VIERNES 12 DE MAYO DE 2000

* Olor a chantilly


Más que el cine, en Cannes lo que fascina son las fiestas

Agencias, Cannes, Francia, 11 de mayo * Cuando salía el sol sobre Cannes la gran noticia era que Miramax había comprado los derechos de distribución en Estados Unidos de la película Vatel, una lujosa producción ambientada en la corte de Luis XIV. Pero lo que estaba de boca en boca era la fiesta de estreno de la cinta. Hay fiestas y fiestas. Y en la Riviera las hay todas las noches.

Pero la que se realizó de Vatel fue de antología. Algunas cosas nunca se sabrán; por ejemplo, cuánto invirtió Gaumont, la productora francesa en la película; pero el director Roland Joffe dijo que la fiesta costó menos que la película (35 millones de dólares). Por una noche el palacio del festival se transformó en el Chateau de Chantilly. Unos 700 invitados, entre ellos Uma Thurman, Gerard Depardieu --protagonistas del filme--, Jeremy Irons, Andie MacDowell, Kristin Scott Thomas y Jennifer Jason Leigh fueron recibidos por 100 actores en vestimenta de época.

Jóvenes nobles se inclinaban ante las damas; una cantaba al rasgueo de un arpa. Faisanes y gallos pendían de ganchos de carnicero. Enormes pescados esperaban ser desescamados y cocinados. Un escultor tallaba bellísima escultura de hielo como las vistas en la película. Un pastelero ofrecía sus exquisiteces a los invitados.

En el comedor, las cartas estaban impresas con gráficas del siglo XVII y anunciaban el menú: charlotte de langosta, ró'obalo con hinojo, postres de frambuesas con crema chantilly, por supuesto. En un escenario iluminado detrás de una pantalla se encontraba la pareja real: actores y bailarines con vestimenta de la película, y la banda de músicos. Y el toque final, al igual que la película, en la que estallan fuegos artificiales en momentos inesperados para deleitar al rey y su corte, llamas blancas se alzaron por todas partes.

Después de los festejos de la noche inaugural, el festival de cine de Cannes se concentró en su aspecto formal. El hijo del Premio Nobel colombiano, Gabriel García Márquez, Rodrigo García, hizo su debut como director y mostró Las cosas que se pueden decir con sólo mirarlas, cinco relatos de mujeres que luchan con la soledad y el miedo. También se presentó Pizarrones, filme iraní del veinteañero Samira Makmalbaf, que narra la historia de maestros que deambulan por el Kurdistán, cerca de la frontera con Irak, buscando niños que educar y que enfrentan la apatía de sus padres.

La última en presentarse fue Harry vino a ayudarte, un filme dirigido por el alemán Dominik Moll ambientado en Francia; es una cinta de suspenso sobre un amor excesivo que termina mal.

El director brit‡nico Ken Loach, acompa–ado de las actrices mexicanas Pilar Padilla (al centro) y Elpidia Carrillo (a la  izquierda), a su llegada a la exhibici—n de la cinta Pan y rosas, que compite por la Palma de Oro, en el Festival Cinematogr‡fico de Cannes n Foto: Reuters