE MAYO DE 2000
Ť El secretario de Gobernación se negó a recibir a representantes de la CNTE
Maestros disidentes instalaron plantón por tiempo indefinido en el Zócalo
Ť Demandan un incremento salarial de 100% y la derogación de la Ley General de Educación
María Esther Ibarra Ť A partir de ayer, el centro de la ciudad de México es el espacio de la inconformidad del magisterio disidente de por lo menos 15 estados del país y el Distrito Federal que se instalaron en plantón por tiempo indefinido en el Zócalo capitalino y afuera de las sedes de la SEP y del SNTE. Esta acción se sumó al paro, también indefinido, de aproximadamente 185 mil mentores de Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca, al cual se incorporarán esta semana docentes de Zacatecas y Tlaxcala.
Así, los maestros de la disidente Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ampliaron su campo de lucha para exigir el cumplimiento de su pliego petitorio, cuyo eje central es lograr un salario digno y mejores condiciones laborales. El documento, informaron, lo entregaron desde el pasado 8 de febrero a la Presidencia de la República y a los titulares de las secretarías de Educación Pública y Gobernación, al SNTE y al ISSSTE, entre otras dependencia.
De persistir la negativa del gobierno federal para dar respuesta satisfactoria a su exigencia de lograr un incremento salarial de 100 por ciento -los integrantes de la CNTE rechazaron el aumento global de 16.7 por ciento pactado entre la SEP y el SNTE- anunciaron que radicalizarían sus acciones con bloqueos viales y toma simbólica de instalaciones, así como suspensión de actividades en otros estados de la República.
El paro no afectará a los escolares
Por la noche, los integrantes de la CNTE se reunieron en asamblea a fin de evaluar los resultados de las primeras acciones de su lucha en la capital de la República y hoy darán a conocer los acuerdos adoptados para continuar con el plan de movilizaciones en todo el país. Los docentes de la sección novena del Distrito Federal también analizarán efectuar paros de labores escalonados o por escuelas.
En conferencia de prensa, previa a una marcha y a la instalación del plantón indefinido, los maestros Humberto Alcalá (sección 22 de Oaxaca), Eugenio Rodríguez (18 de Michoacán), Gonzalo Martínez Villagrán y María del Refugio Jiménez (sección 9 del Distrito Federal) rechazaron que la suspensión de labores afecte a los escolares, pues indicaron que lograron un pacto con los padres de familia para que los estudiantes realicen actividades complementarias durante el movimiento.
"Contamos con su aval e incluso nos han dicho que no regresemos hasta no conseguir nuestras demandas", aseguraron los docentes de Chiapas, Guerrero y Michoacán, en paro desde el pasado 11 del presente mes, y los de Oaxaca, que desde ayer suspendieron actividades, al tiempo que responsabilizaron de posibles agresiones a su integridad física al gobierno federal.
Además de su petición de aumento salarial, exigen incremento al presupuesto educativo, hasta alcanzar el equivalente a 12 por ciento del PIB; cancelación del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica -firmado en 1992- y derogación de la Ley General de Educación y sus equivalentes estatales, por "promover la privatización de la educación pública".
Con consignas en contra de la política neoliberal, de los "charros" del SNTE, la ocupación militar de Chiapas y el genocidio de comunidades indígenas en esa entidad y otras del país, miles de maestros iniciaron cerca del medio día una marcha de la antigua Normal Superior hacia la Secretaría de Gobernación.
En su trayecto estuvieron acompañados por estudiantes del Consejo General de Huelga (CGH) y diversas organizaciones sociales, que declararon su apoyo irrestricto a los mentores venidos de Yucatán, Veracruz, Durango, Morelos, Jalisco, Sinaloa, Tlaxcala, Oaxaca y Distrito Federal. Uno de los contingentes más numerosos fue el de los mentores oaxaqueños.
"Estamos celebrando de manera combativa y firme el día del maestro, pero al mismo tiempo damos muestra de la inconformidad que existe en el pueblo mexicano por la política económica del actual gobierno", señaló Alcalá Betanzos.
A su llegada a la Secretaría de Gobernación, alrededor de la una de la tarde, elementos del Agrupamiento de Granaderos mantuvieron cercado el inmueble e impasibles observaron a los manifestantes que durante cuatro horas permanecieron afuera de la dependencia en espera de que su titular, Diódoro Carrasco, recibiera a una comisión negociadora de 45 docentes.
Molestos por el silencio a su solicitud, arremetieron contra la gruesa puerta de la entrada principal. Uno de los faroles cayó al piso, pero ni así fueron recibidos. Al lugar llegó el director general de Gestión Social del Gobierno del DF, Gabriel Mendoza Jiménez, para solicitarles suspendieran el bloqueo que mantenían en los accesos de la dependencia en la calle de Bucareli, en el tramo comprendido entre avenida Chapultepec y Reforma.
Desde el toldo de un autobús foráneo, el líder de la sección de Oaxaca, Alcalá Betanzos, en contrapartida, solicitó que la jefa del Distrito Federal, Rosario Robles, interviniera para que Carrasco los recibiera. A esto, Mendoza Jiménez manifestó que la funcionara ya había solicitado prudencia y sensibilidad política al secretario de Gobernación, además, resaltó que la solución del conflicto competía a las autoridades federales.
"Esta es una presión para el Gobierno del DF, y si bien respetamos el movimiento de los maestros, también debemos hacer cumplir los derechos de la ciudadanía afectada por el bloqueo", declaró Mendoza Jiménez.
Sin respuesta alguna, a la cinco de la tarde, los maestros se perfilaron hacia el Zócalo capitalino para instalar los campamentos en las calles adyacentes al primer cuadro de la capital de la República -de Plaza de la Constitución a Belisario Domínguez, y en las de Donceles, Argentina, Venezuela, Tacuba y República de Cuba- que fueron ocupadas por la disidencia magisterial.
En ese cuadro vial, los plásticos multicolores y las mantas con consignas de los docentes se mezclaron con los puestos de los vendedores ambulantes y los anuncios del comercio establecido. "šNi un paso atrás, no nos moveránš", decían al tiempo que en el piso desplegaban cartones y cobijas.
Así llegaron a su objetivo, pero tanto las instalaciones de la SEP como las del SNTE ya habían sido desalojadas.