DOMINGO 14 DE MAYO DE 2000

* Ofrece versión diferente a la expuesta en noticiero de Televisión Azteca


Lilly Téllez incurre en contradicciones ante el MP

* Dijo no saber cuántos hombres actuaron en la detención de escoltas frente a casa de Del Villar

Elia Baltazar y Angel Bolaños * La lectora de noticias Lilly Téllez incurrió en diversas contradicciones durante su declaración ante el Ministerio Público respecto de la actuación y actividades que llevaban a cabo sus escoltas frente a la casa del procurador capitalino, Samuel del Villar.

Téllez reviró algunas de sus primeras declaraciones públicas sobre la actuación de la Procuraduría General de Justicia capitalina durante la detención de tres de los cinco agentes judiciales asignados a su seguridad, quienes registraban la entrada y salida de automóviles y personas que visitaban la casa del procurador.

En sentido contrario a sus primeras quejas públicas, cuando acusó a la PGJDF de montar un fuerte operativo en contra de sus escoltas, Téllez dijo no saber cuántos hombres participaron en la acción ni qué tipo de armas portaban los agentes judiciales capitalinos durante los hechos.

No obstante, al día siguiente de que sus escoltas fueron detenidos por policías judiciales, la conductora dijo en su noticiero nocturno, Hechos del Siete, que "hubo un operativo enorme, un operativo de una gran fuerza, un operativo, Pablo (Latapi, conductor del mismo noticiero), digno de ir a aprehender a un narcotraficante de este país".

"Varias patrullas de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal con hombres armados con metralletas y con armas cortas, con pistolas, sometieron a mis escoltas a pesar de que ya se habían identificado. Nos encañonaron, nos trataron brutalmente", añadió.

Ante la representación social, sin embargo, reconoció que durante la acción de los policías judiciales capitalinos ella no fue tocada ni jaloneada.

Asimismo vecinos del lugar que declararon con relación a los hechos del domingo, testificaron que nunca vieron violencia durante la aprehensión de los escoltas de Téllez, ni un operativo de las dimensiones referidas por ésta.

Por el contrario, uno refirió la actitud prepotente de los guardias, a quienes preguntó el motivo de su presencia respondiéndole uno de ellos que "no era asunto de él y que se retirara".

En la declaración ministerial Lilly Téllez refirió además que no recordaba la fecha ni la hora en que se reportó ante los escoltas del procurador, cuando días antes, durante el citado noticiero, había asegurado que "desde el miércoles pasado nos identificamos plenamente. Yo, personalmente, acudí con los dos agentes de la Policía Judicial que custodiaban la casa del procurador, me presenté con ellos, les dije mi nombre, les dije para qué empresa trabajaba y para qué programa y les pedí que avisaran a la oficina del procurador que yo estaba ahí, afuera de su casa, esperando para hacer una entrevista".

Además, la camioneta Silverado, que refiere se la dio su ex esposo para uso particular, según dijo, no la utilizaba ella, sino sus escoltas, pues la lectora de noticias empleaba otro automóvil particular.

La PGJDF y el gobierno de Sonora investigan el uso de este vehículo, pues si se se tratara de un recurso público podría ser acusada de peculado.

Cabe recordar que Téllez presentó su declaración ministerial sólo después de dos citatorios enviados por la PGJDF, por lo que hubo que girar una orden de presentación para que acatara el mandato de la autoridad. La locutora, por su parte, presentó una denuncia penal contra el procurador Del Villar y el suprocurador Hugo Vera, y una queja en la Comisión de Derechos Humanos del DF por la detención de los guardaespaldas.