Ť Rinden homenaje nacional al autor de De la calle, en la Sogem

Elegí ser un outsider para realizar lo que me plazca: González Dávila

Ť Visitar los rincones oscuros de la identidad humana, entre los leit motiv de su dramaturgia

Ť El teatro debe ser un reflejo de la sociedad que lo produce y comunicar con calidad, afirma

Carlos Paul Ť Visitar los rincones más oscuros de la identidad humana, mirar de frente los infiernos de la realidad social y familiar de manera incisiva y trituradora, son características de las obras de Jesús González Dávila (DF, 1942), creador acostumbrado a ser un outsider y a quien se considera el autor más representativo de la llamada ''nueva dramaturgia", y que hoy será motivo de un homenaje en la Sociedad General de Escritores de México.

El dramaturgo, no obstante su estado de salud, generosamente accedió a charlar con La Jornada. Conversación que inició recordando cuando ''el teatro era el medio más eficaz. En los años cincuenta, sesenta y hasta los ochenta, el teatro era la neta; era el camino por donde uno podía decir la verdad y denunciar cosas, ahora ya no. Hoy existen otros medios y formas de expresión, como es la multimedia. Son épocas", dice.

Antes de surgir la generación de la nueva dramaturgia, añade, ''acababa de pasar lo que han llamado teatro de creación colectiva, por lo que en aquel entonces no había tantos dramaturgos. Algunos empezamos a escribir mucho, lo que generó una especie de teatro de autor, de nueva dramaturgia, como respuesta a la creación colectiva.

''Veníamos, también, de rechazar un teatro del bla bla bla bla, el teatro de Usigli, de Novo, de Solana y de Cantón, de ahí que en mis obras son los actos los que definen al personaje. Esto es lo que el público debe percibir. No parto de decir: voy a contar la historia de una niña que se va de su casa, sino de una niña con una maleta en una esquina, empiezo a imaginar por qué esta ahí o qué hay en la maleta."

Con un curriculum multipremiado, González Dávila destaca que en taller del maestro Vicente Leñero aprendió ''sobre todo el sentido común. Lo verosímil que debe ser el teatro y la manera en cómo uno se compromete con la realidad".

Distintos dueños tiene una obra

Influido por Samuel Beckett, Eugene Ionesco, Bertolt Brecht, Jean-Paul Sartre, es decir por el teatro social y del absurdo, para González Dávila el texto dramático tiene distintos dueños. ''Al principio, al escribir la obra, me pertenece; luego se la doy al director y él puede cambiarle el final o el título o lo que sea. Después viene el estreno y el actor es el dueño, él verá si da una buena o mala función. Así, como que cada quien va siendo, en un tiempo, dueño de la obra". En ese sentido, destaca el dramaturgo, ''el teatro debe ser un reflejo de la sociedad que lo produce. El buen teatro es el que comunica con calidad y el mal teatro es al que no se le entiende".

La preocupación por el individuo, la identidad, la angustia, la neurosis, la orfandad, el dolor, el suicidio, la libertad, la felicidad, la familia, la violencia, es lo que marca las obras de González Dávila en las que teatraliza la vida de los marginados y para quien la ''infancia es destino y, por ello, se podría decir que en mis obras hay algo de exorcismo".

Sin embargo, aclara, ''en Tiempos furiosos abordo el suicidio, pero luego de verla puesta en escena, acaba uno diciendo: no es para tanto, para qué matarse. El reto es que no sea mi historia, sino lograr una en la que se reflejen muchos, alcanzar lo universal, pero para lograrlo, como dicen, hay que describir bien tu propia aldea".

El autor de De la calle y Amsterdam bulevar, entre otras, no escribe comedia, ''porque no se me ocurren cosas chistosas. Se supone que soy mal freudiano. Yo le digo a las personas, šuyyy! no se porten mal porque les va mal como a los personajes de la obra. Los que escriben comedia dicen: te portes como te portes, te va ir mal y eso, añade sonriendo, es un poco más cínico. Soy un poco más cristiano, porque digo pórtate bien y te irá bien, pórtate mal y te irá mal. Por eso asusto y cuento historias tristes y prescindo de un final feliz. Por eso no hago concesiones".

Privilegios y ninguneos

La relación de González Dávila con otros creadores escénicos marca su condición de outsider; ''yo nunca he sido amigo de Héctor Mendoza, Ludwik Margules, Luis de Tavira o Alejandro Luna. En este país existen grupos privilegiados y grupos ninguneados; escogí ser de los ninguneados y no le echo la culpa a nadie, elegí ser outsider porque me sentía más libre, más a gusto de hacer lo que se me pegara la gana".

Por otro lado, para González Dávila dedicarse al arte escénico ''es cuestión de mística", pues hay que ser coherente con las convicciones aunque cueste y se tenga que pagar un precio.

ƑCuál es el precio que ha tenido que pagar González Dávila? ''No conocer Europa, mientras otros -personas sin talento-, van tres o cuatro veces al año".

Sin embargo, dice, ''he aprendido a describir mi propia aldea. Aquí tenemos ríos tan bonitos como el Sena y olores como Venecia. Considero que el verdadero creador no necesita darle la vuelta al mundo. Y al señalar esto no quiero parecer amargado o conformista".

Además, ''el teatro está manejado en estos momentos por personalidades soberbias, sin embargo debemos mencionar que no podemos prescindir de la soberbia para ser director, pero lo que debe haber por encima es un verdadero cariño al país. Muchos dicen: a dónde va el teatro, pues a donde va el país, la política, la economía. ƑVa al abismo o a caer en manos convenencieras?''

González Dávila, en la actualidad, escribe un texto sobre las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, y ''más que ser algo documental, es acerca de lo que empuja a las niñas para irse de casa. Sigo escribiendo, tengo tres, cuatro obras en proceso y quiero estrenar, aunque sea viejito, lo que se pueda. Va por delante un acto de fe".

(Encuentro: homenaje nacional a Jesús González Dávila se realiza hoy, a las 20:00 horas, en el teatro Wilberto Cantón, ubicado en José María Velasco 59, colonia San José Insurgentes. Participarán Víctor Hugo Rascón Banda, presidente de la Sogem; y los actores Angelina Peláez, Adalberto Parra, Angeles Marín, Alberto Estrella, Víctor Carpinteiro y Enoc Leaño.)