LUNES 15 DE MAYO DE 2000

* PARABOLA

* Emilio Lomas M. *

El libre comercio de la educación

ƑCuál es el futuro de los profesionistas en México? ƑQué lugar les ha predestinado el proyecto de libre comercio que los gobernantes priístas de los últimos tres sexenios han considerado como la panacea de la macroeconomía, olvidando las carencias cotidianas? Si partimos de los hechos, que son los que en materia práctica cuentan, el camino que los gobernantes han trazado para los profesionistas no es más que un embudo por el cual sólo podrán pasar aquellos que reúnan los perfiles que el libre mercado dicte.

La disminución del gasto en educación, la eliminación del pase automático, el plan que ya se afina para desconocer los estudios a los alumnos de licenciatura que en diez años no hayan obtenido su título profesional, así como la certificación periódica del Ceneval y su eventual obligatoriedad para los egresados, son políticas orientadas a elitizar la educación y a ampliar la oferta de mano de obra barata que México ofrece a sus socios comerciales. (El significado de las relaciones económicas con Estados Unidos, país que concentra 85 por ciento del comercio exterior de nuestra nación, se basa en la riqueza que representa la mano de obra mexicana, no en vano las maquiladoras de capital extranjero han ganando terreno como una de las principales actividades económicas de nuestro país).

La situación de los profesionistas en México es sumamente preocupante cuando se mira que su futuro está siendo determinado por las exigencias de un proceso de integración regional, que obliga a adoptar estándares de evaluación similares a los de socios comerciales del primer mundo, sin reparar en que las circunstancias y contextos son sumamente desiguales.

El panorama para los estudiantes y profesionistas mexicanos, quienes a diferencia de los estadunidenses y canadienses no cuentan con infraestructura ni calidad educativa, al menos por parte del sector público que es donde se concentra la mayor demanda de estudio, es desalentador y, sin duda, suscita una situación de competencia desleal que más que favorecer a los profesionistas mexicanos, los excluye.

Hoy la preocupación de las autoridades educativas en México está centrada en implantar un sistema de evaluación que no está diseñado para favorecer el entendimiento de problemas básicos: calidad académica, presupuesto educativo y actualización profesional permanente; pero que, en cambio, responde a las exigencias internacionales de libre mercado. Las políticas neoliberales buscan determinar las prioridades científicas de investigación y disminuir el carácter social de la educación.

A través de institutos como el Centro Nacional de Evaluación (Ceneval) y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), se pretende hacer de las evaluaciones educativas la herramienta que determine el futuro de los mexicanos: la condena al trabajo técnico que responda a los intereses de las naciones del primer mundo.

Entre las evaluaciones que realiza el Ceneval, entidad privada de carácter multinacional, está el examen general de egreso de licenciatura (EGEL), de carácter voluntario hasta la fecha pero que la ANUIES pretende hacer obligatorio mediante la modificación del artículo quinto de la Ley de Profesiones, argumentando que la cédula profesional es un ''trámite administrativo'' que no garantiza la actualización de los profesionistas. Esto, aunado a los compromisos adquiridos por nuestro país en el marco del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, anuncian el próximo golpe a los profesionistas mexicanos: evaluación profesional periódica pese a la experiencia acumulada y a las carencias educativas, acorde a lo pactado en el TLC por el gobierno mexicano: los profesionistas se sujetarán a un proceso de certificación permanente.

Melée

Oscar Espinosa Villarreal ha comenzado a dar muestras de su nerviosismo, cosa que no tendría porqué ocurrir. Si nada grave ha hecho su conciencia no debe atormentarlo. Claro, que si algo sucio cometió en perjuicio de otros, debe estar preocupado, y bastante, por lo que debiera, como ya lo está haciendo, preparar a marcha forzada su defensa. El ex regente capitalino ya divulgó lo que consideró ''pruebas'' que acreditan su inocencia ante la denuncia por peculado que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal ha presentado. De acuerdo con Espinosa, existen todos los comprobantes en relación con los gastos de partida de comunicación social y otras áreas, de forma que puede comprobar que no hubo el presunto desvío por 420 millones de pesos. Si tal es el caso, no se preocupe señor Espinosa, el que nada debe nada teme, a menos que...

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