* Campesinos reconocen la labor de la gobernante y le demandan apoyos
Ofrece Robles a ejidatarios de Milpa Alta mediar ante la SRA para definir linderos
* Encuentro sin incidentes en la delegación donde hace tres semanas priístas boicotearon una gira
Ricardo Olayo * En territorio rural de Milpa Alta, donde autoridades y ejidatarios rememoraron la presencia de Emiliano Zapata, se efectuó ayer un encuentro entre representantes de cinco núcleos agrarios y la jefa de Gobierno, Rosario Robles Berlanga. En náhuatl, le dieron la bienvenida y le cantaron a capela Cielito lindo --creación del oriundo Quirino Mendoza-- y después le entregaron en español las múltiples solicitudes de ayuda.
Los representantes ejidales pidieron caballos y vehículos para efectuar de mejor manera la vigilancia en los sembradíos, apoyo para la reforestación, para diversificar la producción, abrir caminos de penetración, una microindustria e interceder ante las autoridades federales para definir los límites, entre otras.
El encuentro se realizó sin incidentes, a pesar de que en esa demarcación hace tres semanas dirigentes priístas identificados enfrentaron a Robles y la obligaron a retirarse para evitar mayores altercados con su equipo de giras. Para disipar riesgos, en el acto de ayer se desplegó personal de la Secretaría de Seguridad Pública --como ocurre en otros casos-- vestido de civil, que al final de la visita de la funcionaria se reportó en su sector, el 46, al que fueron trasladados.
Los hombres del campo "queremos decirle a los citadinos que representamos todavía el patrimonio nacional y social", dijo Cornelio Flores, representante de San Jerónimo Macatlán, y sugirió a Robles que trasmita en la zona urbana "el espíritu de estos hombres que conviven con la naturaleza".
Habló de un tipo de delincuencia "que pensábamos no nos iba a llegar", como el tráfico de enervantes, el de autopartes y los secuestros. Si bien no se han desarrollado ese tipo de delitos, pidió poner un alto y llevar adelante el proyecto conjunto de siete casetas de vigilancia en la zona.
La jefa de Gobierno escuchó a seis ejidatarios que con diferentes matices le reconocieron su labor y también pidieron mayores apoyos. En la lista de demandas se sumaron el apoyo económico para impermeabilizar un área y de esa manera tener peces, pues en otras experiencias las filtraciones del agua han impedido preservar el proyecto; ayuda para combatir la plaga de la tuza, para bacheo y rencarpetamiento de las veredas.
Robles desayunó tamales y atole con los pobladores, se tomó fotografías a petición de los oriundos y escuchó rimas veracruzanas en su honor, así como la queja de los fotógrafos que cubrieron el evento porque el personal de la Coordinación de Comunicación Social se negaba a disponer del vehículo en que los habían transportado, para su regreso, según informaron ellos mismos.
La reunión se efectuó en La Troje, una parte del casco de una vieja hacienda que queda en pie y de la cual pidieron techarla. En la zona se instaló el principal puesto de vigilancia y acceso de Zapata hacia la ciudad de México, según explicaron.
Ahí, la Revolución Mexicana permitió destronar a los hacendados y posteriormente, narró por su parte el delegado Juan N. Guerra, se tomó plena posesión, hasta el día de hoy que se ha recuperado para los núcleos agrarios de San Antonio Tecómitl, San Francisco Tecoxpa, Santa Ana Tlacotenco, San Juan Tepenahuac y San Jerónimo Macatlán.
Las respuestas
Sesenta por ciento del territorio se dedica a la producción de nopal, que en breve podrá comercializarse en un mercado construido en esta gestión. Ahí se cultiva también haba, maíz y diferentes cereales, pero por la calidad de la tierra, pidieron apoyo para diversificar su producción de durazno, peras, tejocotes y cítricos.
Después de escuchar a los ejidatarios, Robles ofreció interceder ante la Secretaría de la Reforma Agraria para que se definan los linderos entre cada ejido. Dijo que se concluirá la puesta en funcionamiento de las siete casetas de vigilancia y que en los siguientes meses habrá 17 kilómetros más de caminos de penetración.
Ayer le tocó inaugurar una de las casetas cuya operación estará al cargo de ejidatarios, y aunque habrá coordinación con la SSP, los uniformados no podrán entrar más allá, según explicó el delegado, quien subrayó que tampoco hay autorización para que los hombres del campo puedan portar armas.
La funcionaria destacó el trabajo de los ejidatarios y dijo que en tres años se puede avanzar poco, sobre todo si se toma en cuenta que la política del campo la fija el gobierno federal, pero aseveró que se hace todo lo que esta al alcance, empezando por el reconocimiento a su aportación a la zona urbana.
Guerra informó que se techará el casco de La Troje y destacó que si en este momento los ejidatarios tienen un terreno disponible se puede instalar una microindustria para envasar el nopal, lo que sería un gran avance en tiempo, pues al gobierno le llevaría meses el proceso de compra de un terreno; el delegado explicó que verá con la SSP la posibilidad de contar con los caballos solicitados, y de las cinco camionetas señaló que hará gestiones ante la PGJDF y la PGR.