MARTES 9 DE MAYO DE 2000

Ť "Ceneval y RGP, temas para el congreso", insisten los representantes de la rectoría


Del Val: no se derogan reformas del 97; CGH: sin solución, sigue el conflicto

Ť La sexta reunión, sin punto de acuerdo; los interlocutores persisten en mantener sus posturas

Roberto Garduño Ť La derogación de las reformas de 1997 y el rompimiento de los vínculos entre la Universidad Nacional y el Ceneval, demandados por el CGH, serán abordados por las autoridades y la comunidad universitaria durante el congreso: "šNo vamos a derogar!, puntualizó Enrique del Val Blanco. La respuesta de los huelguistas fue unívoca: "si no hay solución en esta mesa a las puntos del pliego petitorio, este conflicto no se acaba", adujo Jaime Martínez, de la Facultad de Ciencias Políticas.

De esa forma el diálogo que se desarrolla en el auditorio Alfonso Caso entró a una fase de la que difícilmente se prevé una salida pronta. El CGH continúa solicitando garantías de resolutividad a sus demandas, y la comisión nombrada por el rector Juan Ramón de la Fuente responde que tiene las atribuciones acordadas el pasado 10 de diciembre --fundamentadas en las que posee el rector--, pero sobre todo cuenta con el aval de 180 mil universitarios para llevar a discusión sus respuestas al pliego petitorio ante un congreso universitario.

Como sucedió en los pasados seis encuentros entre ambas delegaciones, no se logró un punto de acuerdo. Al inicio de la séptima sesión, Enrique del Val expuso que el tema de las reformas de 1997 estaba suficientemente discutido y que se deberá llevar al congreso, y anunció la postura de la rectoría para iniciar las exposiciones sobre el Ceneval, lo que sucedió horas más tarde, porque el CGH insistió en continuar el debate sobre el primer asunto:

--Creemos que los argumentos que hemos dado son suficientes para terminar la discusión del punto dos (reformas de 1997), y es necesario entrar al tercer punto (Ceneval) -- insistió el secretario general.

--Parece que no hay seriedad para abordar temas tan fundamentales, tan delicados que han mantenido el conflicto en esta universidad --replicó la moderadora del CGH, Ana Hanna.

Entre la insistencia de unos y otros por mantener sus posturas, Del Val respondió a la argumentación de Alejandro Montaño, de la Preparatoria Uno, quien señaló que el congreso universitario será una instancia a favor de las autoridades:

"Le están quitando tiempo a la discusión de puntos fundamentales. Hablan de que las autoridades están preparando un congreso amañado: uno de los puntos que creemos fundamental es el del congreso Ƒcómo descalificar antes de hablar sobre el congreso? Es una táctica del CGH para retrasar la discusión", dijo.

El secretario general de la UNAM cedió la palabra al doctor José Narro Robles, quien negó que las reformas de 1997 expulsen a los alumnos universitarios: "No se trata en la universidad, y lo digo con claridad y contundencia, de expulsar a nadie... hay un compromiso expreso de parte de rectoría, de las autoridades universitarias, de fortalecer la universidad pública en nuestro país, por supuesto de fortalecer a la Universidad Nacional".

Parte de la argumentación del funcionario fue para rechazar las "proclamas de propaganda" de los huelguistas, además de señalar a las autoridades responsables de la permanencia de ocho universitarios en prisión, y sobre todo a los dos alumnos que gozan de libertad bajo fianza.

"Dos de ocho desde hace más de un mes podrían haber alcanzado su libertad, y ya sea porque ellos no quieren salir, o porque el movimiento no los deja salir, siguen ahí detenidos. šPermítanles salir, compañeros, dejénlos que salgan ya!".

Esa alocución de Narro Robles fue tajante: "A mí me parece que quieren ustedes seguir politizando esta situación, quieren seguir utilizando la mesa de diálogo como un espacio para levantar inquietudes dentro de la comunidad universitaria. Ahí están sus declaraciones, si quieren les leo la de uno de sus compañeros, que dice textualmente que este movimiento está combatiendo no contra el plan Barnés, sino contra toda una política de Estado; no es una batalla al interior de la UNAM. šNo les interesa lo universitario! Den su pelea en otro espacio".

Ana Hanna respondió de inmediato: "son ustedes quienes tienen a nuestros compañeros en prisión y administran la represión junto con el titular de la PGR, miembro de un grupo de poder en la UNAM. Conocemos bien cuáles son los vínculos que tienen ustedes con (Jorge) Madrazo"

Incluso Naivi Castejón, de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, continuó con una advertencia y un denuesto: "Si en verdad quieren la gobernabilidad en la UNAM es muy sencillo: resuelvan las demandas del CGH...ustedes nos encarcelaron, así que no se llenen la boca diciendo que nos liberaron. šNo sean hipócritas!".

Aquella afirmación levantó la ovación entre los integrantes del CGH presentes en el Alfonso Caso:

--šBravo, así se hace, demuéstrales quien eres!

Del Val movió la cabeza en señal de desaprobación, y solicitó orden en el auditorio: "les pido que nos mantengamos callados, ésta no es una asamblea del CGH, es una mesa de diálogo", y respondió al argumento de los huelguistas en el sentido de que las reformas de 1997 producen expulsiones.

"En lo que hace al reglamento, va a entrar en vigencia por primera vez en el año 2006 para los (alumnos) de octavo semestre y en el año 2007 para los de 10 semestres, así que el reglamento, se los decimos con todo respeto, para nosotros es un tema acabado.

"Los cambios hagámoslos en el congreso, no los vamos a hacer en esta mesa de diálogo... šNo vamos a derogar! šNo vamos a derogar! Vamos a llevar esta propuesta hacia el congreso universitario. šQue sea toda la comunidad la que decida!".

Pero la réplica fue inmediata. Jaime Martínez respondió: "No vamos a hacer de esta mesa un buzón de quejas o sugerencias. Aquí llegamos a acuerdos o el conflicto no se soluciona; el CGH seguirá con sus movilizaciones. Si no hay solución a los puntos del pliego petitorio, este conflicto no se soluciona".

Antes de culminar la discusión del tema de las reformas del 97, el doctor José Blanco expuso que esa reglamentación no expulsa a nadie, y trajo a colación:

"Tienen que tomar en cuenta que en esta universidad se expide una cifra absolutamente obscena de exámenes extraordinarios no presentados. Este elemento necesitan estudiarlo para que sepan de qué se tratan las reformas del 97. Las reformas y el planteamiento de discutir en el congreso universitario fueron avalados por 180 mil estudiantes, académicos y universitarios, es una cifra mayor que los 180 estudiantes del CGH que están en contra de ella".

Esa afirmación puso punto final al tema en medio de reclamos de los huelguistas. Eran las 12:30, y la comisión de rectoría se levantó de la mesa para un receso.

Pasadas las 13 horas se reinició la discusión sobre los vínculos de la UNAM con el Ceneval. El CGH rechazó inmediatamente ese instrumento de evaluación, pero Angel Díaz Barriga, director del Centro de Estudios Sobre la Universidad (CESU), externó que toda relación con esa instancia fue suspendida desde el 17 de enero pasado:

"Es importante reiterar que, dado que las relaciones con el Ceneval están suspendidas, la UNAM aplicará su propio examen y elegirá a los aspirantes con mejor calificación... por ello, consideramos que este tema debe ser discutido en el congreso universitario".