JUEVES 27 DE ABRIL DE 2000

* Avanza AL a escolaridad obligatoria de 12 años: Limón


Calamidad mundial, resultados en enseñanza básica: ONU y BM

* En la Declaración de Dakar se comprometen a dar más apoyo a la educación * Condenan que los gobiernos incumplan su tarea

Al presentar un balance de los avances y retos de América Latina en materia educativa, en el Foro Mundial sobre Educación 2000, que se lleva a cabo en Senegal, el secretario de Educación Pública, Miguel Limón, dijo que para romper el círculo ignorancia-pobreza se debe avanzar con calidad y pertinencia hacia una escolaridad obligatoria de 12 años, como lo recomienda la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Limón fue invitado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) a representar al continente americano en este acto que reúne en la ciudad de Dakar a 180 países, y en el que reseñó los esfuerzos de los latinoamericanos por impartir un año de prescolar a los niños, el incremento en el número de menores que asisten a primaria y la reducción del analfabetismo, especialmente en la población de 15 a 24 años.

Esta es la reunión sobre educación más importante de los últimos 10 años, ya que ha servido de marco para revisar el cumplimiento de las metas que en 1990 se propusieron 155 gobiernos en un foro mundial realizado en Jomtien, Tailandia, con el propósito de lograr una educación básica universal.

Ante el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan; el director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, y el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, Limón aseguró que en esta década casi todos las naciones latinoamericanas han llevado a cabo reformas educativas que se han sustentado en tres ejes: políticas, administrativas y pedagógicas.

Entre los desafíos de Latinoamérica que mencionó el responsable de la educación en México está la expansión de los servicios escolares en favor de las poblaciones rurales, marginadas y dispersas del país.

Mencionó como una meta fundamental el asegurar que todos los niños y niñas cursen al menos dos años de prescolar, para lo cual será necesario sostener los logros alcanzados, así como ampliar y mejorar los servicios para dar respuesta a las necesidades escolares especiales de todos los menores.

Apuntó que el desarrollo de programas de formación y actualización docente constituye un objetivo permanente para mejorar las condiciones de vida de los profesores y elevar la calidad educativa, al tiempo que "representa un desafío utilizar los medios de comunicación para mejorar la calidad de la educación básica, sin exclusiones ni discriminaciones, y apoyar los procesos de enseñanza-aprendizaje".

 

Hay 875 millones de adultos analfabetos y 113 millones de niños sin educación

Alarmados por la agudización y persistencia de 875 millones de adultos analfabetos, de 110 millones de niños sin educación en los países subdesarrollados y 3 millones en los del primer mundo, los organismos convocantes del Foro Mundial de Educación 2000 hicieron un llamado a los gobiernos para que de manera urgente den prioridad a la enseñanza básica en sus políticas públicas, legislativas y financieras.

Como parte de los trabajos del foro, los organismos internacionales emitieron una declaración conjunta en la que consideraron inaceptables los rezagos educativos entre la población infantil y adulta, y en particular deploraron que algunos gobiernos hayan abandonado su obligación de garantizar la educación a todos los ciudadanos.

La Declaración de Dakar está suscrita por el director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura; el responsable ejecutivo del Unicef, Carol Bellamy; el del Fondo de las Naciones Unidas para la Población (FNUP), Nakis Adik; el administrador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Mark Malloch, y el presidente del Banco Mundial (BM), James D. Wolfensohn.

En su comunicado conjunto de cinco puntos ratificaron su compromiso de fortalecer el apoyo a la educación básica en todos los países, pero al mismo tiempo demandan de los gobiernos acciones inmediatas, firmes y duraderas frente a la "inadmisible calamidad" mundial de los resultados adversos en la enseñanza básica y el analfabetismo entre la población adulta.

Destacaron que además de recursos financieros se requiere voluntad política, una nueva reforma "radical" y enfoques prácticos en el sector educativo. A cambio de estas acciones, los organismos internacionales se comprometieron a garantizar el incremento significativo en la asignación de recursos para la cruzada mundial Educación para Todos. Empero, dejaron en claro que el apoyo económico se otorgará para países con un plan "convincente".

Extendieron su llamado a la comunidad internacional, instituciones financieras y de desarrollo, donantes multi y bilaterales a sumarse a la cruzada, a fin de asegurar que ninguna nación con "decisiones serias y planes realizables" fracase por falta de recursos. También solicitaron a las organizaciones no gubernamentales, a la sociedad civil en general y a organismos privados a apoyar los esfuerzos de las autoridades públicas para "aligerar su obligación de asegurar" la universalidad de la enseñanza básica.

Ratificaron la Declaración Universal de Derechos Humanos, entre los que se encuentra la educación como condición indispensable para el desarrollo económico, político y social de los países, pero también ųagregaronų para asegurar el acceso igualitario de las naciones a los "beneficios" de la globalidad.

El llamado de los organizadores del foro se enmarca en los resultados de la evaluación hecha en más de 180 países sobre la situación de la enseñanza, que arrojó grandes contrastes entre logros y rezagos. En el nivel del cuidado y la educación prescolar, las disparidades son considerables, pues mientras la cobertura llega a 100 por ciento de los niños en países como Bermudas, Bélgica y Suecia, en otras sólo alcanza 2 por ciento o menos.

En primaria, si bien el número de niños escolarizados aumentó a 681 millones, frente a los 599 millones registrados en 1990, para la UNESCO, en una "gran mayoría de países grandes las tendencias positivas ocultan las disparidades existentes en materia de igualdad de oportunidades para acceder a ella", particularmente en las comunidades pobres, rurales y aisladas, así como entre las minorías étnicas.

El informe de resultados señala un "leve" descenso en las desigualdades entre niños y niñas en ese nivel de estudios, con excepción de Africa. Sin embargo, de los 113 millones de infantes sin educación, 60 por ciento son niñas.

Respecto al financiamiento, se reconoce que ha habido un incremento de los recursos, pero no en proporción a las necesidades presupuestales educativas, debido a que la inflación absorbe a menudo los aumentos de los subsidios o bien porque los países subdesarrollados destinan cada vez más dinero al pago de su deuda externa. (Claudia Herrera Beltrán y María Esther Ibarra).