LUNES 15 DE MAYO DE 2000

Ť Penúltimo día de la Feria de Aguascalientes, en el Teatro del Pueblo


El corrido tradicional revivió en San Marcos con Miguel y Miguel

Ť Destacó también el cantante de ranchero José Julián; espera superar a Alejandro Fernández

Arturo Cruz Bárcenas, enviado, Aguascalientes, Ags. Ť En la camioneta que los lleva al Teatro del Pueblo (en la explanada de la Plaza de la Patria) para ofrecer un concierto al aire libre, en el marco de la Feria Internacional de San Marcos, Miguel y Miguel, trío norteño sinaloense, cantan un tema del joven leonés José Julián, que se transmite en ese momento a través de una de las radiodifuoras locales. Viajo con ellos y me platican sobre lo que les gusta oír.

Están informados de lo que ocurre en el movimiento grupero, su ámbito natural. "Canta bien el chavo", dicen. Eso es un reconocimiento invaluable para el intérprete de Te conquistaré, de la autoría de Joan Sebastian. El grupo y el cantante ofrecerían minutos después (el pasado sábado) lo mejor de su repertorio, en el penúltimo día de esta feria que concluyó ayer, con la presentación de Habana Ensemble, sustituto de lujo de Mercedes Sosa, que no pudo asistir.

concierto-sombrerudos-jpg Detrás del escenario, mientras José Julián provoca el aplauso con un popurrí ranchero y hasta con un mambo, acompañado del mariachi Los Conquistadores, los migueles calientan motores con unos tragos de brandy.

José Julián, quien seguro afirma que aprovechará la oportunidad de figurar en el ámbito vernáculo ahora que Alejandro Fernández ha cambiado de estilo y se puso muy Estefan, tropical --pero reconoce la competencia de Pepe Aguilar y Pedro Fernández, así como de Pablo Montero--, canta su tema más dolido: Cuando te encuentres con él, un reto hecho canción: olvídame... si puedes.

La Plaza de la Patria llena, con destellos de provincia: niños con globos, familias comprando rebanadas de piña, aguas de limón con chía, dulces de coco, hot dogs de a tres por doce pesos, rancheros que han dejado el perímetro ferial para escuchar a Miguel y Miguel; éstos suben al escenario y en medio de una gritería anuncian uno de sus himnos: El sinaloense. El requintista se suelta un rasgueo con una pose rockera, a lo Towshend, a lo Hendrix. Maestro. Seguirá Sonora y sus ojos negros, tema que se ha hecho película, relato de un encuentro amoroso "en un camión pasajero, de esos que van pa Sonora". La letra es un recorrido por las principales ciudades sonorenses. En una se da el encuentro, en otra un beso, en otra el clímax, en una más la separación.

La del sábado fue la segunda ocasión en que Miguel y Miguel se presentan en el marco de esta feria, que "es de mucho renombre". Su último disco, Cartitas de amor, se ha vendido como pan caliente (tardaron más de un año en su preparación). Se oye una de las canciones del cd, Cuarenta cartas. Algunas personas se paran a bailar, a lo ranchero, apretados sus cuerpos; otros taconean; una señora baila teniendo a su bebé como pareja y su canto se oye hasta el escenario. Es una fan de la música de los migueles.

Te vas a quedar llorando deja oír la maestría en las guitarras; una pausa para seguir calentando motores. Collar de Guamúchil y el requinto hace aplaudir a un hombre de voluminosa figura. Los años que yo tengo, de lo mejor; habla de la relación criticada por el prejuicio entorno de un amor entre un hombre mayor y una jovencita.

Cruz de madera, El coruco (sobre un personaje de Aguascalientes), A cincel y martillo (la nostalgia a la orilla de un río, flagelándose por la que se fue; su nombre quedará impreso en una piedra de río, a cincel y martillo). La gente pide más y se escucha Sabor de engaño, un bolero. Se va Miguel y Miguel. šSorpresa! Para los que se quedaron prendidos, los sinaloenses y José Julián cantarán en un rato más en Sky Box, otro escenario al aire libre, en el corazón de la feria. Ahí estuvo más cañón. La efervescencia y el tequila generan una reacción muy diferente a la del tranquilo público del Teatro del Pueblo. José Julián tuvo que esforzarse más. Se echa El rey, El Muchacho Alegre y hasta el Mambo No. 5.

Evidentemente beodos, un grupo de compadres (así se decían entre ellos) alza sus changuirongos (tequila con refresco de toronja) y cervezas, y piden a unas damas de muy buen ver (que por acá abundan, por vida de Dios) que bailen con ellos. Los migueles se sueltan con Las ciudades, una crítica a las artificiales distancias sentimentales, a las fronteras. Repiten, porque el público se las pidió, Collar de Guamúchil, Cuarenta cartas...

"La música de Miguel y Miguel estaba un poco olvidada (llevan 14 años de trayectoria). Bendito sea Dios que la gente la ha aceptado". Se hallan con José Julián y se toman la foto del recuerdo. Para el joven eso será currículum puro. En junio próximo dará a conocer su nuevo cd, Déjame ser, cuya canción también será el tema central de una telenovela de Tv Azteca. šAguas, Alejandro Fernández!

Se disgrega el respetable. La feria es un hormiguero. Penúltimo día de vorágine, vino, mucho vino, y rosas.