JUEVES 4 DE MAYO DE 2000

 


* Orlando Delgado *

Crecimiento de 7 por ciento

2y

Uno de los aspectos económicos en los que Vicente Fox centrará sus baterías durante las semanas que restan de la campaña presidencial será su publicitado objetivo de crecer a 7 por ciento. La necesidad de lograr este ritmo y sostenerlo durante los próximos seis años es ampliamente compartida, por lo que argumentar señalando que plantearse una meta inferior, como lo ha hecho Labastida, es condenar a 350 mil jóvenes a la marginación y la delincuencia es simplemente demagogia.

El asunto no es la meta, sino cómo lograrla y, sobre todo, cómo sostenerla. La concepción de Fox, como va siendo cada vez más evidente, es precisamente la misma que ordenó el programa salinista, por lo que la presencia de Alzati y de otros neoliberales salinistas en su equipo económico no sorprende.

El planteamiento foxista es sencillo; crecer a 7 por ciento, respetando los "equilibrios fundamentales", es decir, finanzas públicas sin déficit, inflación descendente, con autonomía del banco central, libre flotación del tipo de cambio, cuenta corriente con déficit manejable. El crecimiento planteado se propone llegar al pleno empleo, lo que redundará en mejoras salariales que, además, tendrán que sostenerse en incrementos de la productividad; Fox señala que el TLC permitió crear un número importante de empleos; lo que no dice, seguramente porque sus asesores no se lo han explicado, es que también provocó el cierre de numerosas empresas que despidieron a miles de trabajadores, por lo que el crecimiento neto es ciertamente limitado.

Los "equilibrios fundamentales" de Fox son, exactamente, los temas centrales del neoliberalismo mexicano, desde la administración de De la Madrid, pasando por la de Salinas y terminando con Zedillo. Por eso, Fox les llama de esa manera, para que parezca que son verdades que tienen que ver con el conocimiento científico; otra vez, la noción de pensamiento único, basado en el Consenso de Washington, cuya ruptura está provocando contradicciones entre los dos grandes garantes del stablishment internacional: el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. No se puede aceptar simplemente que el cambio de gobierno evitará que el crecimiento genere, como ha ocurrido en toda la historia moderna de nuestro país, desequilibrios crecientes en la cuenta corriente, independientemente del régimen cambiario que se elija; la revisión de la elastidad-producto de las importaciones lo evidencia: en los últimos cuatro años la variación promedio anual de las importaciones fue de 19.5 por ciento, en tanto que para el PIB fue de 5.1 por ciento, lo que quiere decir que cada punto porcentual de crecimiento del producto provoca un crecimiento de 3.8 por ciento en las importaciones, gracias a un incremento de 2.8 por ciento de las exportaciones.

Así las cosas, la propuesta de crecimiento tiene que resolver con claridad el problema de la cuenta corriente, pero también requiere una apreciación sobre la política monetaria y sus impactos sobre la demanda y oferta de crédito, asunto fundamental para lograr las altas tasas de incremento de la producción. La autonomía del banco central, aceptada por los tres candidatos mayores, necesita que el Estado asuma expresamente su responsabilidad en la defensa de los deudores, protegiéndolos de aumentos súbitos del costo del crédito derivados de restricciones a la liquidez de la economía. Requiere, igualmente, una política activa de empleo y de recuperación salarial, dado que, como se ha visto en buena parte de los países desarrollados, el crecimiento no necesariamente genera empleo, pero además si los empleos que se generan no proponen una remuneración aceptable para los buscadores de empleo, esos puestos de trabajo permanecerán vacantes, como sucede en muchas empresas.

Por esto, se requiere algo más que proponer una meta. Salinas y Aspe se propusieron "un crecimiento fuerte y sostenido" y se logró llegar a 3.9 por ciento promedio anual; Zedillo planteó lograr el "bienestar de la familia" a través de un crecimiento que alcanzará 5.6 por ciento en el 2000, pero el promedio será de alrededor de 3.3 por ciento. Sosteniendo lo mismo que ellos, Ƒcómo logrará Fox cumplir su meta?