JUEVES 4 DE MAYO DE 2000

* Rechaza que hayan aumentado los hechos de violencia a bordo de micros


Atribuye Gertz la inseguridad a crisis y corrupción

Laura Gómez y Angel Bolaños * El secretario de Seguridad Pública, Alejandro Gertz Manero, lamentó la muerte de dos personas a bordo de un microbús el pasado martes, y rechazó que el número de incidentes en este servicio se haya incrementado, así como que la ciudad de México sea una de las más inseguras del país, pues el problema es mayor en Tijuana, Ciudad Juárez y Guadalajara.

Gertz Manero también minimizó las protestas que algunos uniformados realizaron en días pasados, e informó que continuará con la depuración de la corporación, sin excepciones, como parte del combate a la corrupción, y advirtió que no caerá en provocaciones, "pues estamos para servirle a la comunidad y no para causarle problemas".

Al hacer entrega de 156 patrullas, cinco grúas y cuatro paneles a la delegación Azcapotzalco informó que se cuenta con un presupuesto de 37 millones de pesos para la compra de 2 mil vehículos, los cuales serán otorgados a las 16 demarcaciones antes de finalizar mayo, y se está a la espera del dictamen de la Secretaría de la Defensa Nacional para aumentar la compra de armamento, de siete mil a nueve mil armas, largas y cortas.

Además, la próxima semana se lanzará la licitación para la adquisición de tres helicópteros que permitirán reforzar las tareas de vigilancia de la policía, "para lo cual estamos dispuestos a gastar lo que se necesita con el fin de reducir el índice delictivo", indicó.

Antes, Gertz Manero participó en el foro Seguridad, Justicia y Paz, organizado por México Unido contra la Delincuencia, donde expuso que la situación de inseguridad en la ciudad de México y en todo el país está asociada a la crisis económica y a un grave problema de corrupción.

Según estadísticas, dijo, el fenómeno comenzó en 1982, luego las crisis se volvieron recurrentes, y entre 1995 y 1997 el índice delictivo creció como no se había registrado antes.

Recordó que la actual administración encontró una policía que no estaba estructurada y carecía de sistemas de control y "verificación" que permitieran evaluar su productividad y eficiencia. Por ello, dijo, fue que se "abrió" la estructura de la SSP a numerosos grupos ciudadanos, con los que se han establecido nuevos métodos para que los habitantes de la capital recuperen la seguridad de ésta, y agregó que de 800 delitos que se registraban, actualmente la cifra es de 500.

No obstante, advirtió que aún hay dentro de la institución muchas personas que no entienden el cambio. "Ahí se necesita que la sociedad y la autoridad trabajemos juntos para decirles que no los queremos", y recordó que dentro de las acciones de moralización y contra la corrupción se ha dado de baja a más de mil efectivos y 150 jefes policiacos.