MARTES 2 DE MAYO DE 2000
Ť Dedica su discurso del 1o. de mayo al balserito
Castro acusa a Washington de querer seducir al padre de Elián
Ť Riesgo real de que se decida que el niño puede ser asilado, afirma
Afp, Ap, Reuters, Dpa y Pl, La Habana, 1o. de mayo Ť Calzado con tenis y con una playera blanca bajo su tradicional uniforme verde olivo, Fidel Castro encabezó hoy una enorme multitud en una marcha del Primero de Mayo que fue dedicada a la cruzada del gobierno de Cuba por el regreso del niño náufrago Elián Gónzalez.
En un discurso ante cerca de medio millón de personas congregadas en la Plaza de la Revolución, el mandatario cubano acusó a dirigentes políticos de Washington, entre ellos Hillary Clinton, de intentar seducir a Juan Miguel González, padre de Elián, para que pida asilo en Estados Unidos y no regrese con su hijo a Cuba.
"Vine con tenis, listo para la marcha", anunció Castro al tomar el micrófono, en alusión a la marcha de tres kilómetros que luego encabezaría desde esta plaza hasta la tribuna Antimperialista José Martí, ubicada frente a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana.
También se efectuaron masivas manifestaciones en las provincias, y, según funcionarios, las concentraciones de este lunes fueron de las mayores movilizaciones a escala nacional en los 41 años de gobierno de Castro.
El veterano líder de 73 años dedicó su discurso al caso de Elián, que se convirtió en centro de una batalla por su custodia entre La Habana y la comunidad cubano-estadunidense de Miami. "Dante no habría sido capaz de describir el infierno de casi cinco meses de tortura mental, presión psíquica y manipulación política que ha sufrido", afirmó.
Elián sobrevivió en noviembre pasado al naufragio de una embarcación en la que 11 de 14 balseros cubanos que intentaban alcanzar territorio estadunidense se ahogaron, entre ellos la madre. El niño fue entregado temporalmente en Miami a su tío abuelo Lázaro González, quien se negó a devolverlo al padre, hasta que el 22 de abril un grupo de agentes federales lo sacó de la casa de Miami para entregarlo al padre, quien había viajado a Washington.
Elián, su padre Juan Miguel, la esposa de éste y su bebé esperan en Wye Plantation, una propiedad del gobierno estadunidense, la decisión de la Corte de Apelaciones de Atlanta sobre el pedido de Lázaro González para que se le conceda asilo político al pequeño de seis años.
Aunque Cuba aplaudió que sacó a Elián de Miami, Castro denunció hoy que las autoridades mantienen al pequeño y a su famlia como "rehenes" en la mansión ubicada a las afueras de Washington.
Tratan de retener a Juan Miguel González "con la esperanza de seducirlo, todos al unísono buscando el mismo objetivo, que el niño no regrese jamás a Cuba, para golpear moralmente a un pueblo altivo y heroico".
Al comentar los informes de la prensa estadunidense que citan a la esposa del presidente Bill Clinton, Hillary, y al candidato presidencial republicano George W. Bush, en los que se dice que esperan que el padre de Elián piense en la posibilidad de desertar, se preguntó:
"ƑDónde está la ética de los líderes políticos de ese país?".
Denunció además que el riesgo de que el tribunal de Atlanta decida que el niño tiene derecho a asilo "es real". Entonces, "Ƒqué seguridad tiene el padre de que el encuentro con el hijo es definitivo", planteó.
Después de terminar su discurso, Castro habló por teléfono celular con el padre de Elián. "Manda un saludo especial para nuestro pueblo", dijo al comunicar el mensaje de Juan Miguel a la multitud, en medio de vítores de "šFidel, Fidel!".
Este día, el abogado de Juan Miguel González instó al tribunal de Atlanta a permitir que padre e hijo regresen a Cuba, anulando la demanda del tío abuelo. "Este padre busca criar a su familia donde quiera y como quiera. Este derecho no es menos importante para el pueblo de Cuba que para los estadunidenses", dijo el abogado Gregory Carig en la moción.
Luego, Castro encabezó la marcha hacia la Sección de Intereses de Estados Unidos, donde hubo proclamas y cánticos antimperialistas, incluida una versión salsa de la tradicional canción Guantanamera, con estrofas que demandan el regreso de Elián.
Antes, había dicho que la batalla por el pequeño es "pacífica". "Ninguna bandera estadunidense ha sido pisoteada o quemada en las calles", agregó, antes de advertir que "nada será fácil respecto a Cuba en el futuro".
Pero aseguró que "cuarenta años de resistencia contra agresiones e injusticias de todo tipo y la batalla de ideas que hemos librado sin tregua durante cinco largos meses nos han hecho más fuertes" para luchar contra el embargo estadunidense y la ley Torricelli que lo endurece, así como contra "las actividades subversivas que se llevan a cabo desde Estados Unidos".
Aunque el tema principal de la jornada del Día de los Trabajadores fue Elián y la ley de Ajuste cubano, que beneficia con residencia automática a todo cubano indocumentado que pisa suelo estadunidense, las manifestaciones también sirvieron para denunciar el voto reciente en Naciones Unidas que censuró a Cuba por su historial de derechos humanos.
"Nos avergonzamos del voto de Argentina en Naciones Unidas reclamando los derechos humanos. En mi país se violan los derechos humanos todos los días, se golpean a trabajadores, se mata de hambre al pueblo", dijo a la multitud Hebe de Bonafini, presidenta del grupo argentino Madres de Plaza de Mayo, quien al igual que otros invitados como el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y la líder comunsita chilena Gladys Marín, reclamaron el retorno de Elián.