SABADO 6 DE MAYO DE 2000
Ť Rusia suspenderá las libertades políticas: Ivanov
Planea Putin instaurar un protectorado ruso en Chechenia
Ť El Kremlin designará a gobernante que durará dos o tres años
Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 5 de mayo Ť Antes de que termine el presente mes el presidente Vladimir Putin firmará un decreto para introducir "una forma especial de gobierno" en Chechenia, reveló hoy Serguei Ivanov, secretario del influyente Consejo de Seguridad de Rusia.
El eufemismo usado por Ivanov, entre otros rasgos inherentes a una suerte de estado de excepción no tipificado aún en la Constitución rusa, presupone suspender las libertades políticas, particularmente la celebración de elecciones en la república separatista durante un largo "periodo de transición", que puede durar entre dos y tres años, según evolucione la situación.
Durante ese lapso será impuesto desde Moscú un gobernante checheno, que compartirá el poder con un emisario ruso, quien tendrá pleno control sobre los flujos financieros que se destinarán a la reconstrucción de Chechenia, para tratar de evitar que se repita la experiencia de 1996, cuando la mayor parte del dinero fue robado.
En la práctica, mientras se aplique la "forma especial de gobierno" Chechenia perderá su estatus de sujeto de la Federación Rusa, por lo cual es indispensable que el Parlamento ruso apruebe una ley que dé sustento jurídico al decreto presidencial.
Ivanov afirmó que se está trabajando en la elaboración de ambos documentos con la idea de que entren en vigor simultáneamente a fines de mayo.
Nikolai Koshman, representante especial del Kremlin en Chechenia con rango de viceprimer ministro, explicó que se piensa crear en la república rebelde "administraciones territoriales" encabezadas por chechenos, en las que habrá dos o tres representantes federales que serán sustituidos paulatinamente con funcionarios locales.
Al cabo de tres años, conforme con los optimistas cálculos de Koshman, todos los cargos de la administración pública serán ocupados por chechenos y se podrá pensar en derogar la "forma especial de gobierno".
La intención del Kremlin de imponer esa drástica medida es reiterar que Rusia descarta negociar con el actual presidente Aslan Masjadov y, de hecho, busca establecer un gobierno paralelo, que será reconocido por Moscú como único legítimo.
Asimismo, significa que los grupos chechenos leales a Moscú no fueron capaces de superar sus diferencias internas y de encontrar un líder de consenso.
El nuevo dirigente checheno, aún desconocido por otros grupos, deberá ser designado por el Kremlin. Los candidatos son los mismos y, de aquí a un par de semanas, se esforzarán por demostrar que constituyen la mejor opción en términos de lealtad al gobierno federal.
Este, por ahora, parece ser el principal criterio para la designación del líder checheno y, además de Ruslan Jasbulatov, aspiran a ser ungidos Ahmed Kadyrov, Malik Saidullaiev y, de nuevo, Bislan Gantamirov, todos representantes de los grupos chechenos a favor del Kremlin.
La "forma especial de gobierno" en Chechenia amplía, por lo menos en tres años, el plazo para "acabar con los bandidos", como se llama aquí oficialmente a los combatientes islámicos que siguen ocultos en los terrenos montañosos de la república, y que emplean la táctica de guerra de guerrillas contra las fuerzas rusas.
En los últimos días las autoridades rusas han admitido que las tropas federales y unidades de élite del Ministerio del Interior no pueden extinguir los focos de resistencia.
Por ello, se pretende ahora facilitar la tarea al limitar de manera legal --y se asegura que en forma temporal-- importantes libertades constitucionales en Chechenia, lo que permitirá recurrir al toque de queda, a la restricción de movimientos de los ciudadanos y a otros instrumentos de un régimen policial, independientemente del nombre que se le quiera poner.