MIERCOLES 3 DE MAYO DE 2000

Ť Unidos, los mejores corresponsales de Chiapas


Surge en el sureste mexicano la revista independiente Páginas

Ť Hito en el proceso de maduración política y mediática de la región

Hermann Bellinghausen, enviado, San Cristóbal de las Casas, Chis., 2 de mayo Ť El nuevo semanario político Páginas comenzó a circular el pasado 29 de abril en más de cien ciudades del sureste, según anuncian sus editores. La primera entrega de este medio independiente dedica su atención de manera central al "Adiós al Tatic", el tema más importante de estas y muchas más semanas en la región.

Esta "travesía periodística por los mares políticos del Caribe mexicano, el Golfo de México y el Pacífico turbulento" -como la llama Juan Balboa, director general de la embarcación- marca un hito en el proceso de maduración política y mediática del sureste mexicano, que en pocos años se ha convertido en escenario principal de la historia contemporánea, atrayendo la atención del mundo entero.

En un medio históricamente maleado por los gobiernos priístas, a niveles casi fársicos en ocasiones, los periodistas congregados en Páginas han dado la batalla de la resistencia y la persistencia donde han podido. Los mejores corresponsales de Chiapas y otros estados se unen por primera vez en un proyecto colectivo. Además de los jornaleros Juan Balboa, Elio Henríquez, René Alberto López y Luis Boffil, participan Daniel Pensamiento (corresponsal de Reforma, que les ha metido varios sustos oportunos a los siempre folclóricos gobernantes chiapanecos), Fátima Monterrosa (los ojos y la voz de Ricardo Rocha en la zona de conflicto, y actual corresponsal de Detrás de la noticia) y Francisco Marañón (corresponsal de Milenio Diario, también en Chiapas).

A la vuelta de los años, Páginas es herencia directa de la revista Ambar y el periódico del mismo nombre que, también dirigidos por Balboa, dieron la batalla en el enrarecido periodo patrocinista hace una década. Pioneros ambos en la documentación de la realidad indígena, y atentos observadores de la excepcional experiencia de Samuel Ruiz García, tanto religiosa como de compromiso y defensa de los derechos humanos y las culturas indígenas. En aquel tiempo, tan incómodo era Ambar, que el gobierno de Patrocinio González Garrido terminó por asfixiarlo. De cualquier modo, cuando la rebelión indígena de 1994 atrajo las miradas de México y el mundo estos periodistas ya estaban aquí.

En su editorial, Páginas señala que sólo en Chiapas existen 25 diarios, 15 semanarios y un sinnúmero de publicaciones semanales y mensuales que participan, la mayoría de las veces, de la simulación oficial y convierten a Chiapas en el estado donde existen más medios impresos del país, sin que por eso sea la sociedad mejor informada.

En su veta menos conocida de comentarista político, el reportero Elio Henríquez analiza la llegada de Felipe Arizmendi a la diócesis de San Cristóbal. Conocedor cercano de la experiencia samuelista y sus largas ondas expansivas, Henríquez pronostica que la proverbial ambigüedad del nuevo obispo aquí tocará fondo. La situación aquí es tan compleja y grave, que el prelado no tendrá mucho espacio para las indefiniciones y los compromisos a medias.

Escribe: "Es previsible que las posiciones religiosas de derecha que durante la gestión del Tatic estuvieron marginadas ganen terreno en la diócesis". Menciona la problemática relación de Arizmendi con el EZLN, que lo pone en condiciones frágiles para servir de mediador por la paz, a diferencia de Ruiz.

Henríquez señala a los anatulis de los altos, tzotziles, los Carismáticos, los Legionarios y otros grupos "reaccionarios" y priístas que podrían definir el futuro rumbo de la diócesis coleta.

Juan Balboa traza los pasos iniciales de Samuel Ruiz hasta convertirse en "defensor de los indios" y creador de una estructura social de los católicos indígenas que da mucho de que hablar, debido a su originalidad y su eficacia. Páginas recuerda las campañas sucias, los panfletos, las amenazas y ataques sufridos por el Tatic y su diócesis, donde se incluyen la matanza de Acteal y el cierre y destrucción de decenas de templos en la zona norte por parte de los paramilitares.

Fátima Monterrosa documenta una herida que "lacera las comunidades", y a la que habrá que dar seguimiento: la prostitución infantil, uno de los efectos más destructivos (y hasta ahora ocultos) de la militarización, que convierte a Chiapas "en una de las entidades con mayor incidencia en el comercio sexual de menores en el país". La joven reportera local Berenice Moreno escribe sobre los 3 mil 200 niños que viven en las calles de Tuxtla Gutiérrez, y Rodulfo Reyes documenta la prostitución y abuso sexual que sufren los menores en Tabasco.

Es de prever que Páginas siga críticamente las campañas políticas de Chiapas y Tabasco, las cuales son asuntos de trascendencia nacional, como posible espectáculo del autoritarismo y las peores costumbres de corrupción, manipulación y fraude del viejo y siempre renovable PRI.

En el mismo tenor de verdades incómodas, Boffil analiza el tema del aborto en Yucatán, tierra de una derecha beligerante y discriminatoria, y donde además del PRI cerverista, ya opera un PAN en el gobierno que no canta nada mal las rancheras.

Por si fuera poco, Páginas anuncia suplementos de cultura, fotografía, humor, "Terra Maya", derechos humanos, salud e infantil. Para que no quepa duda de sus ambiciones, la primera entrega del semanario incluye "Paradoxas", de orientación fundamentalmente literaria. Lo dirige Jesús Morales Bermúdez, escritor chiapaneco, autor de libros de testimonio y ficción documental de las tierras mayas de la selva y las montañas, indispensables para conocer la voz auténtica de los indígenas. La crítica ha reconocido el privilegiado oído de Morales, quien además ha colaborado, con textos muy hermosos, en la celébre y notable publicación artesanal La Jícara, de San Cristóbal de las Casas.

Otro reportero chiapaneco de La Jornada, Javier Molina, entrevista al escritor catalán Manuel Vázquez Montalbán, al calor de su más reciente libro: Marcos, el señor de los espejos.

Las novedosas fotografías del Tatic y Felipe Arizmendi que publica Páginas son de Carlos Martínez Suárez, autor de algunos de los mejores videos independientes sobre el conflicto chiapaneco y la vida cotidiana, ceremonial y luchona de las comunidades indígenas. Camarógrafo de la extinta Conai y conocedor de los pueblos, dirigirá el suplemento fotográfico de Páginas. A su vez, el tema de derechos humanos estará a cargo del abogado Miguel Angel de los Santos, quien ha defendido valientemente a decenas de indígenas presos políticos, tanto del EZLN como de otras organizaciones independientes.

Pocas semanas después del nacimiento de otra importante publicación independiente en la región, Proceso Sur, la aventura de Páginas se ha convertido en una nueva "incomodidad" periodística, que las clases políticas y las fuerzas represivas de la región no podrán evitar, para deleite e instrucción de los lectores sureños.