SABADO 29 DE ABRIL DE 2000
Ť Miguel Capistrán encomió la labor cultural de la mecenas Rivas Mercado
Antonieta debe ser parte de Los Contemporáneos
Angel Vargas Ť Sobradas son las razones por las que Antonieta Rivas Mercado debe ser añadida al grupo de Los Contemporáneos, considera Miguel Capistrán, ''ya que los hechos mismos y la perspectiva del tiempo transcurrido permiten comprobar que sin ella y sin el previo trabajo de Ulises, el grupo sin grupo sería apenas el importante puñado de importantes poetas que fueron desde luego, pero sin el respaldo formidable de una tarea no sólo previa, sino que llegó a coincidir en tiempo y espacio con la célebre antología poética y la revista Contemporáneos."
Tercero de los siete oradores en el homenaje que se le rindió ayer a Rivas Mercado, por el centenario de su natalicio, el investigador dedicó su intervención a subrayar la importancia del movimiento artístico y cultural cobijado bajo el nombre de aquél mítico héroe griego.
Pintura y fotografía, un advenimiento
Capistrán explicó que la aventura de Ulises no significó sólo unos cuantos números de una revista que llevó tal nombre y que de igual manera designó una manifestación teatral -las cuales oxigenaron profundamente una cultura mexicana que vivía aún en el siglo XIX y que comenzaba a ahogarse con los aires nacionalistas desatados por la Revolución-, sino también el advenimiento de una pintura distinta a la realizada por los tres grandes y sus seguidores, con las aportaciones de Tamayo, Rodríguez Lozano, Lazo y María Izquierdo, entre otros.
Agregó que ese impulso amparó, asimismo, a la fotografía entendida y aceptada como un nuevo arte que incorporó a México los nombres de Edward Wenston y Tina Modotti, y descubrió a Manuel Alvarez Bravo; a la primera galería de arte que hubo en el país, y a las memorables ediciones que hicieron novelistas a Xavier Villaurrutia y a Gilberto Owen y descubrieron para las letras y para el español a Andrés Henestrosa.
''Ahora bien, si el nombre Ulises se debe a Villaurrutia y el primer número de la revista a Novo y a Villaurrutia, toda la realidad espléndida que fueron el teatro, los subsecuentes números de la publicación, las ediciones, las exposiciones pictóricas se debieron al entusiasmo y al patrocinio de Antonieta, a su participación activa en los trabajos y en los días de Ulises", subrayó Capistrán, e insistió que aquella no puede quedar reducida al papel de ejecutora de un mecenazgo definitivo para la historia del desarrollo cultural de México.
Ulises, rumbo para llegar a un destino
''Al embarcarse en la barca de Ulises -abundó Capistrán- Antonieta no sólo le proporcionó los medios para un viaje seguro, sino también, junto con sus acompañantes, el rumbo para llegar a un destino, que es la realidad que vivimos hoy y que ha sido posible porque se ha nutrido con los productos, con el bagaje cultural que ellos importaron y aclimataron entre nosotros, todo ello marcado con el sello de una modernidad que nos insertó en una contemporaneidad tan actual y en el tiempo."
Organizado por el Instituto de Cultura de la Ciudad de México, la delegación Cuauhtémoc y la empresa Investiga, Automatiza y Diseña, el homenaje incluyó la develación de una placa alusiva al centenario en el jardín donde antes se asentó la última casa de Antonieta (ubicado entre Insurgentes, Monterrey y Nuevo León). Los otros participantes, además de Capistrán, fueron Antonio P. Rivas, Kathryn S. Blair, Martha Gargollo, Elena Rangel, Gladiola Orozco, Arturo Beristáin y Andrés Henestrosa.