MARTES 9 DE MAYO DE 2000
Ť Buenos Aires aún no tiene intendente
Ibarra obtuvo 49.41% de votos y podría ir a segunda vuelta
Ť Cavallo insiste en que se debe cumplir la ley que exige 50%
Ť Grave derrota del Partido Justicialista con 1.6% de sufragios
Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 8 de mayo Ť Pese a su triunfo por 49.41 por ciento de los votos, Aníbal Ibarra, el candidato a jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires por la Alianza gobernante en Argentina, podría ir a segunda vuelta dentro de 15 días, luego que su rival más próximo, el ex ministro de Economía Domingo Cavallo, anunció que quizá siga en la carrera hacia la intendencia porteña.
Ibarra casi consiguió el exigido 50 por ciento para evitar la segunda vuelta, contra 33.8 por ciento de Cavallo. Pero el candidato de la coalición derechista Encuentro por la Ciudad insistió esta tarde en que se debe "cumplir la ley", aunque luego admitió que podría no presentarse a una segunda vuelta.
Además de la aplastante derrota del Partido Justicialista (peronista), que sólo consiguió 1.6 por ciento de los votos pese a ser la mayor fuerza opositora, otra de las sorpresas de los comicios celebrados el domingo fue la reaparición de la izquierda que, dividida en varios grupos, ganó por primera vez siete bancas en la legislatura capitalina.
Así, la fórmula Ibarra-Cecilia Felgueres, de la Alianza formada por la centrista Unión Cívica Radical y el centroizquierdista Frente País Solidario, obtuvo el triunfo en todas las circunscripciones que conforman el mapa político de la ciudad, pero perdió la mayoría en la legislatura.
Allí, pasó de tener 37 bancas a 24, contra 20 de Encuentro de Cavallo y las siete bancas izquierdistas, tres de ellas de la Izquierda Unida que encabeza el Partido Comunista, y las otras para el humanismo ecologista, el socialismo y el trostkismo.
"Me presionan para abandonar"
Cavallo denunció que "me presionan para abandonar la carrera". Anoche, enfurecido, había arremetido contra Ibarra, llamándolo "partisano, incompetente, mentiroso y tramposo", además de denunciar irregularidades.
Sin embargo, el ex ministro de Economía del peronista Carlos Menem no presentó pruebas de sus denuncias en su conferencia de prensa de este lunes, a la cual no asistió Gustavo Béliz, su compañero de fórmula y dirigente de Nueva Convergencia, que integra la coalición Encuentro con Acción por la República.
Esta ausencia coincide con las versiones que circulan sobre el eventual retiro de Béliz, también ex ministro de Menem, lo que dejaría en soledad a Cavallo, contribuyendo a una aplastante derrota en una segunda vuelta que costaría a los contribuyentes unos 2 millones de dólares.
En este sentido, Cavallo admitió que Béliz "está con dudas de si deberíamos seguir". Los medios políticos esperaban una elegante retirada del ex ministro, ya que a Ibarra apenas le faltaban décimas para obtener 50 por ciento y tenía 16 por ciento de ventaja sobre el ex ministro. El presidente Fernando de la Rúa llamó a la moderación a Cavallo: "No se puede recurrir a la provocación y a la descalificación", dijo.
Para los analistas locales, la Alianza salió fortalecida en estos comicios, a sólo dos días de un paro nacional que tuvo importante acatamiento y después de una serie de medidas poco populares, aunque el castigo se dio en la lista de legisladores.
La mayoría de los observadores también atribuyó los bajos resultados de la fórmula Cavallo-Béliz al primero del binomio, por su pasado político de funcionario de la última dictadura militar y su "paternidad" del modelo económico neoliberal que llevó a la mayor crisis social del país en las últimas décadas.
El tercer lugar en las elecciones (4.58) se lo llevó la lista de la ex diputada justicialista y actriz Irma Roy, (4.58) quien en rebeldía se lanzó contra la lista oficial de su partido, colocando cuatro legisladores gracias al voto de los simpatizantes del sector rebelde de la Confederación General del Trabajo (CGT). Al candidato de Menem, el ex ministro y ex embajador Raúl Granillo Ocampo ni siquiera lo habrían votado los más leales al Partido Justicialista, lo que provocó la peor derrota del peronismo en su historia.
Ahora, frente a una eventual segunda vuelta, los votantes de la izquierda y de Irma Roy volcarían sus votos a la Alianza, para infligir a Cavallo una derrota que lo saque del camino a la presidencia que el otrora superministro se había fijado.
Los comicios del domingo transcurrieron en calma, aunque la lentitud del conteo aumentó la tensión anoche, ya que el nuevo sistema informático era tan avanzado que no aceptó ningún pequeño error, como una cruz que se saliera de la planilla. Esto obligó al conteo manual, y recién esta tarde se conocieron los resultados.
Pero casi nadie salió la víspera a las calles a manifestarse, con la excepción de los militantes de Izquierda Unida (IU), que festejaron su reaparición en la céntrica calle Corrientes, frente al modesto hotel elegido como su centro electoral.