DOMINGO 7 DE MAYO DE 2000

Ť Un grupo atenderá el problema de indocumentados


Visitarán legisladores de EU y México el estado de Arizona

Ť En un ambiente tenso, finaliza la 39 reunión interparlamentaria

Ciro Pérez Silva, enviado y La Jornada de Oriente, Puebla, Pue., 6 de mayo Ť Luego de escuchar la denuncia de los legisladores de oposición de México, en el sentido de que el mayor reto en las elecciones del próximo 2 de julio es evitar la "compra del voto" a través de los programas oficiales, el presidente de la delegación estadunidense a la 39 reunión interparlamentaria, Jim Kolbe, expresó a su contraparte que en su país no hay preocupación por un eventual triunfo opositor y aseguró que "la alternancia es una parte muy saludable y positiva de cualquier sistema político".

El debate sobre los sistemas electorales de ambos países, que en unos meses elegirán presidente, diputados y senadores, provocó un enfrentamiento entre los delegados de PAN, PRD y PT con los del PRI, quienes rechazaron las afirmaciones opositoras y advirtieron que "la ropa sucia se lava en casa".

Luis Patiño Pozas, diputado petista, explicó que la respuesta de la delegación estadunidense fue la de reconocer que en México se transita de un monopartidismo a un sistema de partidos, y que en ese sentido felicitaban a la oposición por su lucha en los últimos años, pero también al PRI por "tolerar" y "abrir" esos espacios, admitiendo que México podría convertirse en un modelo para otros países "de cómo se transita a la democracia pacíficamente".

Sin embargo, no todo el debate entre legisladores de México y Estados Unidos mantuvo un nivel diplomático. El tema de la migración y particularmente la "cacería" de indocumentados que invaden ranchos en Arizona provocó, además del unánime rechazo y condena de la delegación local, una variedad de respuestas de su contraparte.

El representante de California, el republicano Brian P. Bilbray, sostuvo que cualquiera que ingresa de manera ilegal a Estados Unidos debe ser considerado un delincuente y sujetarse a las sanciones de las leyes de ese país. Otros cuestionaron la vigencia de la legislación actual en aquella nación, en un momento en el que la tasa de crecimiento económico es alta y la de desempleo tan baja "que empresarios y agricultores claman por la mano de obra de los indocumentados".

Ambas delegaciones acordaron, en este sentido, conformar un grupo de "alto nivel" que en primera instancia visite la región de Arizona en la que se han suscitado los problemas de detención de ilegales a manos de particulares, y promover cambios legislativos que permitan dar una solución integral al problema de la migración ilegal.

Kolbe admitió, sin embargo, que en el caso del Congreso estadunidense "resulta complicado" diseñar una legislación como esta, ya que el problema de la frontera "no permea a los representantes de Nueva York o Washington, quienes carecen del mismo tipo de presión que tengo yo, como representante de Arizona".

No obstante, Kolbe rechazó de plano el uso de la palabra "asesinato" cuando se hizo alusión al problema de Arizona, luego de afirmar que "en ningún momento se ha disparado un arma" por parte de los granjeros de ese estado contra indocumentados; que la mayoría de los inmigrantes mueren por que los "polleros" los han abandonado en el desierto y que cuando éstos son rescatados, se les proporciona el servicio médico para su total recuperación, "lo que representa una inversión de decenas de miles de dólares", irrecuperables para los hospitales.

Durante el debate de este tema, se propuso la integración de un acuerdo que regule el ingreso de un determinado número de trabajadores mexicanos, en temporadas prestablecidas y a zonas específicas de Estados Unidos, pero quedó como una propuesta.

Al abordar el tema de cooperación económica, la delegación perredista retomó el problema de los indocumentados y afirmó que la mano de obra mexicana y el tema de la movilidad laboral debe incorporarse al Tratado de Libre Comercio (TLC), como una medida efectiva que puede desactivar un problema potencialmente grave.

El diputado Carlos Heredia Zubieta, del PRD, propuso a la delegación visitante "legislar, regular la inmigración, antes que permitir la continuación de un proceso que favorece la explotación de los trabajadores mexicanos y el provecho de unos cuantos empleadores. Los indocumentados subsidian a la economía estadunidense con miles de millones de dólares cada año, con su mano de obra barata. Esto debe ser reconocido por la economía estadunidense e incorporado a las negociaciones de ambos gobiernos", dijo.

Por cuanto al narcotráfico, el presidente de la delegación mexicana, el panista César Jáuregui, destacó que este año su contraparte reconoció que se trata de un problema común, que demanda acciones de cooperación conjuntas. Incluso el republicano Phil English admitió que también su país debería ser certificado en su lucha antinarcóticos.

La 39 reunión interparlamentaria México- Estados Unidos fue clausurada en un ambiente de distensión, donde se reconoció la creciente cercanía entre ambos países que ha traído consigo el TLC, pese a los obstáculos que enfrenta, básicamente, México.