SABADO 29 DE ABRIL DE 2000
Ť Fueron dados de baja porque sus padres no desocupan tierras de Oaxaca
Conflicto de límites deja sin escuela a 25 alumnos
Víctor Ruiz Arrazola, corresponsal, Ejido Yosotato, Oax., 28 de abril Ť El conflicto de límites que existe entre los campesinos de esta localidad y sus vecinos de Zimatlán de Lázaro Cárdenas y San Sebastián Nopalera ha provocado que unos 25 alumnos de los niveles prescolar, primaria y telesecundaria hayan causado baja de las escuelas de Zimatlán desde el ciclo escolar pasado, informó el agente municipal Abundio López Castro.
Agregó que en varias ocasiones se ha trasladado a la ciudad de Oaxaca para entrevistarse con funcionarios del Instituto Estatal de Educación Pública para solicitar su intervención, pero los esfuerzos han sido inútiles, debido a que los habitantes de Zimatlán determinaron que ningún niño de Yosotato podrá ir a la escuela si sus padres no les entregan, "con tinta y papel", las 48 hectáreas de tierra que se les reclaman.
Desde febrero de 1998, cuando pobladores de Zimatlán y la Nopalera invadieron 30 hectáreas al Ejido de Yosotato -aparte de las 18 ocupadas en 1976-, el número de familias que habitan este ejido de 493 hectáreas ha descendido de 30 a tres familias, pues la mayoría han tenido que refugiarse con sus parientes o compadres en el pueblo de San Pedro Yosotato.
Además, se ha denunciado el asesinato de dos ejidatarios de Zimatlán, en septiembre del año pasado, de lo cual se culpa a vecinos de Yosotato, así como la desaparición y posible "descuartizamiento" de otro habitante de San Antonio Jicaltepec, ocurrido en noviembre del mismo año, cuyos presuntos responsables son habitantes de La Nopalera y Zimatlán.
La mayoría de los 80 beneficiarios de este ejido son originarios y viven en San Pedro Yosotato, agencia municipal de Nuyoo, perteneciente al distrito de Tlaxiaco, y ante la situación de violencia en la zona, por los constantes tiroteos y los homicidios, han optado por dejar de cultivar sus parcelas, "pero no estamos dispuestos a permitir que La Nopalera y Zimatlán se queden con ellas, las defenderemos con la ley en la mano y hasta las últimas consecuencias", señaló el presidente del comisariado ejidal, Gerónimo Castro García.
Al realizar un recorrido por este ejido, los terrenos de cultivo se encuentran abandonados, los árboles de mango tienen la fruta madura, la cual no se puede cortar, "porque si nos ven trabajando nos tiran a matar, en otras ocasiones ellos -los de Zimatlán y Nopalera- han cosechado los mangos y plátanos", comentó Lourdes Castro, quien con su hija María del Carmen, de cinco años, ha tenido que permanecer encerrada más de tres días en su pequeña casa de adobe, mientras que cesan las balaceras.