MARTES 9 DE MAYO DE 2000
Ť El joven, de 24 años, aceptó someterse a una prueba de ADN
Encuentran al hijo de una ex presa política uruguaya
Afp y Reuters, Montevideo, 8 de mayo Ť El presidente uruguayo, Jorge Batlle, anunció hoy que un joven de 24 años, quien presuntamente sería el hijo desaparecido de la ex presa política Sara Méndez, aceptó someterse a un examen de ADN para determinar su verdadera identidad. Este sería el segundo hallazgo de una persona nacida en campos clandestinos de detención bajo las dictaduras que gobernaron el Cono Sur en los años 70 y 80, tras la aparición de la nieta del poeta argentino Juan Gelman.
El centroderechista Batlle es el cuarto presidente elegido democráticamente tras el fin de la dictadura de 1973-85, y el primero en recibir a los familiares de las víctimas de las fuerzas armadas.
Según el emisario presidencial Carlos Ramela, el gobierno tendrá a fines de mes una solución para unos 160 casos de ciudadanos desaparecidos. Trascendió que se manejan tres soluciones: una ley que declare oficialmente muertos a los desaparecidos, la reparación económica a los familires, o la posibilidad de efectuar un reconocimiento de las desapariciones en nombre del Estado.
Por lo pronto, Batlle anunció esta tarde el presunto hallazgo del hijo de Méndez, arrancado de brazos de su madre en 1976 cuando tenía apenas 20 días.
Méndez, quien tras ser secuestrada fue trasladada a Uruguay en la Operación Cóndor de coordinación represiva entre dictaduras, ubicó hace un tiempo en Montevideo a un adolescente adoptado por padres uruguayos que, según su investigación, sería su hijo Simón. Entonces, reclamó por vía judicial el examen de ADN, pero la negativa del joven fue aceptada por la justicia.
El presidente informó que se reunió por separado con Méndez y su presunto hijo, y que el muchacho, "por su propia decisión" aceptó someterse al examen, cuyos resultados se conocerán recién hasta dentro de 20 o 25 días.
A fines de marzo, Batlle había anunciado asimismo el hallazgo de la nieta de Gelman, que nació en 1976 en Montevideo, adonde había sido trasladada su madre, María Claudia García Irureta, luego de ser secuestrada en Buenos Aires.
En Brasil, en tanto, el coronel Carlos Aberto Ponzi, ex jefe regional del Servicio Nacional de Informaciones (SNI) en Río Grande do Sul, confirmó que los ejércitos del Cono Sur establecieron, durante las pasadas dictaduras militares, acuerdos para intercambiar informaciones sobre opositores.
Esta es la primera vez que un alto oficial implicado en la represión política en Brasil confirma la Operación Cóndor, pero Ponzi aseguró que el SNI nunca detuvo ni torturó a nadie, aunque reconoció que "hubo errores y abusos" y que de ese periodo quedó "un saldo, con lo que llaman los desaparecidos políticos".
"Fue una guerra sucia y feroz de los dos lados. Las izquierdas se unieron y actuaban coordinadas internacionalmente en nuestros países. Cuba mandaba dinero para financiar la guerrilla (...) Entonces, Ƒno debíamos defendernos?", argumentó el jefe del SNI de 1975 a 1980, en declaraciones al diario Jornal do Brasil.
El coronel se encuentra en la lista de los 10 brasileños integrantes del comando de represión en Río de Janeiro y Río Grande do Sul entregada a la justicia argentina, que investiga la desaparición de tres argentinos en Brasil en 1980.