DOMINGO 14 DE MAYO DE 2000

* Los créditos no pagados engrosaron los pasivos del Fobaproa


Autopréstamos de ex dueños de Bancen por el doble de su valor

* Connivencia del gobierno, señalan inversionistas; último banco reprivatizado en el sexenio salinista

Roberto González Amador * Desde su posición como propietario de Multiva, una pequeña casa de bolsa en Guadalajara, Hugo Villa Manzo, logró con la compra de Bancen, durante la reprivatización bancaria del gobierno anterior, crear junto con sus socios un entramado de empresas formadas al vapor que extrajeron del banco recursos por casi dos veces el valor de venta de la institución y que, al no ser pagados, forman parte de los pasivos del rescate bancario, en un hecho donde inversionistas afectados aseguran que hubo connivencia del gobierno federal.

Bancen fue el último de los 18 bancos reprivatizados durante el gobierno del ex presidente Carlos Salinas de Gortari. La subasta fue adjudicada a Multiva, encabezada por Hugo Villa Manzo, quien ofreció y obtuvo la institución en 869.4 millones de nuevos pesos ųunos 255 millones de dólares al tipo de cambio de entoncesų, cantidad que equivalía a 4.65 veces el valor del capital contable y que le daba derecho a la propiedad de 66 por ciento de las acciones de la firma. El 34 por ciento restante estaba en poder del público, a través de Certificados de Aportación Patrimonial listados en la Bolsa Mexicana de Valores.

 

Crédito de Nafin jamás cubierto

 

Para liquidar el costo de la compra de Bancen, el grupo de accionistas mayoritarios extrajo permanentemente recursos del propio banco, que sirvieron para comprar títulos accionarios de Multiva Grupo Financiero, y que eran empleados para realizar los pagos al gobierno. Además, la tercera y última amortización fue efectuada con un crédito de Nacional Financiera que nunca fue cubierto.

Documentos en poder de La Jornada, cuya autenticidad fue confirmada por uno de los accionistas minoritarios de Bancen, revelan que el último de los tres pagos que Multiva realizó al gobierno federal por el banco fue efectuado con un crédito de Nacional Financiera (Nafin) por 390 millones de pesos ųpoco menos de la mitad del valor de la subastaų, que nunca fueron pagados por el grupo de Villa Manzo.

"Nafin entregó a Villa Manzo el cheque por 390 millones de pesos. Y, en ese mismo momento, Multiva, prácticamente con el mismo documento, liquidó el tercer pago por la institución", señala uno de los documentos, que en su momento fue conocido por las autoridades de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

Para garantizar el préstamo de Nafin, Multiva Grupo Financiero dejó en prenda acciones, un hecho que prohíbe la legislación bancaria. La convocatoria para la reprivatización de los bancos establecía que si el ganador de la licitación no efectuaba alguno de los pagos, las amortizaciones previas serían tomadas por el gobierno como pago de multa.

Los documentos entregados a este diario establecen que en noviembre de 1994, cuando estaba por concluir la gestión salinista, la deuda de Multiva con Nafin fue trasladada a Banorte, institución que se quedó con las acciones de Bancen dejadas en garantía y, posteriormente, adquirió el banco.

Una copia certificada de la carta de intención entre Banorte y Multiva para la venta de Bancen, radicada en el Registro Público de la Propiedad de Guadalajara, Jalisco, establece:

"Banorte renuncia al derecho de exigir a Multiva que responda por las pérdidas y quebrantos de Bancen, de conformidad con el convenio de responsabilidades y demás disposiciones aplicables. Asimismo, Banorte cuidará en la medida de lo posible, que en todo momento se respete el nombre y la integridad de los funcionarios y ex accionistas de Bancen".

La redacción e intención de la cláusula tiene fondo: una veintena de empresas propiedad de accionistas de Multiva recibieron créditos de Bancen por un monto, hasta 1994, de mil 884 millones de pesos; con recursos del banco, se constituyeron otras ocho firmas inmobiliarias que obtuvieron préstamos de Bancen por 327 millones de pesos, que no fueron pagados.

De todos estos movimientos fueron enteradas las autoridades, pero nunca ejercieron acción alguna para recuperar los créditos.