JUEVES 27 DE ABRIL DE 2000
* Compensación por daños en la Segunda Guerra: Duma
Se quedarán en Rusia los bienes culturales incautados a Hitler
* Fin a la controversia iniciada en la administración de Yeltsin
Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 26 de abril * Reclamados por Alemania, más de 300 mil obras de arte, 2 millones de libros y decenas de millones de documentos de archivo, que si se colocaran en una pila superarían los tres kilómetros de altura, se quedarán en Rusia, dado que "los bienes culturales incautados forman parte de la compensación por los daños causados" al país durante la Segunda Guerra Mundial.
Así lo decidió este miércoles la Duma, Cámara baja del Parlamento ruso, al aprobar por 350 votos a favor y ninguno en contra la correspondiente ley, que ahora deberá ser turnada a la Cámara alta, el Consejo de la Federación, donde será ratificada sin mayor problema.
La decisión se produjo a escasos días de que se conmemore el 55 aniversario de la victoria en la heroica gesta, que costó al pueblo soviético unos 27 millones de vidas (tomando en cuenta los siete millones que perecieron en los campos de concentración de Stalin durante la guerra, antes no reconocidos aquí por las estadísticas oficiales) y pone fin a varios años de controversia entre el Ejecutivo y el Legislativo, en los tiempos de Boris Yeltsin.
El origen de la controversia se remonta a fines de 1996 cuando Yeltsin, en un arranque inexplicable, ofreció a Alemania devolver los bienes culturales que fueron traídos a Rusia, sin pedir a cambio la devolución de las obras de arte que se apropiaron los nazis.
La Duma se opuso y aprobó, el 4 de abril de 1997, una ley que declara patrimonio nacional todos los bienes culturales incautados. El 14 de mayo del mismo año, el Consejo de la Federación ratificó la ley y Yeltsin ejerció su derecho al veto para impedir que entrara en vigor.
Ambas Cámaras del Parlamento, reuniendo el indispensable mínimo de dos tercios de los votos, superaron el veto presidencial y la Corte Constitucional obligó a Yeltsin a firmar la ley, que entró en vigor el 6 de abril de 1998. No obstante, el entonces presidente apeló de inmediato y pidió a la Corte analizar la constitucionalidad de la ley.
El fallo de la Corte, emitido el 20 de junio de 1999, establece que los países agresores, como Alemania, no podrán reclamar la devolución de las obras de arte y bienes culturales en poder de Rusia, derecho que se reconoce únicamente a los países aliados o que fueron víctimas de la agresión de Hitler.
A pesar de esto, durante la gestión de Yeltsin, la Duma no volvió a ocuparse de esta ley. Ahora, ya sin Yeltsin en el Kremlin y con una nueva composición de la Cámara, los diputados optaron por finiquitar jurídicamente el asunto, que llegó a ser para Alemania un instrumento de fuerte presión en la relación bilateral.
La ley aprobada este miércoles se apoya en el fallo de la Corte Constitucional pero, en honor a la verdad, deja abierto un pequeño resquicio para que Alemania recupere algunas obras de arte.
Para ello, con base en el criterio del intercambio recíproco, es indispensable que ambos países negocien cada caso en concreto. Eso es en teoría; en la práctica, aún habrá que determinar el procedimiento y Rusia, hasta que termine de elaborar el inventario de sus bienes culturales saqueados por los nazis, seguirá viendo con recelos cualquier solicitud alemana.
Entre las principales obras de arte reclamadas por Alemania, que forman parte de los fondos del Ermitage y otros museos rusos, figuran 260 piezas de la colección del Oro de Troya, descubiertas por el arqueólogo Heinrich Schleimann, cuadros de Manet, Renoir y Matisse, así como una Biblia de Gutenberg.
En otros asuntos, el gobierno del presidente electo Vladimir Putin fustigó la resolución sancionada ayer por la Comisión de derechos Humanos de Naciones Unidas que pidió a Moscú la creación de una comisión nacional, de acuerdo a los estándares internacionales, para investigar las denuncias sobre violaciones a los derehos humanos.
Para Amnistía Internacional la resolución representó una "ocasión fallida", ya que se debió exigir la integración de una comisión internacional, segpun reporte de Afp desde Ginebra.
Finalmente, el Kremlin calificó como "ridículas" versiones divulgadas por la prensa moscovita de que el presidente checheno, Aslan Masjadov, se apresta a rendirse.