MARTES 9 DE MAYO DE 2000
Ť Prevé ingobernabilidad después del 2 de julio
Camacho declinaría sólo ante una "emergencia nacional"
Ť Admite el error de "no mandar a la fregada al PRI" en 1993
Rosa Elvira Vargas y Fabiola Martínez Ť Para Manuel Camacho Solís, candidato del Partido de Centro Democrático (PCD) a la Presidencia de la República, sólo un estado de "emergencia nacional'' lo haría declinar a favor de alguno de los contendientes de la oposición.
Espera que eso no ocurra, pero sí prevé que el país será ingobernable luego del 2 de julio. Por eso, hoy trabaja, dice, para usar su "autoridad moral'' y tender puentes entre las fuerzas opositoras hacia un pacto político por la democracia, la libertad y mayor justicia en el país.
Camacho Solís acepta también que cometió un "error político'' al no haber renunciado al PRI y al gobierno en noviembre de 1993, cuando perdió ante Luis Donaldo Colosio la candidatura presidencial de ese partido. Al mismo tiempo rechaza haber tenido una posición ambigua en el debate del 25 de abril con la intención de allanar alguna alianza futura con Vicente Fox.
En la búsqueda de despejar suspicacias, el ex regente capitalino y ex comisionado para la paz en Chiapas puntualiza: "de aquí al día de las elecciones, la única razón por la que yo haría un puente entre las fuerzas de oposición es que hubiera un golpe duro del régimen para disuadir a la población a salir a votar y que se buscara recrear las condiciones de temor; sólo entonces apoyaría a quien estuviera en posibilidad de ganar la Presidencia''.
Aquí, la conversación que sostuvo con este diario:
-Recientemente usted ha insistido en la necesidad de que los partidos de oposición firmen un acuerdo político que garantice la gobernabilidad, la transición a la democracia, Ƒcuál es el objetivo de este llamado cuando ya una vez se truncó la posibilidad de una alianza de ese tipo?
-México será ingobernable después del 2 de julio, porque el gobierno no previó las condiciones de competencia actuales. Por una parte, somos un sistema presidencial con sus excesos y, a la vez, tenemos un sistema pluripartidista que no permite crear las mayorías que se necesitan para gobernar. Desde hoy sabemos que quien resulte ganador será severamente cuestionado por el resto de las fuerzas políticas, y es muy probable que no obtenga la mayoría en el Congreso.
Degradación de la política
Frente a esto se requiere un pacto si no queremos caer en una degradación de la política. Si gana el PRI con 40 por ciento de los votos, encontrará un grado de dificultad y de resistencia muy grande, y podría tener la tentación de gobernar mediante la corrupción y el control de los medios. En caso de que el PAN llegue, lo hará con un margen muy pequeño de sufragios y seguramente sin mayoría en las cámaras, y tendría al PRI en su contra y al PRD en las calles. Entonces no sé cómo podría gobernar.
Ahora, en el caso de que el ingeniero Cárdenas gane, también lo haría por un margen pequeñísimo y estaría exactamente en la misma situación.
Frente a eso yo me voy a dedicar a sacar adelante los votos del PCD, porque de otra manera, mi posibilidad de contribuir a ese pacto sería menor. Si en este momento me sumara a una de las partes, perdería la oportunidad de ser convocante.
-Sin embargo, en el debate del 25 de abril una parte de la opinión pública percibió en Camacho una actitud dubitativa y de acercamiento al PAN. Incluso, hay versiones de que declinará a favor de Vicente Fox, Ƒcuál es su postura?
-Nuestra posición no fue ambigua; de hecho, presentamos la postura antirrégimen más dura que hubo en el debate. Lo que pasa es que todo mundo está metido en un lío, y se presenta como única disyuntiva votar a favor de Labastida o de Fox. Pero ese no es mi problema, sino de la realidad y frente a la cual decidimos ir solos hasta el final y hacer del PCD el pivote que pueda construir los puentes luego del desastre al que sin duda iremos después del 2 de julio.
-ƑPero sí capta esa percepción que quedó en mucha gente?
-A mí todo el mundo me ha hecho ofrecimientos. La Alianza por México me pidió ser su coordinador y seguramente la Alianza por el Cambio estaría en la mejor disposición de que me integrara a su proyecto político.
-ƑY el PRI no le ha ofrecido algo?
-No, el PRI no. Bueno, ellos sí cuando Zedillo empezó su gobierno. Pero a mí no me mueven las posiciones sino un proyecto, la posibilidad de lograr la reconciliación nacional y comprometer al país al gran cambio de gobierno y de régimen.
-ƑY no estaría, desde este momento, dispuesto a entregar su capital político al PAN?
-Mi apuesta era muy clara: la única manera de derrotar al régimen era la alianza de todas las fuerzas de oposición. Sigo pensando que sería lo más sensato, pero como no está en nuestras manos definirlo -por un lado ya hay un PRI que puso a sus duros a operar con gran pericia, como saben hacerlo, y por otro, PAN y PRD están jalando cada uno por su lado-, salvo que hubiera una situación de emergencia nacional, que no quiero ni imaginarla, ni pensarla, entonces sí habría que tomar otro tipo de acciones y definiciones.
-ƑA qué se refiere con esto, qué escenario prefigura?
-Un acto de represión o de violencia que impactara radicalmente en el espectro político del país, y que tuviera como efecto amedrentar a las fuerzas de oposición y cohesionar al régimen. En ese momento no habría de otra, no me podría quedar con los brazos cruzados y saldría a apoyar a los que estén en contra de quienes estén gobernando.
-ƑCuál sería el tiempo de hacerlo?
-Espero que eso no ocurra, pero evidentemente tendría que ser antes de las elecciones. La única posibilidad que a mí me haría modificar mi opinión y sumarme a quien pueda derrotar al PRI es si hubiera un acto de violencia contra el voto.
-Se entiende entonces que Manuel Camacho plantea así, dos actitudes para el futuro inmediato: la declinación a favor de algún candidato si así lo exige una "emergencia nacional'' y, luego del 2 de julio, la construcción de un pacto...
-En efecto. En el segundo caso, el PCD sabe que nadie aceptaría ese pacto ahora, porque en términos políticos no les conviene moverse en esa dirección, debido a la dinámica que traen PRI, PAN y PRD. Lo que haremos es fortalecer nuestra posición y ese proyecto político pasando las elecciones. En las circunstancias que estemos, nosotros tendremos la autoridad moral para decir que apostamos a favor de la alianza, primero; y cuando después del 2 de julio, ya sin una elección de por medio, podremos decirles: sentémonos a convenir los términos de las reformas que hagan gobernable al país dentro de la ley.
La autoridad moral del PCD
-ƑA qué autoridad moral se refiere cuando dice que el PCD puede lanzar esa convocatoria?
-La de ser el partido que no hizo ningún acuerdo con Zedillo. El PRD, a pesar de sus posiciones, ya hizo muchos acuerdos con el Presidente; y el PAN, no sólo acordó sino que le sacó el Fobaproa al PRI. Hemos mantenido una línea congruente de oposición; de estar en la contienda no para ver qué sacábamos para nosotros, e incluso de haber pagado un precio electoral con tal de no debilitar al otro. Por ejemplo, en el debate, yo no fui a buscar votos sino a quitarle a Labastida los suyos, y para que el PRI no se fuera con el carro completo. Todo eso nos da autoridad moral. Además, no hemos golpeado a ninguna de las otras partes.
-ƑSegún usted, qué tipo de país haría Fox como Presidente?
-No lo sabemos, porque él puede ser un hombre que a la hora que se siente a gobernar no tenga posibilidades de hacerlo; y segundo, porque puede ser un hombre que se entregue al PRI. O puede también, llegar a un pacto para la reconciliación nacional, pero no sabemos cuál será su posición final.
-ƑContribuye a esa incógnita la personalidad del panista?
-Esto es una campaña y el éxito que obtenga en esta etapa no garantiza éxito en el gobierno. Es decir, si él quiere quedar bien con grupos que son diferentes y a cada uno le ofrece lo que quiere, eso puede ser efectivo desde el punto de vista electoral, pero será un error que le generará debilidad al momento de gobernar. Es un error ofrecer de más, porque al momento de no poder cumplir te desprestigias rápidamente.
-ƑY qué tipo de país vislumbra con Labastida como Presidente de la República?
-Veo dos opciones. La más probable en mi opinión es que actúe como lo hizo desde la Secretaría de Gobernación; él se quedó callado, cerró los ojos ante hechos muy graves y estuvo dispuesto a acceder a cosas que no aceptaría un mandatario que estuviera en posición de defender la ley. Lo más probable es que Labastida gobierne sobre la base del mismo sistema y lo consolide con esas alianzas que trae y que magnificó después de su fracaso en el debate.
Statu quo endurecido
-ƑO sea que él mantendría el statu quo?
-Sí, el statu quo endurecido. Eso es Labastida. Aunque la otra posibilidad es que en un momento dado reaccione y se dé cuenta de que manteniendo ese estado de cosas, en dos años tendría un problema social que no pueda manejar, y entonces para sostenerse o hace uso de la represión en escalas crecientes o tal vez diga: 'tengo que abrir, pactar y sostener esto con una base de mayor legitimidad', e incluso esté dispuesto a negociar con las fuerzas de oposición, pero esto es totalmente hipotético, una ilusión.
-En su condición de ex militante del PRI, Ƒcómo ve hoy a ese partido en esta coyuntura electoral?
-No veo mucha diferencia entre lo que se vislumbra como cierre de campaña en el 2000 y lo que fue esa misma etapa en 1994. Hará el mismo manejo de los medios de comunicación, del dinero; usará a los mismos operadores, a quienes ahora ha tenido que hacer más visibles. Esa es la única diferencia, pero la estrategia y la táctica son tan parecidas que resultan preocupantes.
-ƑUsted que estuvo tantos años en el PRI piensa que ese partido se ha planteado la posibilidad de perder?
-El PRI nunca se planteó la posibilidad de perder y por eso no hizo la reforma que se necesitaba. Los dos últimos mandatarios pudieron hacer el cambio político que requería el país y no lo hicieron porque, al final, defendieron los intereses y complicidades que representa su partido. No creo que ahí nadie esté seriamente pensando en entregar el poder; apuestan a que lo conservarán y están dispuestos a utilizar cualquier cosa para mantenerse.
-ƑCómo se encuentra su relación con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari?
-Yo fui de los pocos que realmente rompieron con él. De los demás nadie lo hizo realmente, salvo Cárdenas que había roto desde siempre, pero a la hora de la hora, mucha gente ha sido reciclada; siguen los mismos círculos y con las mismas redes. Finalmente Salinas sigue en el PRI
Inmovilidad para evitar divisiones
-A la distancia, Ƒha considerado que cometió un error al no haber renunciado al PRI en noviembre de 1993, cuando no resultó postulado como candidato a la Presidencia?
-Creo que fue un... y lo voy a decir por primera vez ante los medios. Creo que fue un error de mi parte haber seguido en el gobierno en noviembre del 93, o sea, me debí haber ido a mi casa en ese momento
-ƑY por qué no lo hizo?
-Primero, porque siempre he sido una gente que ha buscado evitar las divisiones y confrontaciones innecesarias. Pensé que si lo hacía provocaría cosas de esa naturaleza. Y segundo, porque a lo mejor pensé demasiado en los que eran mis colaboradores, y me preocupó que por una razón muy personal iba a dejar en la calle a cientos de personas que habían sido leales y habían hecho su trabajo muy bien en el gobierno capitalino. Lo hice ahora sí que mordiéndome la lengua, porque iba en contra de lo que me dictaba mi instinto político y lo que me dictaban las ganas que tenía de mandarlos a la fregada, pero reconozco que cometí un error político.