La Jornada martes 16 de mayo de 2000

CLASE POLITICA Ť Miguel Angel Rivera

En medio de la nueva guerra que se ha desatado en torno a las encuestas, los estudios realizados por el PRI indican que uno de los estados en donde pueden recuperar el poder este mismo año es Jalisco, donde los gobernantes panistas han tenido numerosos "resbalones", pero conservan una buena imagen pública.

Esta aparente contradicción se explica porque los errores de los panistas encabezados por el gobernador Alberto Cárdenas Jiménez -que incluyen hasta la prohibición por parte de un alcalde del uso de minifaldas a empleadas del sector público- se atribuyen a la "novatez" de los funcionarios o a malas artes de los ex funcionarios estatales priístas o del actual gobierno federal.

A pesar del amplio "perdón" o de la comprensión social, existen las condiciones para que los candidatos del PRI a diversos cargos de representación popular exploten las fallas de sus rivales del PAN, primero en las elecciones federales y lo rematen al momento de designar nuevas autoridades estatales.

La acción que puede resultar definitiva para que el tricolor recupere la simpatía mayoritaria de los electores es el proceso de elección interna de candidato al gobierno de estado, que será abierta, a semejanza del proceso de postulación del candidato presidencial.

En este esfuerzo, el tricolor tiene una buena nómina de aspirantes a la gubernatura que se ha ido reduciendo paulatinamente, pues muchos optaron por buscar posiciones federales o conservar sus actuales cargos en el Ejecutivo federal.

Entre los que permanecen en la contienda, hay por lo menos tres personajes que aseguran un reñido proceso interno que puede generar simpatías adicionales al tricolor, sobre todo si se acredita la limpieza del proceso.

Uno de los aspirantes es Enrique Ibarra Pedroza, diputado federal saliente, con mucha presencia a nivel nacional, por haber sido representante del PRI ante el Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE). Por el lado negativo, sus antagonistas lo acusan de no haber estado muy vinculado a su estado durante los últimos años, precisamente en razón de su trabajo a nivel federal.

Sus principales contendientes serán dos de los pocos priístas que en este momento pueden ostentarse como ganadores en lo personal, a pesar de las debacles de su partido. Uno es Jorge Arana, quien logró arrebatar Tonalá al PAN, uno de principales municipios de la zona conurbada de Guadalajara.

El otro es el también diputado federal saliente Francisco Javier Santillán Oceguera, quien ganó por mayoría el distrito electoral que tiene a Ciudad Guzmán por cabecera, nada menos que la tierra del gobernador Cárdenas Jiménez y en la cual, por tanto, se redoblaron los esfuerzos del PAN por eliminar cualquier indicio del tricolor.

Este último tiene la ventaja relativa del respaldo de otros diputados federales y, sobre todo, del senador Gabriel Covarrubias, hombre muy respetado en Jalisco, al grado que al arranque del procedimiento era considerado favorito.

Es probable que se inscriban otros precandidatos, pero prácticamente todos los analistas coinciden en que el nominado será a final de cuentas uno de esos tres.

La cosecha

Por más que se le agreguen puntos correspondientes a prestaciones, lo cierto es que el tope de 12 por ciento de incrementos a los salarios se aplicó también al magisterio. Por ello, las inmediatas protestas de los disidentes afiliados a la CNTE. Esto anticipa el inicio de una nuevo conflicto...

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