MARTES 9 DE MAYO DE 2000
Ť Manifestaciones en toda la nación; en el País Vasco las opiniones se dividen
Repudio en España al asesinato del periodista López de Lacalle
Ť El presidente Aznar reitera su exigencia de celebrar elecciones anticipadas en la región
Armando G. Tejeda, corresponsal, Madrid, 8 de mayo Ť Miles de personas participaron hoy en protestas por el asesinato, el pasado domingo, del columnista del diario El Mundo José Luis López de Lacalle, en un atentado atribuido a la organización armada vasca ETA. Las manifestaciones se efectuaron en todo el territorio español, aunque en el País Vasco estuvieron marcadas por la división entre los militantes nacionalistas, la izquierda vasca y los llamados partidos "españolistas".
El presidente del gobierno español, José María Aznar, reiteró desde Rabat, Marruecos, su exigencia al gobierno regional vasco a celebrar elecciones anticipadas pues, a su juicio, en el País Vasco hay "una mínima higiene y decencia democrática".
Como parte de las protestas por el cuarto atentado de ETA, desde que en diciembre pasado el grupo anunció la ruptura de la tregua que mantuvo durante 14 meses, se realizó en ciudades de todo el país un paro general de labores que duró 15 minutos, y al que se sumaron desde oficinas públicas y los medios de comunicación.
En todas las ciudades españolas, las protestas comenzaron al mediodía, momento en que se paralizaron las labores, para guardar cinco minutos de silencio.
En Jerez de la Frontera, la concentración estuvo encabezada por el jefe del Estado, el rey Juan Carlos, quien por primera vez participó en un acto de este tipo. En Madrid, el Congreso de los Diputados, la Cámara de Senadores y la Federación Española de Municipios se sumaron al paro general.
Separación de las facciones
En las ciudades del País Vasco, sin embargo, se profundizó la división entre las distintas facciones del entorno político, pues las formaciones moderadas y la izquierda nacionalista hicieron manifestaciones separadas. El gobierno regional formado por la coalición de los partidos nacionalistas moderados: el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Eusko Alkartasuna (EA), realizó sus actos en Bilbao; mientras Euskal Herritarrok (EH, nombre electoral de la coalición Herri Batasuna, considerada brazo político de ETA), se manifestó bajo la consigna "dejad decidir en libertad a Euskal Herria" (País Vasco).
Por último, el Partido Popular (PP, derecha, en el gobierno) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE, principal fuerza opositora), se manifestaron en una marcha convocada por el Foro de Ermua, una organización de artistas, intelectuales y políticos, formada tras el asesinato, en julio de 1997, del concejal del PP Miguel Angel Blanco, entre cuyos fundadores se encontraba el propio López de Lacalle.
En la madrileña Puerta del Sol, comenzó a las 19 horas una manifestación que reunió a unas 10 mil personas, según estimaciones de la policía local. La marcha estuvo convocada por el gobierno autonómico vasco, sindicatos y organizaciones no gubernamentales, entre ellas Reporteros Sin Fronteras, Movimiento contra la Intolerancia y Amnistía Internacional.
Al tiempo, los restos mortales del periodista asesinado fueron sepultados en el cementerio de Andoaín, ciudad en la que nació y murió. Durante el elogio fúnebre, Juan María Uriarte, obispo de San Sebastián y quien en su momento fungió como mediador entre el gobierno y ETA durante el único encuentro celebrado entre representantes de Madrid y el grupo armado vasco, manifestó que "los partidos políticos tienen que dejar a un lado sus intereses particulares para iniciar un diálogo que lleve a la paz".
La homilía que el religioso pronunció durante el homenaje fúnebre, que se realizó en San Sebastián, fue escuchada por los más altos dirigentes, entre ellos el presidente del gobierno vasco, Juan José Ibarretxe y presidente del PNV, Xabier Arzalluz.
Al término de la misa, una concentración en la ciudad de Andoaín, gobernada por EH, iba encabezada por un cartel que rezaba: "ETA dispara donde Arzalluz y Egibar apunta".
Joseba Egibar es vocero del PNV y uno de los más firmes defensores del Pacto de Lizarra. En las calles de Andoaín también se encontraron varias pintas en las paredes que decían: "Lacalle, jódete asesino" o "Foro de Ermua, hijos de puta".
Mientras, Aznar, en una gira oficial en Marruecos, criticó a los dirigentes nacionalistas moderados vascos quienes, dijo, "llevan a su partido al despeñadero o al abismo o al suicidio".
El mandatario conservador apuntó que PNV y EA "no pueden pretender que se suicide con ellos, que se vaya al despeñadero una parte importante de la sociedad vasca", e insistió en convocar anticipadamente a elecciones autonómicas vascas.
Por su lado, el ministro del Interior español, Jaime Mayor Oreja, sostuvo que "el PNV es un obstáculo para la paz", y acusó al partido moderado de ser un "aliado" de EH y ETA. El gobierno español ha responsabilizado de las acciones separatistas al gobierno regional vasco, que en su momento promovió el Pacto de Lizarra, en el que se unieron todas las fuerzas nacionalistas y que posibilitó la tregua de ETA.
Arzalluz replicó de inmediato "no está aferrado a Lizarra como un camino dogmático", por lo que criticó a "quienes tanto hablan de paz y son incapaces de presentar una alternativa".
El líder y vocero de EH, Arnaldo Otegi, reiteró que su coalición "lamenta" la muerte del periodista vasco, y apuntó que es urgente resolver el conflicto político que azota al País Vasco desde hace 30 años por "la vía democrática". Otegi explicó que lo que pretendía ETA con el asesinato de López de Lacalle fue "poner sobre la mesa la manipulación informativa que realizan algunos medios de comunicación".
El líder de la izquierda abertzale reiteró su propuesta de diálogo al gobierno vasco para avanzar en el proceso de pacificación, a partir de dos instituciones ya consolidadas en la región: la Asamblea de Municipios Vascos y el Pacto de Lizarra, dos instituciones que fueron criticadas por el gobierno español, que consideró que defendían las reivindicaciones independentistas de ETA.
El diario vasco Gara, en su editorial de hoy titulado "Piedra angular para un futuro de paz", señaló: "Quienes apostamos por el entendimiento, la justicia y la normalización política, no podemos ser ajenos a un sufrimiento que tantas veces rompe y desgarra a este pueblo. El sufrimiento, lo hemos dicho y lo repetiremos hasta desgañitarnos, no es patrimonio de nadie, y son muchos los vascos y vascas que viven en él día a día, sin que ese dolor llegue a las primeras páginas de los periódicos".