MIERCOLES 10 DE MAYO DE 2000
Ť Ibarra, jefe de gobierno de Buenos Aires
Renuncia Cavallo a participar en la segunda ronda electoral
Ť Sufrió el peronismo una de las peores derrotas de su historia
Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 9 de mayo Ť El oficialista Aníbal Ibarra se convirtió en el designado jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires luego que el candidato de la derechista coalición Encuentro por la Ciudad, Domingo Cavallo, renunció hoy ir a una segunda vuelta, al considerar una "misión imposible" poder remontar la diferencia lograda por el vencedor en los comicios del pasado domingo.
Presionado por la opinión pública y abandonado por la coalición Nueva Dirigencia que dirige Gustavo Béliz, quien lo acompañaba en la fórmula electoral, Cavallo pagó además muy caro los insultos que la noche del domingo lanzó contra su contrincante, a quien llamó "mentiroso e impotente", y aconsejó irse de vacaciones a Cuba.
Desde ese momento, una buena parte de los seguidores del ex ministro de Economía de Carlos Menem y ex titular del Banco Central durante la dictadura negociaron para que renunciara a una segunda vuelta, mientras otros partidos y la opinión pública consideraban que la contundencia del triunfo de Ibarra no daba lugar a nuevos gastos para celebrar un balotaje.
En conferencia de prensa, Cavallo pidió hoy disculpas por sus expresiones y felicitó --48 horas después-- a la fórmula ganadora Ibarra-Cecilia Felgueres, de la gobernante Alianza, conformada por la centrista Unión Cívica Radical y el centroizquierdista Frente País Solidario.
Aunque la Alianza no logró el 50 por ciento más uno de los votos, requerido por la Constitución, arañó esa cifra al alcanzar 49.41 por ciento y lograr más de 16 puntos de ventaja sobre Cavallo.
Los comicios fueron la primera competencia electoral desde que Fernando de la Rúa asumió el poder en diciembre pasado, y constituyó un triunfo para la Alianza gobernante, pero especialmente para el Frente País Solidario (Frepaso), que la integra, y al cual pertenece Ibarra.
Varios analistas locales estimaban que los golpes de algunos medios de prensa contra la frepasista Graciela Fernández Meijide, ministra del área social, habían debilitado la presencia del Frepaso en la Alianza, pero ahora habrá un reacomodo.
A su vez, el peronismo sufrió una de sus peores derrotas, sin alcanzar ni siquiera el tercer puesto pese a ser la mayor fuerza de oposición, por lo que se avecina una batalla interna que podría sacar del camino a Menem, cuya política personalista y su abandono de las doctrinas sociales atomizaron al que fuera el movimiento político más grande del país.
Ibarra, un abogado y ex fiscal de 42 años, sucederá en agosto como intendente de Buenos Aires a Enrique Olivera, también de la Alianza y quien se hizo cargo de la administración del segundo distrito argentino al asumir De la Rúa como presidente de la república, quien fue el primer alcalde de Buenos Aires elegido por el voto directo de los porteños.
Desde entonces, la administración de la ciudad fue ordenada, tras varias gestiones en que se habían vaciado las arcas. Pero ahora los problemas sociales de la ciudad se ven agravados por la desesperada inmigración interna, debido a la catastrófica situación de algunas provincias.
Hay muchas asignaturas pendientes, pero Ibarra considera que con el saneamiento de la economía municipal y la transparencia de la gestión se pueden derivar más fondos para solucionar la emergencia social que vive la entidad capitalina.
En este sentido, la línea rebelde de la Confederación General del Trabajo (CGT) anunció este martes que continuará sus movilizaciones contra la ley de reforma laboral impulsada por el gobierno, pero dirigiéndose ahora contra el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Pensamos que este gobierno está bajo las presiones del FMI y por eso avanza en sus errores", dijo el líder camionero Hugo Moyano, quien sostuvo que el triunfo de la Alianza el domingo no cambia la esencia de la lucha de los trabajadores contra leyes que los afectan.