SABADO 6 DE MAYO DE 2000

Ť Enviaría señales de que el gobierno alienta esa estrategia


La fusión Banamex-Bancomer, opuesta a la apertura financiera

Ť La posible alianza fue bien recibida por su corte nacionalista, opinaron analistas

Reuters Ť La posible fusión entre los dos bancos más grandes de México ha causado suspicacias entre analistas porque el impulso nacionalista que parece motivarla ocurre precisamente cuando faltan apenas dos meses para las elecciones.

Agregaron que este impulso nacionalista podría ser interpretado como algo alentado por las propias autoridades, lo que amenazaría con mandar una señal opuesta al proceso de apertura financiera que ha promovido México hasta ahora.

El poderoso banco español BBVA negocia desde marzo una alianza con el segundo mayor banco mexicano, Grupo Financiero Bancomer.

Hasta esta semana, la expectativa era de que ese acercamiento desplazaría del liderazgo de la banca nacional a Grupo Financiero Banamex-Accival (Banacci).

Pero el miércoles, Banacci causó un terremoto en el sector al lanzar una inesperada oferta para fusionarse con su principal rival, en un desafío frontal a los planes españoles.

La banca en manos nacionales

"En cuanto al tema del nacionalismo, a final de cuentas las autoridades deben ser neutrales y dar el banco al mejor postor..., pero en la realidad esto a veces no pasa en México", dijo vía telefónica un economista de una consultoría en Nueva York.

Según el especialista, existe la impresión de que las autoridades mexicanas dieron cierto tipo de garantías para mantener las joyas de la banca en manos nacionales.

"Podemos entrar con sospechas de que acaso se dio este tipo de garantías para que la mayor parte de la banca se mantenga en manos nacionales con miras a las elecciones. Esa es la gran duda", agregó.

El especialista dijo que una eventual fusión Bancomer-Banacci sería bien recibida por las autoridades porque el sistema de pagos quedaría en manos mexicanas y porque evitaría reclamos políticos de "entreguismo" al capital extranjero.

El 2 de julio los mexicanos elegirán al nuevo presidente del país y a todos los miembros del Congreso federal en un proceso donde compiten cerradamente los candidatos del partido oficialista y el de la oposición de derecha.

Juan Pablo Chávez, especialista de la consultoría IDEAglobal.com, también dijo que el gobierno mexicano parece haber cambiado su línea de apertura por el proceso electoral.

"El gobierno mexicano había estado viendo con buenos ojos la participación de los bancos extranjeros en el sistema financiero mexicano. ƑSe habrá modificado esta posición ahora?", se preguntó.

Chávez dijo que si el gobierno apoya esta medida "también tiene que ser conciente de los costos que implicaría esta decisión porque dañaría la relación con inversionistas españoles, cuando España fue un aliado muy importante de cara a las negociaciones del libre comercio con Europa".

La sorpresiva oferta de Banacci levantó opiniones variadas sobre sus posibles beneficios. No obstante, la mayoría de los especialistas creen que generará más ahorros y sinergias que la presentada por el español Banco Bilbao Vizcaya Argentaria.

Pero la nueva oferta de fusión no sólo fue bien recibida en cuanto a sus beneficios como negocio, sino también por su corte nacionalista.

Tras anunciar la oferta de fusión, una fuente cercana a las negociaciones que pidió el anonimato dijo a Reuters que la oferta podía interpretarse como "šMexicanos al grito de guerra!", citando la primera línea del himno nacional mexicano.

El presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Alejandro Martínez, dijo a periodistas que "a todos los mexicanos nos debería de dar gusto tener un banco mexicano, un banco nacional fuerte a nivel internacional que pueda ser uno de los 30 grupos más importantes del mundo".

"Si esto se da, que esperamos que realmente se dé, va a ser una noticia que todos los mexicanos debemos festejar", agregó.

Robert Lacoursiere, analista de Bear Stearns, señaló al respecto que el nacionalismo "es en parte un aspecto de mercadotecnia. Es una razón legítima el tener nacionalmente la banca controlada".

"No necesitamos que retrocolonialistas vengan acá y nos enseñen cómo hacer las cosas; nosotros podemos hacerlo por nosotros mismos", parecen decir ciertos sectores mexicanos, según Lacoursiere.

No obstante, algunos se cuestionan si las autoridades antimonopolio darán su aval para la megafusión.

Manuel Medina Mora, director general de Banacci, dijo al presentar la oferta el miércoles que no prevé obstáculos que frustren sus intenciones de fusionarse.

Pero para el analista Pablo Alvarez-Icaza, de Bursamétrica, la autorización gubernamental "sí es un problema y sí es un obstáculo, que solamente se va a solucionar con el suficiente respaldo político".